El robot, después de la huida, consiguió esconderse en la inmensa ciudad de las casillas, pequeñas estructuras cuadradas, triangulares y circulares en forma de tubo.
Pero los tres hombres que le seguían, pertinaces y sanguinarios, consiguieron dar con él y le acorralaron con una sofisticada técnica de rayos-ondas.
El androide se defiende en una lucha a muerte por la supervivencia. Después le interrogan.
- ¿Tú sabes donde se enconde el Truhan, verdad?
- Voy a morir, no tengo tiempo, necesito componentes hiperextésicos para ciertas conexiones, en esas conexiones está la información sobre el Truhan.
-¡Suelta lo que sepas, entonces! -dijo otro de los hombres.
- Necesito esas células droidemoleculares, con eso, incluso después de muerto, tendréis la información que buscáis.
-¿Dónde podemos conseguir esa sustancia?
- En un lugar de las afueras, una tienda de maravillas llamada "El Paraiso de los Robots". ¡Dáos prisa hermanos! me quedan de vida 3 minutos, 47 segundos. Incluso después de muerto, con esas células podré hablar.
Comentarios
Todo esto te lo digo con el mayor de los respetos y mi única intención es que mejores tu texto. Un saludo.