¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Me mori hace un año

rocinanterocinante Garcilaso de la Vega XVI
editado marzo 2012 en Negra
ME MORÍ HACE UN AÑO


Regresaba de mi excursión a la City. Había visitado un mercado antiguo, de la Edad Media, de cuando la ciudad estaba rodeada de altas murallas.
Aquella mañana había recuperado olores perdidos de las verduras y hortalizas al Sol y había contemplado como los turistas impresionaban en sus maquinas digitales, los puestos de coloridas frutas, como si en sus respectivos países estas cosas no existieran

En el Metro, una pareja, ya entrada en años con una hija veintañera, al entrar al bagón, se me quedaron mirando fijamente, como si vieran una aparición. La mujer se desvaneció y cayó presa de un ataque de nervios, mientras que el hombre tembloroso, no se inmutó, y la chica al ver a la madre caída, comenzó a gritar enloquecida.

En la siguiente estación alguien apretó la maneta de alarma y acudieron dos vigilantes jurados que sacaron el cuerpo desmayado de la mujer y atendieron como pudieron a la alocada joven, y como el hombre no paraba de mirarme como estando fuera de si y a señalarme con el dedo tembloroso, los vigilantes me rogaron que saliera del vagón yo también.

No pude acercarme a ellos porque parecía que mi presencia era la causa de su espanto y ataque de pánico. Esperé en unos de los asientos más alejados hasta que uno de los guardias se me acercó para decirme que yo era o que me parecía como una gota de agua a otra, al hijo y hermano fallecido de aquellas gentes. Me enseñaron su foto y efectivamente, era yo idéntico sin duda alguna el que aparecía en aquella cartulina. Pero yo estaba vivo, y aquello era una macabra coincidencia

Más tarde, y mas tranquilizado, y allí mismo, en los andenes del Metro, el hombre y padre del fallecido, mas recuperado y con mas valor que las mujeres, me contaba la larga enfermedad de su hijo, y cuando le di mi pésame y contesté, mi voz lo volvió a sobresaltar, porque era la de su hijo, y curiosamente el fallecido tenia mis costumbres, mis aficiones y mis gustos para todo, y tanto me sugestionó aquel hombre con la muerte de su hijo, que hubo un momento que dudaba de mi estado vital y mis miradas a los espejos cercanos, se hicieron muy continuas

Al final quedamos en vernos para visitar la tumba de su tan recordado hijo, y visitar a la mujer que veía en mí a su hijo resucitado

Cuando ya más tarde volvía solo y triste para casa, interiormente me felicitaba de la suerte de estar vivo, y no tardé en celebrarlo en la cervecería del Nano, con media docena de cañas de cervezas y una mariscada para mi solo.

Rocinante

Comentarios

  • Marcelo_ChorenMarcelo_Choren Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado marzo 2008
    Hola, Rocinante.
    El texto interesa, pero necesita una revisión. Te indico algunas cosas que noté:
    "...y había contemplado como los turistas impresionaban en sus maquinas digitales, (¿por qué esta coma?) los apetitosos puestos (¿eran comestibles los puestos?) de coloridas frutas..." (¿"hacían fotos"? Es menos enrevesado y significa lo mismo).
    No es bueno tomar como constante la dupla sustantivo-adjetivo, llega a molestar. En esa misma oración "
    apetitosos puestos... coloridas frutas". En literatura, el orden de los factores sí altera el producto, no siempre conviene anteponer el adjetivo. No es lo mismo un hombre pobre que un pobre hombre.

    Otra frase: "
    En el Metro, una pareja, un matrimonio ya entrado en años con una hija veinteañera al entrar al vagón (¿no era una pareja? Ya son cinco, si les sumamos el matrimonio con la hija), se me quedaron mirando (se quedaron mirándome) fijamente (si se quedaron mirando, ese "fijamente" puede quitarse) con los ojos muy abiertos, como si vieran una aparición fantasmal (todas las apariciones son fantasmales)."

    Un problema de plurales:"
    con medias docenas (¿cuántas medias docenas?) de cañas de cervezas (¿distintos tipos de cerveza?)"

    Corregir un texto consiste, de manera básica, en quitar lo que "sobra". Esos datos excedentes son útiles para el autor, pero no ayudan a la lectura.
    Un buen sistema (además de la imprescindible lectura en voz alta) consiste en usar lápices de color. Por ejemplo, subrayar todos los sustantivos con rojo, los verbos con azul y los adjetivos con verde. De esa manera se arma un mapa muy práctico, que también sirve para detectar repeticiones.
    Con el tiempo, la corrección del texto llega a ser tan placentera como la propia escritura. Es cuando sale a relucir el oficio.
    Por supuesto —me repito—, opino sobre lo que el texto "pide", nunca sobre el autor o sus motivaciones, dueño exclusivo del escrito.
  • rocinanterocinante Garcilaso de la Vega XVI
    editado marzo 2008
    Pues llevas razón Marcelo, y es que cuando escribo, y según la inspiración (eso les pasará a cuantos escribimos) unos escritos salen casi sin para retocar, y en cambios otros por dejadez, o porque no se les toma en cuenta, no se repasan como se debiera.

    Ya decía en una ocasión que las normas gramaticales se me resistian como un resfriado mal curado, y en cuanto a las comas, las siembro por doquier como semillas en tierra yerma, me como las S, y los puntos no los pongo donde se debe.

    La suerte que se tiene es con criticas como la tuya se aprende a rectificar y a mejorar, se aprende mucho.

    Gracias compañero intentaré rectificar.

    Saludos de Rocinante
  • Marcelo_ChorenMarcelo_Choren Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado marzo 2008
    Lo que de veras me importa, Rocinante, es haberte sido útil con el comentario.
    Tampoco creas (yo no me lo creo) que soy el dueño de la verdad absoluta, ni que Dios me pide que le revise la agenda. Aporto lo que, a mi saber y entender, puedo.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado marzo 2012
    Estos parece que se murieron hace 4 años exactamente, que coincidencia:):):p:D
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com