¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

7 porqués sin respuesta

antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


7 Porqués sin respuesta

1º.- ¿Por qué en el organismo humano el área de recreación se halla junto al área de desperdicios?

 

2º.- ¿Por qué aquella famosa frase: “yo sólo sé que no sé nada?”. En el momento en que sabes que no sabes, sabes algo, y cuando sabes algo es imposible que no sepas nada.

 

3º.- ¿Por qué en La Santísima Última Cena todos los comensales se sentaron del mismo lado de la mesa?

4º.- ¿Por qué alguien antes de preguntarte lo que te quiere preguntar te hace primero una pregunta para saber si te puede preguntar lo que te quiere preguntar?


5º.- ¿Por qué se dice que los hombres que son mujeriegos, en realidad son homosexuales reprimidos? ¡No entiendo! Cuándo te gusta mucho hacer algo, ¿quieres hacer lo contrario? Siguiendo esta lógica, los vegetarianos son carnívoros reprimidos, los toreros son hombres reprimidos por la Asociación Protectora de Animales, y Stephen Hawking era un genio reprimido que aparentaba tener un coeficiente intelectual inferior al inferior, cuando en realidad lo tenía superior al superior.

 

6º.- ¿Por qué si las Torres Gemelas eran edificios inteligentes, no se hicieron a un lado cuando venían los aviones a too gas contra ellas?

 

7º.- ¿Por qué existen algunas leyes absurdas en el planeta Tierra? Verbigracia: en Indonesia, la persona que sea sorprendida masturbándose, recibe como castigo la horca. ¡Qué atrocidad! Así sí que no vale la pena jugar con los genitales de uno mismo. Castigos de esa magnitud son los que se necesitan en la actualidad para que la masturbación vuelva a ocupar el lugar que le corresponde y que vilmente le arrancó injustamente esa parte de la sociedad que está llena a tope de prejuicios y de tabúes retrógrados





Comentarios

  • Interesante, hubiera sido hasta chistoso ver como las torres gemelas le hacían el quite al avión, que cosas hay que no tienen lógica, 
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Interesante, hubiera sido hasta chistoso ver como las torres gemelas le hacían el quite al avión, que cosas hay que no tienen lógica, 

    Pues si hicieron tres o cuatro películas (con los hechos sucedidos en ficticias maquetas) con diferentes elencos de artistas, de productores y directores, y solo con los aviones arremetiendo contra las dos torres y las tres películas fueron éxito de taquilla... ¿te imaginas el taquillazo y si ambas torres hubiesen toreado a los aviones, moviéndose de un lado a otro?




  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Al día siguiente de aquel terrorífico ataque terrorista, escribí este artículo que fue publicado en un periódico local de mi ciudad, Sevilla


    Por culpa de un día 11, el mes 9 tiene ya un 7 para siempre

    Veníamos viviendo en un cuento de hadas a la orilla de una prestigiosa bahía, rodeados de príncipes de la economía, héroes del arte, supermanes de lo increíble, y en una aparente y definitiva Babel que conseguía, por fin, el liderazgo entre todas las babeles anteriores: la armonía del caos y lo contrapuesto. Pero no teníamos la cabeza ni la imaginación preparadas para que a nuestro gran faro le entrase por lo más alto dos gigantescos túrmix con grandes y demoledoras aspas y le triturasen la testa, dejándonos como único recuerdo un enorme e irrellenable boquete.

    Lloramos ahora desconsoladamente por la muerte de tantísimos inocentes, lloramos por haberse salido con las suyas un fanatismo criminal, pero lloramos, sobre todo, por nosotros mismos. Pobres niños que despiertan de un sueño, indefensos, solos, huérfanos. No estaban hechas nuestras retinas ni nuestras neuronas para que le entrase a Occidente a través de unas grandes cristaleras dos pájaros metálicos supersónicos y devoronasen nuestra majestuosa Babel, que creíamos indestructible. Se nos ha roto, en un 11 siniestro, nuestro juguete más preciado. Nos ha entrado por ese ventanal de una vanidad de 400 y pico de metros de soberbia humana el tiburón de la historia, al que creíamos metido para siempre en una pecera y al que podíamos observar plácidamente como si fuera un chanquete.

