Amparo, en todos los países, hay gente sin vivienda, que vive así, arrastrando un carrito con lo que va encontrando en los contenedores de basura.
Este es el mundo en el que vivimos.
Estuviste ausente unos días y te eché de menos. Gracias por volver.
Un abrazo
Arroyo, gracias por tu visita y comentario. Yo también me fijé en el sonido de la radio,y pensé lo mismo que tú; que era la única comunicación que rompía su silenciosa soledad.
Gracias por la visita y comentario, Leos.
Sí, a mí me llamó la atención el sonido desafinado de la radio que salía de entre el amasijo de bultos, pero era el único interlocutor para un diálogo de sordos, pues la incomunicación no se supera con la radio.
Se oye una radio.
Todas sus pertenencias
en un carrito.
Se visualiza muy bien esta conmovedora escena y esa radio es, en esta situación un símbolo de incomunicación del personaje; a pesar del sonido,refuerza la soledad de quien vive sin techo.
Comentarios
Un haiku urbano conmovedor por lo que sugiere.Tal vez la voz de la radio sea la única compañía y su única evasión de la realidad.
Un afectuoso saludo.
Este es el mundo en el que vivimos.
Estuviste ausente unos días y te eché de menos. Gracias por volver.
Un abrazo
Un saludo.
Gracias por detenerte a dejar tu opinión. Me alegro de que te guste el haiku.
Saludos.
Un haiku urbano que transmite ese instante en el que se encoge el corazón al ver a un semejante en esa situación, con la sola compañía de la radio.
Saludos.
Sí, a mí me llamó la atención el sonido desafinado de la radio que salía de entre el amasijo de bultos, pero era el único interlocutor para un diálogo de sordos, pues la incomunicación no se supera con la radio.
Saludos.
Se visualiza muy bien esta conmovedora escena y esa radio es, en esta situación un símbolo de incomunicación del personaje; a pesar del sonido,refuerza la soledad de quien vive sin techo.
Me parece un buen haiku urbano.
Un afectuoso saludo.
Un abrazo