(I)
con el exterminio primaveral de los remordimientos de ayer
y
de
hoy
mi verano que se repite distorsionándolo todo
Es un día de un gran calor y llevo los ojos cosidos a los ojos
mientras
veo muchas garrafas de plástico
sudorosas por dentro
y crujientes por fuera
pero eres un verano de ojos inmóviles
de pupilas muertas y minutos de alambre azul
con hambre frenético de soles que besan por encima de la tierra
Verano de remordimiento que seca la boca
de ángeles rebeldes
de tejados planos por la desesperación de no pensar
de amores funambulescos y de bragas negras
un sol de incendio ululante que se dibuja
con amores aleatorios y que brotaban a chorros
desdibujando vidas
Otras veces sé que fuiste un verano de deshechos humanos
Verano de cristales húmedos como un labio
y más días con veranos claustrofóbicos casi a diario
Verano de tantas crisis convulsivas
Tú verano te desangras dulce y es verano
entreabriendo los ojos
y ahora imagino un verano que se hiciera pedazos en el suelo.
Maldito verano como si nunca hubieses existido
Comentarios
De primeras viene
vino
la hosquedad
el espontáneo
el estéril
El principio de todo fue cuando la naturaleza me revolvía el estómago
como si la muerte naciera dos veces
o
algo así
Una farsa que a veces parecía real
con Cicatrices
y Parásitos
Uñas muy largas y linternas mágicas
con vistas disolventes del maldito mar
En el comienzo necesitábamos querer a alguien
Querer y querer a un cuerpo escuálido
y la Gente desconocida
Con cara de rosa mustia
En aquellas manos abandonas deseándolo todo
TODO
Pero las pasiones no se escriben
y entre esta hierba caliente
apareció el final como sorbos de botella
Final con fuego de la tierra
El precio del hombre
O las raíces ocultas del ranúnculo
Algo semejante ha sucedido con nosotros
Me asomaba sobre las vísceras de bosques encantados
pero ya
es
la primera vez que no te quiero
.
.
Freud
he perdido la piedra filosofal cuando a veces voces
envolventes revuelven estómagos
la carne sin hacer puede con la carne derrumbada
porque cada niño ha de pasar una conducta de ancianos
sin imposición artificial.
o con el deseo de matar al padre
estás prisionera de tu propio laberinto
rompiendo rompes los dibujos
sabes bien que yo también he roto
de ahí mi crítica mi transgresión mi madre
buscas una realidad no satisfactoria, pero todo está allí
o recluirte en el mundo de la fantasía
el totemismo, o el patricidio dibujando
escrúpulos de conciencia aparecen
el muro se demuele cuando pintas
mismísima mujer, dile adiós a la niña que no está
haces lo que hace todo el mundo
tachando, rompes todo un trabajo que no comprendes
lo divides, neurótica y tachas, y ves cómo la belleza nace de la suciedad
la niña que no tuve ni tendré, la niña que me falta, por eso vine a decírtelo
Eres un rumor de luz cayendo
ya no eres, cambias
ninfómana de turno de noche
deja de lavar ya las sábanas
amas de lejos cuando se cierran las ventanas
tienes menos cielo, y ardiendo en esta noche interminable
sostienes a otro alguien vestido de color indeciso
Porque necesitas volver, te aburres. Descubres.
(Podría decir que me gusta tu poesía, mucho)
Me gusta mucho tu poesía
Ahora tengo la espesura de un madrugón y es lunes (un defecto de la semana), pasaré en otro momento a comentar más adecuadamente.
"... y llevo los ojos cosidos..." by Quinti
necesito café.
Soy la niña de ayer, Claudia eres, con un disfraz mojado.
De voz distinta y con aire para respirar, ella se salvó del agua.
Tú, con aire para volar, como palomas mensajeras metidas en sus jaulas,
enjauladas,
van con disfraces vestidas de palomas -y se ahogan vivas-
Dices que, en el cielo -castradas- las alas florecen en sus noches, y que vuelan las noches encendidas.
Es, en esta noche muerta -moviéndose- como palomas vivas y enjauladas.
Noches noches noches noches,
cuando bebo patas de mosca en esencia de rosas.
Rosas mustias, las moscas cojoneras son muy fastidiosas.
Alguien nos sigue, como moscas arrojando sangre, por las narices y la boca,
boca que canta insectos, o palomas disecadas
en sublimes arcadas disfrazadas de ternura.
...........
Se toma una hoja blanca, un lapicero, y un Johnnie Walker en vaso ancho, con hielo.
A continuación se cierran los ojos, esperando respuesta de la mano que tiembla; y estos son los resultados:)
Infinitar, con la falta de luz, como cuando el hombre desnudo tiene sed y bebe.
Te tienes que manchar, sudas, y pasan los cielos de largo, en estas primaveras tan calladas.
Estamos en la intemperie con frío, me relaciono pero no había nadie, como siempre, y tienes la boca negra. Infinito cuando un no es un sí, y un sí es un no. Próximo, al final de mi contrato, vuelven los momentos feroces. Golpes golpes, bebiendo monstruoso quiero sádico mi “no ser” tu sangre tu sangre por encima de todo. Fluición con ansias de vampiro, roja linfa densa, divina encanto que irradia tu muerte. Corazón transportes retorno, te vas. Me voy. Te tienes que marchar.
¿Ves cómo no me ofrecías nada en estos momentos feroces?
“la poesía es una herramienta del conocimiento y sirve para sacar lo que llevamos dentro."
Una definición sencilla.
