¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Andora o la Pasión Sublimada (5ta entrega)

Consternados, pero a la vez conscientes del problema, mis padres me dejaron con Exnabor, aun a sabiendas de que lo más probable fuese que no me vieran nunca más. Entre llantos y promesas nos despedimos alentados por la vaga esperanza de reencontrarnos algún día.

A la mañana siguiente cuando desperté, Exnabor ya me había traído unas ropas que debía usar durante mi estancia en la isla: una pequeñísima falda marrón, muy ceñida que me descubría casi la mitad de las nalgas y una reducida camiseta del mismo color, la cual apenas  alcanzaba a contener mis senos, ya de por sí voluptuosos. Me resistí a usar esas vestimentas por considerarlas impúdicas pero él me convenció con este argumento:

-          Es necesario que vistas así para que te vayas acostumbrado a la escasez de ropa, porque a eso te va a someter Sebalá: poco a poco te irá despojando de lo que tienes hasta llevarte en la desnudez absoluta. De ti depende que conserves, aunque sea un hilo que preserve tu intimidad y te haga sentir cubierta. En el momento que tu sexo quede totalmente libre, le darás la puerta de entrada para que se apodere de tu alma y se adueñe definitivamente de ti. Por eso debo entrenarte para que sobrevivas en un mundo hostil y despiadado, tu cuerpo es lo único con lo que contarás en lo sucesivo y debes emplearlo para complacer a Sebalá.

Durante el tiempo que permanecí con Exnabor fui iniciada en el conocimiento de las hierbas, la defensa personal, la resistencia al dolor y el mentalismo. Además de eso, fui entrenada en el arte de la seducción. Pasados algunos meses en esta faena, Exnabor me llevó consigo a una apartada playa  de su isla con el pretexto de dar un paseo. A todas luces se mostraba triste y cabizbajo, como queriendo buscar en su mente las palabras más apropiadas para aquello que debía decir:

-          El plazo se ha cumplido, de ahora en adelante quedas a merced de Sebalá. A veces es cruel y despiadada con sus siervas, pero si cumples tus funciones sufrirás menos.

-          ¿Qué más sabes de ella? -Le pregunté-

-          He consultado a varios santeros, pero la información que me dan es muy contradictoria. Para algunos Sebalá es una diosa aun no reconocida por este culto, otros afirman que se trata de un espíritu dotado de poderes sobre los que poco se ha indagado. Los más sensacionalistas, se apresuran a pregonar que se trata de una fuerza  generada y mantenida por el pensamiento colectivo. Lo único que puedo dar por cierto es que no se trata de una aparición reciente dentro del entorno esotérico, he conseguido con uno de mis maestros en Haití, una copia de un manuscrito de principios de siglo donde se habla sobre ella. La definen como una entidad poderosa que se sustenta con el deseo reprimido. Para ello se vale de sus Lémbrinas, que no son otra cosa que sus esclavas incondicionales.

-          Una Lémbrina –prosiguió Exnabor- es una servidora de Sebalá dotada de ciertas cualidades. Después de la operación en la que Sebalá se apoderó de tu cuerpo, has ido adquiriendo las formas de una Lémbrina: tu cintura se redujo algunos centímetros; tus caderas se ensancharon groseramente para producir el contraste; tus piernas se tornaron gruesas y seductoras y tus senos aumentaron considerablemente, para ser extremadamente llamativos sin caer en la desproporción. Todo tu cuerpo ha sido redimensionado para provocar, para atraer, para seducir, aunque tú no te lo propongas. Yo mismo, con todos mis años, he tenido que tomar ciertas precauciones para poder acercarme a ti durante el tiempo que has estado bajo mi custodia. Tu voluptuosidad, es el anzuelo que atraerá todas las miradas lujuriosas y los deseos reprimidos de cuantos hombres te vean. En torno a ti solo girarán pensamientos morbosos, ataques irrefrenables de lascivia, impulsos instintivos que podrían llegar a la agresión, pero lo peor del caso, es que tú no podrás rehuir de tales circunstancias y, por el contrario, tendrás que buscarlas. Solo eso te hará útil a Sebalá y te mantendrá con vida.

Visiblemente compungida, ante aquella revelación Andora me dijo:

-          “Te puedes imaginar el infierno en el que se iba a convertir mi vida y eso sólo era el preámbulo”

(Fin de la transcripción)

Con esta última frase, Andora dio por concluido nuestro segundo encuentro. Regresé al hotel y después de cenar me dediqué a escuchar una y otra vez la cinta en donde había registrado su voz. Aun no creo del todo esta historia, pero me parece fascinante. Sin embargo, es el deseo incontenible de estar con ella lo que por ahora me motiva. No sé lo que me pasa, pero su presencia opera cambios inusitados en mi mente y en mi comportamiento.

CAPÍTULO III

TERCER ENCUENTRO CON ANDORA.

-Esta mañana nos hemos encontrado de nuevo, un saludo convencional ha precedido nuestro tercer encuentro. De nuevo la cinta corre y el casette se impregna de sus vivencias.

(Trascripción del 2do registro grabado)

    Sumamente entristecido, pero al mismo tiempo resignado, Exnabor me habló de mi nueva condición y las reglas a las que me debía someter:

-       Mientras estés bajo los dominios de Sebalá podrás prescindir de las necesidades humanas, ya que tu organismo adquirirá un nuevo estado en el que solo necesitarás del agua para adquirir los nutrientes que tu cuerpo necesita. Tu ciclo menstrual también debe desaparecer, al menos por algún tiempo, eso lo conseguirás preparando ciertas hierbas muy comunes en los lugares donde estarás y que se encargarán de neutralizar el proceso de ovulación... Con eso evitaremos que quedes encinta si algún día ocurre algo inesperado. Cuando salgas de esta situación sólo bastará que dejes de tomar las hierbas para que tu ciclo vuelva y puedas concebir sin ningún problema.

-       Esto es como estar muerta en vida –repliqué- de que me sirve la existencia bajo estas condiciones.

-       Necesitas aferrarte a la vida, con sangre y dolor si es necesario. He hecho todo esto por ti, porque las esperanzas existen.

-       ¿Qué esperanzas puede haber cuando me hallo sumida en la peor condición que puede experimentar una mujer?

-       No son muchas en realidad, pero existen mientras logres preservar tu cuerpo de la desnudez absoluta. Aunque tus atuendos sean ínfimos, debes procurar mantener oculto tu sexo, allí reposa el chakra de tu iniciación y si Sebalá llegara a apoderarse de él conseguiría inmediatamente la posesión de tu alma. Por ahora, sólo dispone de tu cuerpo y eso no le garantiza que seas una Lémbrina fiel porque tus pensamientos y emociones todavía te pertenecen, aunque los pueda leer en las noches a través de tus sueños.

-       ¿Y entonces? ¿Qué debo hacer? –Pregunté un poco más alentada-


(Continuará) 

Comentarios

  • ¡Vaya historia! Está interesante y muy bien contada. 
    Me gusta la forma de cómo tu personaje se va adentrando en la trama y veremos la siguiente entrega a ver qué pasa.
    Yo mejor la aplaudo, no sea que me vaya a echar encima un rito vudú si la critico.
  • Muchas gracias... espero no decepcionaros con las siguientes entregas
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com