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El pasado de Brian: La Profecía del NoisyGhost (2)

josephmercierjosephmercier Anónimo s.XI
editado julio 2016 en Fantástica
Con el tiempo, cuando la policía desestimó la posibilidad de continuar investigando el accidente, y cuando el sentido común arrastró a la gente a pensar que el incendio podría haber sido un acto vandálico y negligente, los hermanos Jackes empezarían a tener la incertidumbre para siempre de si realmente sus padres los abandonaron en el bosque o si, en verdad, algo o alguien les impidió volver a por ellos aquella noche.

Desde aquel momento, Brian y Charlie se vieron obligados a vivir con su tía Elisabeth. Era una mujer encantadora que les acogió con todo su cariño durante muchos años. Juntos aprendieron a olvidar el pasado, afrontar el presente y a rememorar los buenos momentos de la familia. A Brian le gustaba juguetear con sus tirabuzones rubios y ella le solía complacer cogiéndole en brazos para acercarle la melena a sus manos. A veces les asustaba cuando aparecía de repente en el comedor ante la chimenea y los hermanos Jackes se miraban sorprendidos y sonreían al ver que era ella. La tía Beth les animaba contándoles historias fantásticas de sirenas, duendes y hechiceros, y siempre que Charlie saltaba a mencionar qué pasaba con «los malos», ella sonreía modestamente y les contestaba que los malos habían desaparecido hacía mucho tiempo, así que sus historias siempre adoptaban el mismo final feliz.

A medida que se fueron haciendo mayores, los Jackes reconocían todos los rasgos de su madre Claudia en el rostro de la tía Beth. El incidente que habían sufrido aquella noche en el bosque de Knowsville raramente salía a la luz en las conversaciones familiares, se convirtió en una especie de tabú que trataba de enterrarlo todo en el olvido, aunque la tía Beth siempre estaba allí para prestar sus oídos si a alguno de sus dos sobrinos le afligía la pena de aquella desgracia.

Con el tiempo, Brian acabó notando que la actitud de su tía era diferente a la del tabernero de la esquina, a la de la vendedora del pan y a la de la vecina que siempre conversaba con ella en el jardín. Desgraciadamente, cuando alcanzó la edad propicia para reflexionar sobre esa extrañeza, la tía Beth falleció. Habían transcurrido más de quince años desde que les acogiera entre sus brazos y la recordaron con ternura durante los siguientes meses. El pueblo de Knowsville les pareció mucho más sombrío y solitario que nunca; las noches se hacían más largas y oscuras, y los días parecían más grises sin ella. Tardaron un tiempo en recuperarse y salir adelante solos, porque ya no quedaba nadie de la familia en quien poder apoyarse.

El día que Charlie llegó animado a casa con la noticia de que habían heredado otro hogar en el que poder vivir, lejos de ese pueblo lleno de recuerdos aciagos, los hermanos Jackes no lo dudaron ni un segundo. Recogieron apresuradamente sus cosas, prepararon maletas y se mudaron a Oddbury.

Allí reiniciaron sus vidas y allí comienza esta historia, aunque sus orígenes se remonten atrás; mucho más atrás.




Este es el primer capítulo de la primera novela de la saga El Pasado de Brian. Si os quedáis con la intriga, podéis encontrar el segundo capítulo en mi página web: www.josephmercier.es. El libro está a la venta en toda España. ¡Gracias por leerme chicos!
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