No dejes de sacar, Quinti.
que labios, que respiración, que pecho dulce y mórbido
ahogas.”
Gimferrer
¡Oh! Caja de bombones como disturbios de collares de perlas caras.
Porque comer bombones es como no comer y pasar hambre.
Esa desnudez de chocolate romántica y suave,
o croquer delicado.
El mordisqueo de un bombón posándose en dientes blancos de marfil será lo máximo.
Y la caja está abierta como quien lo da todo.
Leves titubeos cogiendo un mundo con papel envolvente de colores;
Diversas formas rellenas con gotitas de licor,
Esas intromisiones continuadas, que dejan los bombones para luego.
Y descansa como un crimen que no es vicio,
Ni tan siquiera gula: tan solo fatalidad.
Ante unos bombones, todos los ojos de mujer se iluminan o eso dicen.
Se enciende el pelo y la carne. Perdiéndote.
Pinzas de dos dedos agudos que prenden el bombón más de mujer que nunca.
Un leve mordisco si no es fatál o almendras por fuera,
irremediablemente será veneno de deseo y fuego.
.
.
roja
sales al bosque cruda de un verano muerto
las ciencias para invadir las calles de la noche
atestadas de lobos con malos fines recuerda
vuelve esta noche y te recibirá con los brazos abiertos
entonces los tres seres así unidos
caperucita-lobo-abuelita era todo un cuerpo
en tiempos primitivos hubo una especie de cuento
tú lobo viscoso son pocas las fauces que conocen el placer
de la flagelación pura roja menstruada
ella la abuelita devorada llegando al mismo espasmo o eso dice
y el bosque sin nubes retorcía y gritaba con la flagelación de la carne roja
natural sentido insociable de un amor inteligente
yo he visto al espíritu corromperse
Caperucita eres la hija del cielo
no la que no tiene madre sino la hija de Júpiter y de Dione
vas de rojo popular cuando el lobo nunca se preocupó de tener amante
mientras la abuelita sufriendo dentro de las paredes desnudas
sábanas blancas sentías odio frente al resto de la habitación blanca y vacía
blanca y rectangular blanca abuelita de súbito deseo carnal
cita inesperada que recogía la luz triste de la tarde
la ciencia se compone de errores somos lobos
la noche se descompone en horrores carnosos
entre las numerosas presas que son castigadas a recibir el oprobio del lobo
no hay una que no tiemble posesa de infinito terror
Digamos abuelita digamos caperuza roja
cuando la flagelación en carne era el deleite incomprensible
incomparablemente rijosa opulencia de los pechos
emergiendo por entre gasas abalorios y disfraces
su ancha grupa sodomizada ondular lasciva al menor movimiento
El lobo muere todos mueren devorados
.
.
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Entramos en aquella casa, todos. Habitación de opción silenciosa. Los adioses de traumático pasado. La masacre dentro de estas cuatro paredes blancas, donde se empieza y se termina el salto al vacío. El filo de un cuchillo brilla. Comenzaron a llegar los invitados. Ya estamos todos, disciplinados, con un ligero halo lleno de vacío. No se les veía ni los brazos ni los pies. Otros que quisieron nacer, y hacerse a nosotros no vinieron. No pudieron venir. Empezamos con largos viajes, monstruosos los ocres de la tierra. Los niños duermen y somos varios en la sala. Álvaro, Álvaro, Álvaro y yo mismo, somos cuatro aquí dentro. Coagulados y los ojos distorsionados hablan. Hablaban. Hablando. Y el grito. Se oyeron los primeros compases de música macabra tejida con disonancias quejosas mientras. Porque es, era, necesario que este cuerpo, corruptible, multiplicado en varios, sea revestido de incompatibilidad y lo que es mortal se convierta (convirtiera) en inmortal. Tiene el perro a su lado. Veo a su lado un perro. ¿Tiene usté perro? Si, creo haber visto un difunto en el entorno de un sacerdote. Pero ya no sufre. Tengo una gran alegría al verle, una gran alegría. ¿Qué soy yo? Los gritos nos devolvieron a donde la orgía llegaba a su apogeo. Nuestros gritos. ¿Lo oyes? Nos están gritando y no escuchas. Por todas partes se veían grupos de hombres y mujeres acoplados en las posturas más groseras. De madrugada terminó la fiesta. Termino la fiesta. Abre bien los ojos. La fiesta terminó. ¿Lo ves? La tercera tenía un rostro blanquísimo, como yeso, el cabello color rojo fuego. Se oyó un golpe seco, fragoroso, causado por un instrumento desconocido. El lúgubre diseño de una calavera con signos brillantes. Los hombres me hastiaban. Uno de ellos, menos idiota, me sugirió mar y soledad. Foso lleno de agua. Un foso lleno de agua que me ahogaba lento. Esparcían mi sangre. Vuestra sangre. Agujero en el muro con rara inclinación. Ríos sagrados desiertos líquidos turbios. Veo más allá de una amiga mía, pero hoy nadie se acuerda de mí. Mientras, la bestia, te reprenden, la conciencia. Los brillos de animal en el vaso de los pétalos. Era la nada del principio. La nada de un principio. Te conformabas con beber del mismo vaso. La nada ni nadie se acuerda de ti. Ni de mí. ¿Dónde estaba tu boca? Su última vez. He conseguido ver si saber de ti. O no. Me voy clavando mariposas muertas. Olvidas, Álvaro y así pues, tienes derecho a acusar y condenar. Verlo, pintarlo y decirlo. Y vivir, sobre todo vivir.
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