Noche desenfrenada

falleen

Las luces de la ciudad eran extravagantes, pero en ese momento era lo que menos me importaba, tenia tantas ideas & situaciones dando vueltas en mi cabeza que no lograban ordenarse. Vestía con tacones de aguja, pantalones pitillos, un polerón morado & una palestina. La ciudad ya no se me hacia tan peligrosa como antes, que prefería quedarme en casa viendo películas, leyendo o mirando el techo. Hubieron acontecimientos en la vida que me obligaron a salir, a golpearme con la realidad & entender que la vida no es fácil, yo lo amaba, el era mi protector & unos asquerosos monstruos me lo arrebataron, tuve que ir sola & desolada a reconocer el cadáver & era el...mi padre. Tenia grabado en cada parte de mi cuerpo con letras de fuego que la vida era un desafío, muchas veces quise rendirme & terminar con todos los dolores de una vez por todas.
La mayoría de las tiendas estaban cerradas, excepto aquellas que eran para embriagarse fielmente o tal vez conseguir una noche alocada de sexo. Las dos proposiciones no eran malas, embriagarme en un lugar desconocido, con aquellos tragos que se disfrutan, vomitar hasta el alma, tomar de mi bolso un par de medicamentos, saber que estoy poniendo mi vida en riesgo era excitante, saber que cualquiera podría golpearme, arrebatarme algo de vida o simplemente matarme, pero era una salida demasiado fácil, no la tomaría. Tener una noche desenfrenada de sexo no era malo tampoco, podría sentir el placer recorrerme de pies a cabeza, morir & revivir de delectación, yo elegiría quien seria el dueño de mi cuerpo esa noche, pero también era una salida fácil & el amanecer me traicionaría por completo.
Seguí caminando sin prestar atención a los insultos que se escuchaban, las risas, los gemidos, los golpes, en mi cabeza seguía dando vueltas la idea de que tenía todo, pero no sabia emplearlo, era algo que me mataba poco a poco, de una manera horriblemente dolorosa, hasta el punto que mi alma sangraba. Tenia que hacerlo, elegir si emborracharme o desenfrenarme completamente.
Me paré frente a la puerta, donde iba a entregarme por completo hasta ya no saber más del mundo cuando fui interrumpida por una voz masculina.

-¡Detente!-Una voz grave me hablo
-No lo haré, esto lo elegí, déjame-No sabia a quien le hablaba, pero de pronto sentí su aroma.
-No te dejare entrar, escúchame, estamos hechos para vivir, los acontecimientos se secan en nuestras mentes, nos morimos día a día, ¿Por qué quieres adelantar todo?-No sabia que decirle, el tenia razón.
-Quiero deshacerme de todo esto, quiero correr riesgos, quiero estar contra el tiempo-Fue una respuesta vacía.
-Ya estas contra el tiempo-Lo dijo sarcásticamente.
-Vete, eres la persona menos indicada, eres la persona común que cree hacer las cosas bien pero realmente no lo hace, que tiene relaciones sexuales con quien se le cruza por delante, que se embriaga cada minuto & que no sabe responder por si mismo-Realmente estaba enojada.
-Sabes que cambie, lo hice por ti & te lo demostré ¡maldita sea!- Sus gritos eran prácticamente de suplicas.
-Pues ahora soy yo quien cambio, quiero jugar en contra de los minutos, vete-Sentí sus pasos arrepentidos, pero era mi decisión, nadie manipularía mi vida.