El mal del vecino
Ladrones
~ 1 ~
“Todos los caminos pasan por La Tierra”.
Era una broma difundida por los usuarios de magia de traslación. Según ellos, cualquier error de pronunciación, falta de concentración, viajes accidentales… todo podría llevarte por casualidad a La Tierra.
Y aún así, casi todos los terráneos seguían sin saber sobre toda la vida, ciencia y magia que había más allá de su atmósfera y sus prejuicios. Era lo que llamaban un mundo no libre, pues aún lo restringía por la ignorancia.
Cada vez había menos de esos mundos, y más leyes para protegerlos de algún vecino que intentara aprovecharse de sus limitaciones.
Vecinos como Kamnaid, gobernante de un mundo conocido como Kren. El problema era que nadie sabía que estaba afectando a La Tierra. Sólo estaban al tanto del daño que causaba en su propio hogar, algo en lo que La Sociedad de Mundos Libres había decidido no intervenir hacía casi catorce años.
Aún así, uno de sus Guardias de Paz había conspirado contra Kamnaid, y luego lo había atacado directamente, sólo para ser asesinado como todos los retadores legítimos que habían entrado antes a la Sala del Trono. Todos los que le habían ayudado morirían también.
Lo que nos lleva al día de la ejecución de Idmeik.
En La Tierra, era sábado. Dos chicas hablaban de la carrera universitaria que querían seguir, y un adolescente hacía la tarea de una chica bonita en su cafetería predilecta. Nada extraordinario.
En Kren, dos cazadores arrastraron a un hombre hasta un enorme salón en donde el gobernante lo esperaba para apuñalarlo.
No fue una herida severa, pero Idmeik sabía que sólo era el inicio de su castigo.
No suplicó por su vida como había suplicado por la de su familia. En cambio, se obligó a mirar a la cara a su asesino: a mostrar orgullo por primera vez. Al hacerlo vio el collar que colgaba del cuello del gobernante. Reconoció la magia de su amiga, brillando como fuego blanco dentro de un cubo de cristal.
No pensó en lo que haría, o para qué. Sólo extendió su mano, sujetando con fuerza el pequeño contenedor, y pronunció una palabra extranjera. Desapareció en el acto.
Kamnaid no intentó detenerlo. El veneno haría su trabajo de todas formas. No se daba cuenta de que el traidor se había llevado un pequeño trofeo, así que no le importaba su paradero.
Mientras el gobernante de Kren seguía con su día, el hombre al que había descubierto conspirando contra él, estaba en un lugar desconocido. La luz y el sonido parecían excesivos, aunque los amortiguaban los altos edificios que había a ambos lados del callejón.
Se le ocurrió que siempre había estado destinado a traer esta magia a un mundo en donde nadie sabría reconocerla. La dueña original no hubiera querido que Kamnaid la tuviera.
El fugitivo se puso tan cómodo como podía estar en sus circunstancias, sentado contra un muro áspero en un callejón húmedo. Muriendo lentamente.
Después de lo que pareció ser un siglo, escuchó pasos. No tuvo la fuerza para alzar la vista. ¿Serían ellos? No importaba. Ya nada importaba. Sólo… Deseó desesperádamente una última noticia de su hijo menor.
―Ya hizo un amigo―dijo el chico que acababa de llegar―. Todavía extraña su hogar y está aterrado, pero estará bien. Kamnaid ni siquiera se acuerda de él.
La voz aún tenía algún matiz de la preadolescencia, pero ese tono paciente lo hacía sonar como alguien a quien Idmeik conocía.
Cuando el recién llegado se arrodilló frente a él, no le sorprendió descubrir que también se miraba como el eco de su amigo.
―¿Frankie? ―logró susurrar, mientras intentaba alzar su mano para ofrecerle el pequeño trofeo.
Su interlocutor negó con la cabeza. Sus ojos no tenían la misma compasión y madurez que los del hombre con quien Idmeik lo había confundido.
Su nombre era Ángel, y jamás había visto a esa persona a la que tanto se parecía. Sin embargo, aceptó el collar de Meridyia como si siempre hubiera sido su destino recibirlo, y sostuvo la mano del moribundo hasta el final.
A diferencia de Idmeik, el adolescente no creía en el destino, pero sabía reconocer un evento trascendental. Convencido de que esta era una oportunidad, la tomó como lo había hecho Idmeik al robar la joya: sin un plan, sin un propósito, y tratando de ignorar el hecho de que la muerte estaba justo ahí.
Era la primera vez que veía fallecer a alguien, aunque sus pesadillas de niño solían ser tan vívidas y sangrientas que esto no se comparaba.
Al menos había dado algo de paz al hombre.
Pero no podía quedarse más tiempo. Kamnaid ya había notado que le habían robado y enviaría a sus cazadores tras el rastro de Idmeik.
Ángel sabía que no tardarían, tal como había sabido que Idmeik estaba aquí. Así como sabía exactamente qué era el objeto que acababa de obtener. Ese era su don: enterarse de todo tipo de información sin tener que buscarla.
Comentarios
Por lo visto esta es una historia de fantasía, aunque no me queda muy claro si Kren es un mundo de nuestro universo, o si se trata de un universo paralelo.
