Como cada noche, cuando por fin se encontraba sola en su alcoba, la princesa Liavor buscaba su libro más amado: el que contaba las hazañas del caballero Germán.
No podía ser de otra manera: al abrir el libro él estaba allí, esperándola. Últimamente Liavor se resistía a admitir que estuviese loca… pero estaba segura de que el caballero y ella se comunicaban. No era una simple lectura, de hecho hacía tiempo que Liavor, deseosa de que el libro durase muchas noches, ya no leía. Al fin y al cabo, bastaba observar en la imagen los objetos que rodeaban al caballero, o el paisaje al fondo en algunas páginas, que ya contaban mucho de él.
El caballero siempre aparecía de frente, al principio con esa mirada perdida, como hace quien ve a través de ti, pero en algún momento Liavor notó que la miraba. Le habló entonces, y hubiera jurado que él prestaba atención a sus palabras.
Desde aquel día era ella quien hablaba al caballero Germán. Le contaba su vida, sus fantasías, cómo se imaginaba a sí misma encerrada en una torre como las princesas de los cuentos, y él llegaba un día y la rescataba… un día lo vio sonreir. Estaba segura. El caballero escuchaba atentamente sus historias, en silencio por supuesto, y siempre le regalaba una sonrisa al acabar, justo antes de cerrar el libro.
Un día Liavor se sinceró. Le dijo que lo amaba, que era una injusticia vivir en dos mundos diferentes y que un libro los separase. Alargó su brazo y entonces…
Germán aprovechó que ella tocaba el libro, besó la palma de su mano, y le habló:
—Yo también os deseo, bella Liavor… pero bien sabéis que esto no es real.
Entonces el caballero cerró el libro, y la princesa se quedó llorando en su palacio…
de papel.
Comentarios
Siguiendo el mismo guión, y cambiando formas, ¿serías capaz de escribir otro relato después de que te hubiera sacado los ojos de las cuencas?
Quien dice sacarte los ojos, dice morirse un padre, o que tu pareja te pusiera los cuernos (...) y otros desencantos, por favor, no quiero sonsacar pero sí envilecer.
Yo quiero este mismo relato pero sufriendo. Imagina que sufrieras.
Tengo todo el tiempo del mundo, sin prisa, pero me apetecería que lo publicaras en este hilo.
Para cuando quieras.
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Como dato curioso, al hilo de lo que comentas: ¿Te sorprendería por ejemplo saber que redacté "Qué pasó en el jacuzzi -entreacto-" con el portátil sobre la cama de mi abuela, en sus últimas horas, en agonía? Es posible escribir el relato más triste en un momento de buen humor, y yo he comprobado que también es posible hacer justo lo contrario.
Porque te referías a algo así. ¿O a que el sufrimiento impregne la narración?
Es sabido que el estado de melancolía es de los mejores para crear. Puede que escribir sea lo que necesitas cuando el entorno te provoca desasosiego.
Es una sugerencia al paso.
Cuando sufrieras, de cualquier manera, me gustaría que improvisaras(*) un sucedáneo de este texto sin contemplaciones.
Te pondría un lápiz y la mano automática, cualquier noche de más de dos copas.
Es otra opción.
Cuando te plazca.
(Sé esperar años):rolleyes:
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Lo sé. Digamos efecto contrario. También en la vida real pasa.
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Sí.
Tampoco es plan de contar chistes en el tanatorio, sino el animarse ante las adversidades de la vida.
-Ahora sí- zzzzzZZz
También, me gustó la metáfora de refugiarse en el libro, a mí me recordó como lo que me llevó a empezar a leer de niño fue eso precisamente. En tu cuento es un tema romántico, pero pueden ser muchos temas, tantos como imaginación. En esto se asemeja a "La historia interminable". ¿ Acaso, no es un libro la vida, que leemos y escribimos?
Y el final es bucólico y melancólico, a mí me parece bueno porque esa es la busqueda primaria del sueño y la imaginación. Querer regresar a un lugar que ya no es posible regresar, o la añoranza de lo perdido. Esto es dulce y amargo a la vez, así es la melancolía.
Saludos
¿Se entiende el significado de la última línea?
Sin embargo, al final ella se lamenta (o, más bien él) de que sólo sea un cuento, no un amor real. Ella queda sola en su palacio de papel. Como si nos pintara a un hombre que cree en princesas. Nos podría llevar a pensar, ¿quién crea los cuentos de principes y princesas? A veces, con cierto tono despreciativo se dice que son cosas de mujer, pero, ¿es realmente así? ¿Qué es una cosa de mujer y una cosa de hombre? También, muestra cómo escribé una mujer, en este caso tú, una historia de principes y princesas.
No sé si acerte en algo, pero esto me sugirió pensar en el final..
El cuento es lindo, me encantó el giro entre lector y el protagonista del libro.
No me fue facil porque bajo un cuento breve y bonito se oculta una compleja realidad a través de la metáfora. En este caso, tenía pistas sobre la autora, la novela que has publicado. ¿Podría el cuento formar parte de esta?
Pues buena improvisación, se nota, entonces, que se cuecen muchas cosas en tu imaginación.
Ya se ve que se trata de un mismo soporte temático, como Alicia a través del espejo, Thron, esta otra película de la que no recuerdo el nombre que trata de dos universos simétricos o especulares (uno de ellos invertido)...
Lo que me motivaba de todas maneras es el concepto de que toda realidad en la que dos personas interactúan es bivalente, los dos puntos de vista generan dos realidades complementarias. Lo mismo que el poema que puse esta mañana, o que otro que está empujando ya en la cabeza, quizá para aflorar esta noche, y no dejarme dormir otra vez.
Saludos.
Yo no hubiese explicado nada acerca de cuernos u ojos arrancados a mis hijos, a sus 3, 7 o 9 años. Después, cuando han crecido, sí que hemos leído juntos acerca de otros temas - más duros, más reales-, hemos charlado hasta altas horas y hemos compartido "pelis". Todo a su tiempo. Al menos, yo lo veo así. Tal vez me haya equivocado.
De momento, este cuento le ha encantado a mi pequeña, que tiene 10 años. Me ha encargado que te diga que sigas con la historia... Sin cuernos, ni padres muertos y con las cuencas oculares rellenas de ojo, por favor.
Abrazos.
Muy bueno...
Yo prefería de jovencita los Quijotes antes que los Machotes!!!
¿De jovencita solamente?
Bueh... por lo menos leía cada día un poco, pero resultó un poco pusilánime. :rolleyes: