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Lenguaje no sexista e incluyente

Ariel GarcíaAriel García Gonzalo de Berceo s.XIII
Converso con mi amiga en el bar El Cairo; le recuerdo que el lenguaje también sirve para hablar del propio lenguaje. Ella no duda; interponiendo a Bajtín, completa: «El lenguaje adopta la forma de un arma social; refleja la realidad, pero también la construye y determina». Reflexionamos, intentamos penetrar el momento en el que el lenguaje deja de ser una virtualidad para ponerse en juego la interacción comunicativa.

Nombrar o «visibilizar» los diversos géneros donde antes estaban «ocultos» podría influir, entre otras cosas, en la torcedura de ciertas líneas androcéntricas fuertemente afianzadas en la sociedad, pero mi amiga espera cambios repentinos; quizá sobrestime la contundencia del lenguaje inclusivo. Las transformaciones socio-psico-lógicas no se producen de un día para el otro.

Aunque yo no emplee el lenguaje inclusivo en cuanto al género en mis escritos y ella sí en los suyos, coincidimos en que los desdoblamientos, las «x» en algunos pronombres, las neolenguas o la redundancia de artículos diferenciados pueden llamar la atención pero son insuficientes si no se ponen en práctica políticas de cooperación para que las mismas palabras que hoy «representan la realidad» expresen, mañana, otra diferente; no olvidemos que la lengua, en sí, no es la realidad sino «una representación de la realidad» y son las personas quienes la ordenan desde el lenguaje.

Comentarios

  • Yo creo que la única función del lenguaje es la comunicación, tanto con los demás como con un@ mism@ . Si nos fijamos más en las formas - que tienen su importancia - que en lo que queremos comunicar, el lenguaje pierde su esencia. Pienso, - a duras penas ya - que nos estamos poniendo muy tontos y muy exquisitos con todo y en vez de facilitar la comunicación nos empeñamos en facilitar las diferencias.
  • Marcelo_ChorenMarcelo_Choren Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    El lenguaje es algo vivo y pertenece a la gente. Tratar de imponer una determinada modalidad (que puede tener sus razones perfectamente válidas) es un despropósito.
    Decir "todes" en lugar de "todos", me resulta insoportable. Esta forma de "inclusión", me suena, más bien, a "invasión", a un atropello a la economía del lenguaje, y a sus formas.
    Hay una parte importante de la sociedad que vive enfadada por todo, se les ha afinado la piel y cualquier pensamiento que se aparte de lo que consideran políticamente correcto es reprobado (a veces con violencia, aunque sea verbal).
    Casualmente, en 2018, la editorial Ethos, junto a dos desquiciadas, sacó "La principesa", versión "no sexista e inclusiva" del clásico de Saint-Exupéry.
    También se hizo el intento de modificar "Charlie y la fábrica de chocolate", quitando las palabras feo y gordo, (los umpa lumpas, pasaban a ser seres "no binarios"). Por suerte el proyecto no llegó a cuajar.
    No quiero pensar qué harán con "La gallina degollada", quizá quemar fotos de Horacio Quiroga en las places públiques.

    Saludos,
    Marcelo
  • Si Marcelo, hemos empezado a "borrar el pasado" cuando retocamos las películas de Humphrey Bogart para quítele el cigarrillo digitalmente porque fumar es políticamente incorrecto o cambiamos los textos de los clásicos estamos privando a nuestros descendientes de la posibilidad de conocer otras épocas, de saber como eran sus antepasados y en que entorno vivían. Parece que la solución es pasar una pátina de virtuosismo inclusivo que convierta todo el mundo al mundo que unos pocos quieren vivir en lugar de hacer que el mundo sea cómo es y pueda mirar atrás y no sentirse incómodo por cómo fue. 

    Los que somos y nos sentimos normales con nuestro ser aceptemos a los que son y se sienten cómodos con cómo son y todos aceptemos como sociedad cómo fuimos, y si no nos gusta genial, tendremos algo que aprender y mejorar.
  • Buena tarde a todas las personas participantes.

    Agradezco a Ariel García su lúcido artículo de opinión. Es un punto de inicio magnífico para la reflexión sobre este tema tan actual del lenguaje.

    Esta vez mi comentario va a ser breve, pero con lo que diga a buen seguro bastará para copar este amplio tema y la realidad que estamos viviendo.   

    1.- ¿Os suena el libro 1984, de George Orwell? Claro que si.

    2.- ¿Recordáis al personaje de Winston y este fragmento?

    (...) Le estamos dando al idioma su forma final, la forma que tendrá cuando nadie hable más que neolengua. Cuando terminemos nuestra labor, tendréis que empezar a aprenderlo de nuevo. Creerás, seguramente, que nuestro principal trabajo consiste en inventar palabras. Nada de eso. Lo que hacemos es destruir palabras, centenares de palabras cada día. Estamos podando el idioma para dejarlo en los huesos. De las palabras que contenga la onceava edición, ninguna quedará anticuada antes del año 2050–. Dio un hambriento bocado a su pedazo de pan y se lo tragó sin dejar de hablar con una especie de apasionamiento pedante. Se le había animado su rostro moreno, y sus ojos, sin perder el aire soñador, no tenían ya su expresión burlona.

