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El tósigo diario

antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

El tósigo diario

Hoy, mientras miraba por la ventana de mi cuarto, no veía el mar, ni tampoco el cielo, ni siquiera he podido oler la sal del paseo marítimo de enfrente de mi casa. He sido incapaz de traspasar con mis ojos esa negra y maldita cortina de la soledad.

He podido ver cómo las dudas se tragaban lo que creía podían ser halos de luz, y he visto mi alma desamparada y perdida, atrapada en los márgenes de la desolación. Quisiera abandonarme en ese frío alféizar y ser devorado por cuervos que no entienden de compasión. Yo mismo me abriría el vientre, dejando al descubierto las vísceras de mis lamentos, los corrosivos ácidos de la culpa, el sangriento corazón de las penas.

El laberinto del destino ha desembocado precipitadamente en la calle que tanto temí cruzar, esa que está al final del camino. Pero, tal vez, solo sea el desvarío provocado por el dolor, por la impotencia, por el desgarro que la rabia contenida ocasiona en los abismos más oscuros de mi espíritu.

Apenas tengo fuerzas para mantenerme en pie, y de nuevo me dejo caer en el sillón. Cansado, forzando los pulmones en un vano intento de llevar a mis células el oxígeno que casi no pueden retener. Confuso, buscando en mis pensamientos la clave que me permita llenar de razón los vacíos argumentos de la vida.

No hay nada más vulgar que la realidad, que es la que me ha hecho un traje a medida, la que ha vestido a mi vanidad, la que ha inyectado en mis venas el tósigo diario, que es el que aplasta mi cuerpo y diluye mi ánimo en este maldito averno.

Hace ya horas que oigo sus pasos, me busca incansablemente; si no me ha encontrado todavía no es porque yo esconda mi aglomerado de carne y huesos, simplemente por su torpeza. Su eficiencia se basa en lo irremediable. Ella no conoce la prisa. Sin embargo, el dolor que me quema se propaga con rapidez agotando mi energía. ¿Qué es lo que soy? ¿Qué fuerzas me han modelado? ¿Por qué mi cuerpo se cubre de llagas ensangrentadas? ¿Por qué me duele el estómago de tanto vomitar vida?

Pienso en el universo, ese fondo oscuro que da cobijo a la imaginación de los sabios. Pienso en el infinito, y apenas si puedo contener la risa. Pienso en Dios y en el desconsuelo que crea Él en mi garganta. Pienso en el hombre, y puedo ver el limitado recipiente de la consciencia. Y pienso en la consciencia solo veo un cuerpo que excreta las miserias de la mortalidad.

He maldecido la muerte porque me arrebata la vida, y ahora que muerte está aquí, sé que es la vida la que me abandona.




Antonio Chávez López
Sevilla abril 2022

 >:) 


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