Otro día transcurre de mirada perdida
entre las conchas muertas de su playa olvidada,
los efectos del ron, o es su vista cansada
pero de entre las aguas, desnuda ella surgía.
Cuando ya hasta los sueños le parecen mentira,
una diosa delgada, esbelta, estilizada,
sorprendente y apuesta, imposible, inventada,
que camina hacía él, mojada y decidida.
Algo le hace pensar que es materia prohibida
la mancha de su pelvis, su sonrisa entregada,
su angelical dulzura, su timidez probada
o el circulo y tres lunas que reafirman su herida.
Ella mira al marino, jovial y sorprendida.
El no quiso tentarla, más se sintió tentada.
El no quiso llamarla, pero estaba entregada.
Porque ella es solo Mar, porque ella es solo vida.
Comentarios
Nos leemos.
Mar.
Nos vamos leyendo.
Mar.
Me alegro que te haya gustado. La Mar del poema, casi seguro no eres tú. De todos modos ¡Bienvenida! y gracias por tu comentario.
Amparo no estés celosa, cualquier de estos te toca a tí.
El poema, demasiado bueno. algo triste.El mar es lo que tiene, vá y viene, libre, sin prisas y sin obligaciones.
Gracias por lo de "demasiado bueno" pero es que tú me lees con buenos ojos. Pero no sé si has captado bien su esencia, no es triste, es la historia de un encuentro, y me parece que la has interpretado como la historia de un desencuentro. O al menos es lo que quería expresar.
¡Qué lio de poema! ¡Unas se lo adjudican! ¡Otras lo malinterpretan! Menos mal que la persona a quien va dirigido sí lo entendió.
Yo también quiero ser ella...:)
Un saludo
¡tú si que sabes!
En vez de esperar, o pedir, lo tomas directamente. ¡A ver quién tiene webs de decir ahora que no eres tú!
Gracias