    La destrucción de las palabras es algo de gran hermosura. Por supuesto, las principales víctimas son los verbos y los adjetivos, pero también hay centenares de nombres de los que uno puede prescindir. No se trata sólo de los sinónimos. También los antónimos. En realidad ¿qué justificación tiene el empleo de una palabra sólo porque sea lo contrario de otra? Toda palabra contiene en sí misma su contraria. Por ejemplo, tenemos «bueno». Si tienes una palabra como «bueno», ¿qué necesidad hay de lo contrario, «malo»? Nobueno sirve exactamente igual, mejor todavía, porque es la palabra exactamente contraria a «bueno» y la otra no. Por otra parte, si quieres un reforzamiento de la palabra «bueno», ¿qué sentido tienen esas confusas e inútiles palabras «excelente, espléndido» y otras por el estilo? Plusbueno basta para decir lo que es mejor que lo simplemente bueno y dobleplusbueno sirve perfectamente para acentuar el grado de bondad. Es el superlativo perfecto. (...).

    LA GUERRA ES LA PAZ.
    LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD.
    LA IGNORANCIA ES LA FUERZA.

    Todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad.
    (Julio Verne)

    El futuro es ahora, no es inevitable, es inventable. Lo que está por venir será, en buena parte, lo que sembremos hoy.
    (Mahatma Gandhi)






  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado julio 2023


    El lenguaje no construye (ni deconstruye) la realidad, y por tanto tampoco la transforma. Tampoco creo en la afirmación de que el lenguaje lo hacemos -libre, natural y espontáneamente- los usuarios. El lenguaje es una construcción social y en parte, como tal, ideológica, pero no es causal ni determinante.


    Esta reivindicación culturalista actual de mejorar la sociedad a través de la lengua o de aspectos aislados de la cultura es como querer empezar la casa por el tejado.


    También conviene diferenciar entre el lenguaje antisexista, que puede ser de relativa utilidad para tomar conciencia sobre cómo tenemos naturalizados determinados conceptos, y el "inclusivo", que es un invento posmoderno que no hay por dónde cogerlo.


    Y entre la crítica razonada a través del lenguaje y la imposición artificial de un lenguaje, o neolenguaje en el caso inclusivo.


    PD: No entiendo bien eso de visibilizar los "diversos géneros", Ariel... Hay dos géneros en el lenguaje, masculino y femenino, correspondientes a los dos sexos. El único "género" invisibilizado es el femenino. 


  • Interesante hilo, lo he leido atenta. EStoy totalmente de acuerdo con el resto de foreros, igual acabaremos declinando de nuevo como en el latin, no sé, la liaremos gorda en la carniceria y demás... Yo misma he recibido mensages ( no muy agradables por cierto) por manifestar mi postura contraria a esta invasión linguistica y escribir un pequeño texto oponiendome, de hecho, creo que se confunde lenguaje inclusivo con lenguaje sexista; si me dieran a elegir optaria, por igual en los salarios, una conciliación familiar real y eficiente, un prohibición explicita de cosificación del cuerpo de la mujer, un aumento en las penas contra acoso y violaciones, un educación sexual correcta, una contracultura que pusiera en jaque a la cultura de "las  esteticas" para los cuerpos femeninos" un control de mensages sexistas en la redes y acoso, un reconomiento de todos los géneros desde el respeto y la aceptación de los mismos con naturalidad y sin obligaciones, ningun tipo de discriminación, Por haber, hailos, ¿ se dice asi? Considero que en la tolerancia de hablar a una persona trans y respetarla, tambien debe darse la tolerancia de comprender que todo proceso lleva su tiempo; aún estamos anclados en la desigualdad social para masculino y femenino, y sinceramente, necesitamos un poco de tolerancia en todos los sentidos, tendencias y encuentros. 
    Soy mujer, y considero que toda realidad y lenguaje se cambia con tu presencia en el mundo; y la coherencia de vivir y actuar de acuerdo a tus valores y creencias, obligar a la lengua a un cambio radical, es simplemente imposible. Solo causa, y como el texto puesto dice, destrucción de palabras, ignorancia e incultura. 
    Soy madre, y defiendo los cuentos clásicos; y si me tocan a El principito, soy capaz de asesinar en su causa. ¡ eso si que es un sacrilegio! Cada mito y cuento, trae una enseñanza, y de todo se aprende en esta vida, para tener la libertad de elegir. 
    Al final todo se trata de desviar miradas a los verdaderos problemas, y vuelvo al comienzo, al mundo romano, circo y juegos. 
    Estos cambios, si se dieran, no los veran ni ellos ni nosotros, andaremos todos ya muertos. 
  • Respeto a las comunidades no heterosexuales, pero estoy en contra del lenguaje inclusivo.
    Jamás escribiré de esa manera y cuando en la Editorial me sugirieron que hiciera mis artículos con esa aberrante forma de expresión, le contesté al dueño de la empresa: 'Es más fácil que deje de trabajar para usted antes de pervertir el idioma que tanto quiero y defiendo'.
    El idioma español es el más hermoso del mundo y por ello soy escritor. No vamos a pervertir nuestra literatura por unos cuantos a los que no les parece que se hable y se escriba en la forma más correcta.
  • Estoy de acuerdo con todo lo que comparten. Y agrego: EL LENGUAJE INCLUSIVO ME EMBOLA. Igual que a "Clarito", mi personaje varón trans, que no soporta el lenguaje inclusivo, es antiaborto y tiene a toda la comunidad trans como "haters". Pero, bueno, así es Clarito.
  • Nuestro lenguaje como escritores debe de ser respetado aunque nos pongamos en contra de todo el mundo.
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