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El libro sin nombre (fantasía gótica)

odsnardoodsnardo Anónimo s.XI
editado marzo 2014 en Fantástica
Se oyó una juvenil voz femenina que quebranto el adormecedor silencio del ambiente -Emm... buenas tardes- al mismo tiempo que deslizaba su carnet de biblioteca sobre la superficie de un escritorio; presentándolo ante un recepcionista pelirrojo, de actitud apática, que no apartaba sus ojos de redondos cristales de la pantalla de una computadora -¿que buscas...?- contestó él, con monotonía, a lo que la joven respondió -estoy buscando libros de historia- observó el gafete del chico y concluyó refiriéndose a su nombre -... Larry- el recepcionista desvió su mirada del ordenador fugazmente para comprobar el carnet; a pesar de que ni siquiera lo tomo para detallar su autenticidad, le permite a la chica la entrada direccionándola -sector siete, tercer pasillo- ella solo arqueó una ceja y retorno su carnet, colocándolo dentro de una pequeña bandolera que ceñía a la altura de sus caderas.

Empezó a caminar en busca del sector 7, apoyándose con letreros que hacían de guías para los visitantes de la biblioteca. El sitio estaba muy solitario, la iluminación de los pasillos era ofrecida por vagas lámparas de un brillo ambarino; que se reflejaban en forma de orbes resplandecientes en el barniz del piso y las estanterías de madera. Cuando alcanzo el sector siete, ahora debía buscar el pasillo tres, viro su vista hacia los letreros que indicaban los pasillos mientras caminaba y ajustaba la dirección de su curso.

Unos segundos después ya estaba ante la sección que buscaba tanteando entre los libros, extrayendo uno que otro para hojear en ellos y así conseguir el que buscaba. Al observar con cuidado cada tramo del estante que estaba revisando, se dio cuenta de que había una hilera de libros muy alta que apenas podía alcanzar; la cual, por ende, no había revisado. En aquella hilera logro ver un llamativo libro el cual quiso tomar para observarlo de cerca. Trató de sacarlo halando con sus dedos, pero estaba muy apretado entre los demás libros y no pudo ni siquiera tomarlo entre sus dedos. Decidió dar un saltito para apoyarse de la parte más alta del libro e inclinarlo con ayuda de la gravedad, así, alcanzó el tope del libro con sus dedos y se colgó unos cuantos centímetros sobre el piso; pero el libro no se aflojaba, en vez de eso, el estante se tambaleó, la joven sintió cómo se inclinaba y rápidamente se soltó y volvió al piso con un gesto fruncido observando el libro.

Decidió intentarlo de nuevo, dio otro saltito y se colgó con ambas manos de libros diferentes empujando con una y halando con la otra el libro que quería. El estante temblaba y el piso comenzó a rechinar, la chica comenzó a sentir que los libros se desplazaban... !el anaquel estaba inclinándose por encima de ella! Era demasiado tarde, la chica se soltó y aterrizó provocando un fuerte rechinido del suelo, pero la estantería ya se venía sobre ella, no tuvo más opción que recibir el peso de los anaqueles sobre sus brazos, extendidos por acción de sus reflejos. Antes de que pudiera pensar sintió como el rechinante suelo de madera se hundía; como si estuviese armado sobre el aire, ella lo observó con el rostro haciendo muecas por el esfuerzo de soportar tanto peso, noto que sus piernas estaban temblando e instantáneamente vislumbro un pesado libro aterrizar junto a su pie, volvió su mirada hacia arriba y solo pudo cerrar sus ojos ante una lluvia de libros que se le venían encima y caían a su alrededor provocando una mayor hendidura en el piso.

Tras una calmada pausa de ruidos golpeteando el piso, la chica volvió a abrir los ojos. Ya no quedaban libros en los anaqueles, todos estaban alrededor de sus pies; sumiéndola casi hasta las rodillas. -oh vaya...- suspiró la joven aliviada por su bienestar. De repente el piso comenzó a crujir ferozmente, hasta que de hecho su madera se fracturó. La joven emitió un alarmante jadeo y cerró los ojos deseando escapar de la realidad, pero no, el suelo cedió y el montón de libros junto con ella se precipitaron a través del fracturado piso de madera con el sonido de su alarido de pánico y el estrépito que provocó el anaquel, el cual por suerte era demasiado grande para cruzar el hueco y aplastar a la muchacha.

La chica cayó una altura aproximada de tres metros, amortiguando el golpe con un rústico montículo de libros. Gimoteó un poco mientras trataba de recuperarse del shock tomando conciencia de lo que acababa de pasar, de donde estaba ahora y de si aún estaba realmente con vida... pues el dolor le decía que si, entonces recordó como había caído tratando de agarrar un libro, y se dio cuenta de que el sitio en el que estaba ahora era demasiado oscuro para ver mas allá de la iluminación que entraba por el rudimentario tragaluz que ahora ocupaba el enorme agujero que antes era el suelo que ella misma pisaba. Hizo un esfuerzo para ponerse de pie -ouch... ay...- se quejaba mientras aguantaba el dolor.

Miró hacia arriba y descubrió que alguien empujaba el anaquel, para luego asomarse. A contraluz la chica no logró identificar el rostro, pero los reflejos anaranjados de su cabello indicaban que era Larry, el mismo dijo -te puedes poner de pie ¿eh? Que bien, no sería bueno para biblioteca que se oigan chismes sobre alguien que murió aquí- ella el frunció el ceño, él continuó -iré por una escalera no causes mas desastre- y al instante se esfumó
A la chica le pareció raro ¿el iría a buscar una escalera? Eso significaba que el no sabia como llegar hasta donde ella cayó. Podría estar en una parte oculta de la biblioteca; o incluso en un sitio que no pertenece a la biblioteca ¿pero donde? Decidió investigar.