Otra cosa que no me llega a cuadrar es este párrafo:
Ya que dónde se encuentra, rompe con la continuidad de la historia. Se vería mejor si lo ubicas más abajo, cuando empiezas a hablar sobre Teresa y Soham.
Fuera de eso, no tengo muchas más quejas. Interesante relato y quedo a la expectativa de más.
“ Es interesante el giro argumental que da nada más empezar, con el tal Idmeik transportándose a otro mundo y dando la joya a Ángel, que hace de nexo entre dicho objeto y la protagonista. Está bien escrito, y de momento parece menos triste y oscuro que lo que estoy acostumbrado en tus obras. Aunque al principio hay un asesinato, enseguida cambia a jóvenes haciendo deporte y pasándoselo bien. Me gusta más consumir una historia de este tipo”
En esta nueva versión veo que has cambiado cosas relacionadas con la forma de expresarse. A mí me parecía bien como estaba la otra versión, no creo que esos cambios sean relevantes salvo este añadido:
Ese me ha gustado porque añade detalle a la acción del personaje
Efectivamente, para mi forma de apreciar, este es un capítulo de una novela de fantasía y, sinceramente, no resulta incomprensible su lectura, todo lo contrario. Los personajes están bien ubicados y los diálogos son correctos, aunque debo añadir que no es el tipo de escritos que más me gustan, sin menoscabo a tu imaginación.
Por censurar algo, me permito hacer unas objeciones. Pones... "Y aún así, casi todos los terráneos", sobre esto pienso, que más que desconocimiento por tu parte, debe ser una ofuscación, porque no es terráneo sino terráqueo, además de que ese aun no lleva tilde (como si pusieras "a pesar de eso"). Este fallo ortográfico del mismo "aun" lo repites en otro párrafo de más abajo. Además de que hay comas (,) que sobran y otras que faltan. Yo me inventé, para mi forma de escribir, una definición sui géneris de la coma: "El signo ortográfico coma (,) es un descanso para la pluma y a su vez un descanso para el lector".
Saludos
En pocos párrafos nos situas en el contexto y veo un buen equilíbrio entre descripciones y diálogos-
No me cuadra la frase:
"Se le ocurrió que siempre había estado destinado a traer esta magia a un mundo en donde nadie sabría reconocerla".
Porque cuando el collar llega a manos de los personajes, reconocen enseguida lo que es.
Por lo demás, me ha gustado. Estaré a la expectativa.
@gary_d_crowley Sí, esa parte (que creo que no estaba en la primera versión que mencionó @Iramesoj ) tampoco me convence. Es parte de los muchos intentos de definir a quién y a qué mundo presentar primero.
@cehi tomaré la tuya como una opinión neutral (por no ser este tu tipo de lectura). Y no, la palabra rara no fue accidental. Asi les dicen "en el resto del universo" a los que viven en La Tierra.
@Jano ¡Bien detectado! Pero más que un error, es sospechoso que Ángel y su familia estén tan familiarizados con cosas de otro mundo, si se supone que la gente de La Tierra vive en la bendita ignorancia.
tyess dijo, entre otras coas...
"Y no, la palabra rara no fue accidental. Asi les dicen "en el resto del universo" a los que viven en La Tierra".
Esta es la definición de terráneo
Diccionario de la lengua española (DRAE)
Los terráneos, a veces referidos como los primeros enanos), son proto-seres de piedra similares a los enanos que fueron creados por los titanes para ayudar a moldear las regiones subterráneas del mundo de Azeroth.
Esta es la definición de terráqueo
Diccionario de la lengua española (DRAE)
Supongo que esta frase es un símil de "todos los caminos conducen a Roma", pero en versión "extraterrestre". Me ha gustado.
Interesante la idea de que aquí la tierra es un "mundo no libre" por estar sujeto a la ignorancia, un tipo de esclavitud en la cual no solemos pensar pero que siempre existe. Me ha parecido bastante original.
El cambio de punto de vista de Idmeik a Angel, a pesar de ser de un momento a otro, se siente totalmente natural y casi imperceptible. No es fácil hacer esto y que no resulte abrupto. Bien logrado.
No tengo nada negativo que decir, realmente. A pesar de toda la terminología y nombres propios, he logrado situarme en todo momento. Hay un buen equilibrio entre descripciones y diálogos. Incluso personajes como Idmeik, el cual aparece y desaparece dentro del mismo capítulo, logra despertar interés. Buen trabajo!
No te preocupes Jano, también me ha pasado jeje.
Pues en efecto, no conocía el término "terráneo" cuando busqué una forma de que se refirieran a ellos los de otros mundos.Y supongo que google no tuvo la gentileza de reportarmelo... creo que ni siquiera usaba google en ese entonces.
Ahora es tarde para inventar otra palabra, ya estoy acostumbrada y tendría que corregir demasiadas historias. Probablemente usaré la coincidencia para hacer pasar un mal rato a algún personaje de La Tierra, y eso será todo.
Ahora es tarde para inventar otra palabra, ya estoy acostumbrada y tendría que corregir demasiadas historias. Probablemente usaré la coincidencia para hacer pasar un mal rato a algún personaje de La Tierra, y eso será todo.
A mí, desde luego, no me hace pasar ningún mal rato. "Ca uno es ca uno", como dijo el torero.