Cariño:
Si te vas, no dejes de pagar tus adeudos de luz y teléfono. Repón lo del frigorífico. Limpia el baño que siempre dejas hecho un asco. Recoge tu tiradero del pasillo y los calcetines malolientes del lavadero.
Cierra la puerta. Apaga la luz…y vete amorosamente al carajo.