No tiene nombre ni lugar, ni tampoco por donde comenzar lo nuestro
pero la realidad es tangible e innegable como el café que ahora mismo tomas.
al terminar esta carta puedes retornar tu camino y te aseguro con esta rudeza poco querida que yo tomaré el mío
Jamás vas a querer acordarte de mí, ni si quiera en esa fecha que tanto odias
tu trayecto es largo e infinito, pero tarde o temprano convergirá en donde expiro, física o mentalmente entrelazaras tu camino junto al mío y te darás cuenta cuan amorfo fue tu trayecto y convergimos en el mismo punto.