La Culpa y sus desatinos

antonio chavez

La Culpa y sus desatinos

Sabía que era un ente experimentado con millones de años de edad, capaz de afectar tanto a los animales irracionales como a los animales racionales; es decir, nosotros. Era, además de eso, una manipuladora perversa que se instalaba plácidamente en el consciente y en el inconsciente de los seres sensibles para hacer su trabajo cotidiano.

Fue así, que la Culpa, segura de sí misma, decidió un día entrar en el alma de Perico, con el único objetivo de que se sintiera mal por sus frecuentes fechorías.

Pero el tunante de Perico, con mucho recorrido en su pecadora vida de asesino, violador, ladrón, mujeriego, extorsionador, narcotraficante, mal padre, mal hijo, mal nieto, mal esposo… y más cosas peores (¿hay cosas peores?), cínico e indoblegable soportó la presión interna, como si nada hubiese ocurrido, hasta que la Culpa, sabiéndose inofensiva, optó por retirarse de aquel alma pétrea.

Después de este fracaso, con interminables burlas y carcajadas, los remordimientos, las angustias y los cargos de conciencia lograron hacer que la Culpa se sintiese culpable de haber sido inefectiva.

Pero Perico seguía haciendo de las suyas.

A Chávez López
Sevilla abril 2025