En un día de lluvia el niño se perdió. Con gusto el fantasma de otro lo guió.
Adelantado por tres pasos lo animó a seguir los suyos con una canción.
Secándose las lágrimas con las manos ahora avanzaba consolado.
El fantasma en la calle se paró y lo saludó cuando el niño lo alcanzó.
El pequeño no vio al camión y la sangre se derramó.
Dos niños fantamas ahora eran que jugaban ignorando la tristeza.
Cantando y riendo a otros niños a buscar fueron.
Y con eso hago mi triunfal regreso...o algo así
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