    Nueva York es ahora lo mismo que eran todas las otras babeles anteriores, una gigantesca ficción, apoyada en pies de barro y en forma de torres gemelas. Y este es el dilema, que nos habíamos ido poniendo, como Alicia en el País de las Maravillas, al otro lado del espejo, y ya estábamos cada vez más acomodados en un mundo de fantasías y hechos insustanciales.

    Hace tiempo ya que perdimos una humildad obligatoria para toda civilización. Mucho antes de que esas naves asesinas penetrasen los cristales, habíamos puesto nuestro granito de arena de fuego y de odio.

    Veníamos comportándonos cual guardián altivo que cree que no queda perro salvaje que no se someta a su silbato, político, militar y financiero, y nuestra soberbia, inconsciente e incontrolada, se había alzado antes que los rascacielos destruidos, pero ahora ha caído con idéntico estruendo.

    Desde hace un siglo, veníamos creyéndonos que nuestro racionalismo, unánime y cojitranco, era un arma efectiva para enfrentarse al mundo y domarlo de las pasiones y las irracionalidades humanas, que ya pensábamos que las tenía todas atadas el Pentágono, pero el Pentágono sólo tiene y sólo entiende de aparatos.

    Veníamos explayándonos, desde hace un siglo, en una era de pasiones y no en la vieja era de estructuras. Como una muestra más de nuestra desmesurada imprudencia, hemos ido desmontando, como auténticos suicidas, todos los cortafuegos que nuestra experiencia histórica había ido poniendo para que nos sirviera de protección ante el eterno retorno de lo mismo; un huracán de irracionalidades sangrientas.

    Nos reconcomemos ahora buscando causas y efectos, talibanes y fanatismos en el fondo de los países oscuros, pero no queremos acordarnos de nuestras exageradas sofisticaciones, de todo lo que hemos ido tirando por la borda, ufanos y afanosos, durante nuestras circunnavegaciones: una ingeniería, filosófica, moral y política, que, mal que bien, habíamos ido heredando de nuestros pasados y nos había ido llevando.

    Liberados ya de nuestro fardo, que siempre nos había parecido lento y pesado para un sprint osado a nuestra inclusión histórica, nos hemos ido entregando al reino de las ligerezas y a los sueños inocentes, pero robustos en una sociedad ilustrada, trazada en la musculatura intelectual de los pensadores liberales, que nada tiene que ver con sus exangües sucesores o sus epígonos. Hemos ido derivándonos hacia la construcción de una sociedad tribal y trivializada, en la que engullíamos masocotes de ideas muertas, grandes dosis de fatuidades, egoísmos de baratijas y verdades tan acomodaticias como ficciones.

    Y, ante esta tesitura, el mundo se estaba polarizando en dos mitades: sociedades cada vez más tribales y sociedades cada vez más triviales. Y este es el problema; ahora, de pronto, la ciega pasión tribal nos ha despertado bruscamente de nuestra pasión trivializadora. Esos malvados aviones nos han mutilado nuestra ciudad-estado que nuestra imaginación había construido en un modelo.

    Convertidos ya todos en un gran muñón, hemos descubierto, por fin, en qué consistía el nuevo y rutilante orden mundial: en desorden. Nueva York, como símbolo, más que como Gran Manzana, era una fábula, y en cuestión de pocos minutos nos hemos vuelto conscientes de nuestra propia inconsciencia.

    De nuevo, y como venía siendo costumbre, estamos en medio de la jungla acompañados de nuestros inseparables amigos de siempre: el caos y la fragilidad eterna.


    A. Chávez López
    Sevilla 12/09/2001


  • No hubieran sido tan exitosos al no haber muertos, solo las tragedias atraen al publico curioso que se alimenta del dolor y la sangre derramada.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    No hubieran sido tan exitosos al no haber muertos, solo las tragedias atraen al publico curioso que se alimenta del dolor y la sangre derramada.

    Tienes razón, jefa. No sé por qué diabólicas imaginaciones nos llenan más las tragedias que las comedias. Supongo que los grandes pensadores o psicólogos o psiquíatras han ahondado con exhaustivas averiguaciones en este peliagudo asunto. Desde luego, es digno de acertadas conclusiones. Claro que cada quien se hace una idea a su antojo.

    :)  
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com