Para iluminar el oscuro entorno sacó su teléfono móvil de su bandolera y con él encendió una luz que aclaró su situación. A parte de que estaba parada sobre un montículo de libros; se hallaba en una especie de sótano de apariencia muy antigua; su piso y sus paredes eran empedrados, y a su alrededor entradas con estructura de arco abrían paso hacia la misteriosa oscuridad, “este lugar parece una cripta” pensó ella con un escalofrío cruzando su espalda.

Bajó del montón de libros y se dispuso a explorar el sitio. En varios minutos no hallo mas que un par de salas polvorientas y telaraña por doquier; por lo que ella dedujo que ese lugar no veía vida humana desde hace mucho tiempo. Pero al menos logró conseguir algo interesante; iluminó a través de uno de los arcos y logró vislumbrar un corto pasillo que finalizaba donde había un pedestal, el cual sostenía un libro curiosamente adornado. Le llamó tanto la atención que decidió acercarse.

Parada frente al pedestal, apunto la luz de su teléfono hacia el libro; era de tapa gruesa, ornamentado con chapas moldeadas en formas muy llamativas, en especial la del centro; un circulo que representaba en su relieve un rostro bestial, de apariencia voraz, cuya mirada era vehemente y mostraba sus colmillos punzantes con el hocico abierto.

Ella tomó el libro y mientras lo contemplaba un súbito estruendo arremetió en sus odios de forma tal que le provocó un espasmo haciendo que se cayera el libro al suelo, junto al teléfono, ella recogió sus cosas; su teléfono recibió rayones en su pantalla; ante lo cual ella suspiro y gesticulo una mueca, pero el libro, por sorpresa, estaba intacto. En seguida dio media vuelta y empezó a caminar hacia el hoyo del que cayó.

Le tomó unos segundos llegar y descubrir una escalera de mano tirada el piso, y el montículo de libros ahora estaba dispersado alrededor. Ella frunció el ceño en señal de extrañez, levantó la vista y observó al pelirrojo sentado a la orilla del agujero, ella le arqueó una ceja y le preguntó en tono irónico -¿trataste de quitar los libros con la escalera desde allá arriba…?- y él contestó -y... se me cayó…- la chica guardó su teléfono de vuelta en su bandolera y ciñó el libro ahí mismo, acto seguido recogió la escalera y la irguió, enviándole un extremo al recepcionista para que ayudara a colocar apropiadamente.

Prontamente, ambos estaban en la recepción. Entonces Larry dijo -vi que traías un libro…- la chica echó un vistazo a su bandolera, y él continuó -no podre dejar que te lo lleves. Ahora que ha ocurrido ese desastre tendré que revisar todos esos libros y sacar del registro los que se estropearon y… agh... es el proceso que hay que hacer- a lo que la chica respondió -pero este libro no es de tus estanterías. Lo conseguí abajo, en ese “sótano”... mira- y desenvainó el libro de su bandolera para ofrecerlo, el lo tomo e inspeccionó, no tenía título, ni autor, ni sinopsis; trató de abrirlo y no pudo, aunque ni siquiera tenía candado, con la fuerza bruta no logro abrirlo. La chica y Larry se miraron a los ojos extrañados, el dijo -quizás no sea un libro… podría ser un estuche disfrazado o algo por el estilo. Puedes quedártelo, no pertenece aquí- y se lo dispuso, ella le cuestionó -¿estas seguro?- y el -no se que sea esta cosa, tómalo como una compensación por el accidente ocurrido- así, ella lo tomó haciendo un intento tímido de abrirlo, fracasando en el proceso.

Ahora esfúmate- le dijo Larry a la joven, a lo que ella replicó con sarcasmo -¡pero que modo tan decente de compensar a alguien por un accidente!- luego se dio la vuelta y salió por la puerta, la cual no se encontraba más lejos que 10 pasos, al quedar de espaldas a la puerta solo escuchó un seco “adiós” seguido de la puerta trancándose y las persianas de las ventanas yuxtapuestas haciendo lo propio.

La chica se quedó quieta un momento. Sintió la briza de un atardecer fresco de cielo anaranjado cuya imagen se reflejaba fragmentadamente en las ventanas de los altos edificios de las cercanías. Miro el libro que tenía en sus manos, pensando que a pesar de lo que había dicho el recepcionista, este sí parecía ser un libro de verdad, pero ¿por que no tenía ni siquiera nombre, por que no se abría? Volvió a poner el libro en su bandolera y decidió pensar que haría con él mientras hacía su recorrido a casa.

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado marzo 2014
    Sin nombre el libro, sin nombre el que la escribe, que anonimato tan bàrbaro:D:)
  • odsnardoodsnardo Anónimo s.XI
    editado marzo 2014
    Jajaja si... lo siento. Es un trabajo en proseso (ni siquiera he elegido un nombre aun para "la chica"), no lo explique arriba por la falta de espacio, de hecho tuve recortar un parrafo y medio.

    El relato son las primeras cuatro paginas que he escrito y no queria continuar sin antes saber si es agradable de leer, lo postee en este foro para ver que opinan los lectores... sobre todo respecto a la narrativa :-D
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