¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Carolina en el horno – Reflexiones sobre un cuento

WalterWalter Gonzalo de Berceo s.XIII
editado agosto 2008 en Ensayo
He leído con mucha atención el cuento mencionado (http://www.forodeliteratura.com/showthread.php?t=3161), y lamento no poder comentarlo con Rebeca, que ha sido baneada.
En frases cortas, como ráfagas, Rebeca nos muestra las últimas horas de Carolina. Encerrada en un mundo “perfecto”, a su imagen y semejanza. Todo está ordenado “cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa”, así vive la protagonista, entre superficies pulidas y latas colocadas en fila.
Carolina sabe que hay otro mundo “ahí fuera”, pero trata de evitarlo despreciando a sus vecinos. Cualquier alteración de su rutina es vivida como una cuestión trascendental y, sobre todo como una perturbación del orden establecido.
Sin embargo, Carolina “escucha ruidos”. Ruidos provenientes de no se sabe dónde (es ella quien no lo sabe). Algo parece acecharla. La acecha.
Carolina muere por la ruptura casual de esa estructura rígida. La mata un inocente muñeco de peluche que no está en el lugar asignado.
Freud habla de lo siniestro como algo familiar que, de pronto, se vuelve amenazador.


Oscar Wilde dijo “la realidad imita al arte”. Esa frase, por su valor, alcanzaría para justificar cualquier otra que el escritor hubiera acuñado.
“La realidad imita al arte”
Traje esto a colación porque se me ocurrió establecer un paralelismo entre este foro, el departamento de la protagonista, los temores de Carolina y el accionar de la administración.
Lo perturbador, lo siniestro, parece ser el que cualquier usuario, si vierte una opinión contraria al canon impuesto, pasa de amigo a enemigo ipso facto, y se vuelve objeto de observación y vigilancia.

Quien quiera oír, que oiga.

Walter

Comentarios

  • anikabomanikabom Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2008
    Querido Walter;
    Yo no podría haber descrito mejor mis sentimientos. Llevo reflexionando sobre ese tema desde anoche, que llegué de unas mini vacaciones, y era incapaz de ponerle palabras a la cantidad de ideas que se me agolpaban. Tú lo has hecho, y no puedo sino estar totalmente de acuerdo.
    Creo que Rebeca se convirtió en el Osito de Peluche de su cuento, que estaba observando el mundo desde su rincón sin darse cuenta de que para otros esa mirada resultaba amenazante. ¿Y acaso es el Osito el culpable de la muerte de Carolina?...
    Los miedos, las fobias, los complejos... se convierten muchas veces en nuestro peor enemigo, distorsionándonos la realidad y haciendo que veamos fantasmas donde no los hay.

    Tan sólo espero (siempre pequé un poco de ilusa...) que en algún momento la administración del foro se frote los ojos para dejar de ver espejismos, que dejen de posar la guadaña del baneo sobre personas que opinan diferente y que dejen de temer que las latas de sopa de la abuela se mezclen con las del Kepchup del Krusty Burguer.
  • WalterWalter Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2008
    Gracias, Anikabom.
    Menos la muerte, todo es rectificable.
    Está esa frase "rectificar es de sabios", que creo muy acertada pero insuficiente. Para rectificar, además de sabiduría, hay que tener humildad ante uno mismo y ante los demás.
    Es un trago muy amargo, reconozcámoslo, el tener que, como decía mi viejo, "meter violín en bolsa". Y cuanto más aparatosas hayan sido las acciones, más duro será aceptar el patinazo.
    Hace unos años, un supervisor, creyendo que yo había cometido una equivocación (era una equivocación gorda, muy costosa para la empresa) no tuvo mejor idea que darme un rapapolvo delante de todo el personal. Yo era muy joven y no atiné sino a agachar la cabeza.
    Dos días después se supo que la metida de pata había sido de otro. El supervisor me llamó a su oficina y me dijo muy bajito que me olvidara de todo. Le pedí que repitiera esa especie de juicio cantado, pero para decirme lo que ahora susurraba. Me dijo "andá a trabajar, y ponete contento que no te eche".
    O sea mucho pecho salido a la hora de envolverse en la bandera de la libertad y la justicia y mucho murmullo cuando toca rectificar.
    De verdad, después de leer el blog de Rebeca, me he quedado de una pieza. No creo que sea información "retocada", no tendría sentido que lo fuera. Pero, después de desayunarme con eso, creo que sí pecas un poquito de ilusa.

    De nuevo, gracias por tu comentario.

    Walter
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com