¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

La aldea

AlantarAlantar Gonzalo de Berceo s.XIII
editado agosto 2014 en Narrativa
La aldea


Me han invitado a comer en una aldea; estoy sentado en el aira* de una casa, charlando con los vecinos. Es día de fiesta; todo el mundo parece estar de buen humor. Estallan los barrenos en un cielo azul y completamente despejado; los niños, montados en sus bicicletas, corren a buscar las cañas que caen en picado después de la explosión.


-¡Tede cuidado non vos vaia caer unha na cabeza!.**


Los vecinos se muestran abiertos ante mis preguntas, hablamos sobre cómo era la vida en el campo: “pasábanse moitas penurias, e traballábamos coma mulas”***. En los sesenta empezó a llegar algo de maquinaria, haciendo el trabajo mucho más liviano. Uno de los vecinos señala hacia un viejo tractor aparcado dentro de un pajar: “ese xa o comprei de segunda man no seu día, foi o primeiro que veu á aldea”****. Explica que con él araba las patatas y el maíz, y cosechaba el trigo y el centeno. Ahora ya casi no lo utiliza; apenas quedan cultivos.


Antes, se un miraba ó redor, podía ver todos os pobos da redonda” responde otro vecino, poniéndose en pié y señalando con la mano hacia unos árboles, “agora son todos pinos e eucaliptos; nótase que xa naide vive do campo”*****.



* Espacio de tierra limpia y firme, algunas veces empedrado, donde se trillan las mieses (RAE).
** ¡Tened cuidado no vaya a caeros una en la cabeza!
*** “Se pasaban muchas penurias, trabajábamos como mulas”.
**** “Ese ya lo compré de segunda mano en su día, fue el primero en llegar a la aldea”.
***** “Antes, si uno miraba alrededor, podía ver todos los pueblos de la redonda (…) ahora son todo pinos y eucaliptos; se nota que ya nadie vive del campo”.

Comentarios

  • DamapaDamapa Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    Y nada más. Ni sobra ni falta nada: sencillo y directo, y un breve testimonio de cómo el signo de los tiempos va cambiándolo todo. Gracias por compartir y hacer que vuelva de vez en cuando a la sección de narrativa :)

    Un saludo,

    Damapa
  • AlantarAlantar Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2014
    Un placer, Damapa. Gracias por la lectura.

    Saludos.
  • LilyJalileLilyJalile Fernando de Rojas s.XV
    editado agosto 2014
    Me encanta leer textos como éste. Sencillo, breve, sereno; y sin embargo, cala. Mi enhorabuena, Alantar!
  • odmaldiodmaldi Fray Luis de León XVI
    editado agosto 2014
    Lo mejor que puedo hacer es agradecerle por las definiciones y traducciones, gratificante.

    Lo que escribe, existe un conflicto entre vivir en ciudad vs. vivir en pueblo. El caos de la ciudad a veces empuja a buscar el silencio del campo, sabiendo que no será una estadía permanente. Pero uno se acostumbra a la comodidad de la ciudad, eso hace salir del campo.

    No he vivido en campo, a más que he llegado es a esta asquerosa ciudad que no es campo, pero lo parece. Aunque me gustaría sentir la añoranza de los personajes que ha presentado, noto más su una mentalidad muy limitada: Contraste al decir que se encuentran de 'buen humor', mientras que la charla pareciera mostrar nostalgia y desconsuelo.

    ¡Gracias por compartir!
  • AlantarAlantar Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2014
    Por mi experiencia puedo decir que la gente del campo no querría volver a su forma de vida del pasado, marcada habitualmente por la pobreza y el trabajo extenuante y continuo (en el campo apenas existe el concepto de vacaciones). Cuando hablan con cierta añoranza sobre tiempos anteriores, yo lo asocio más bien a añoranza de su juventud y de los años en que las aldeas estaban llenas de vida, de niños, de gente joven.

    Charlando con gente que ha pasado su juventud en el pueblo y luego se ha ido a trabajar a la ciudad (me refiero a personas nacidas en torno a los años 50 o 60), puedo decir que esa gente afirma vivir mejor ahora. Por supuesto que les gusta volver regularmente al lugar donde nacieron, tener quizá alguna plantación, un pequeño huerto; pero no querrían vivir como sus padres vivieron.

    Gracias por los comentarios.

    Saludos.
  • estrofaestrofa Garcilaso de la Vega XVI
    editado agosto 2014
    Hola Alantar,
    el poder que manejas al sintetizar una historia, es admirable. El lector, absorbe la fragancia con unas líneas, sin necesitar más.

    He visto muchas aldeas de este tipo, y el abandono que han sufrido con los años...
    Ahora, con la crisis, se está retornando al cultivo para sobrevivir, dado que la búsqueda de empleo para muchos es infructuosa. Solución: trabajar en el campo, algo que hace unos años era impensable para estas personas.

    Conozco a hombres curtidos en el campo, sufridores y supervivientes de épocas no tan gloriosas. Al leer el relato, les he visto reflejados.

    Sonrisas y agradecimientos.
  • DukdosDukdos Pedro Abad s.XII
    editado agosto 2014
    Gracias... me ha transportado a unas ya casi olvidadas vacaciones de la infancia, en casa de la familia de mi padre, en una aldea orensana de la Galicia profunda.

    Saludos
  • AlantarAlantar Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado agosto 2014
    Gracias a ti Dukdos.

    Un saludo.
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com