Mirabas con la viveza
de quien sabe invitar
a un aguardiente seco.
Mirabas con la bravura
de quien provoca el fuego
sin un gesto.
Mirabas con la inocencia
de quien se sabe picara
sin serlo.
Mirabas con la mirada
de quien sale a cazar
segura de ello.
Mirabas de dulce y puro.
Y me rendí a tus pies
De una sola mirada.
.:o:o:o
Comentarios
Alejandro, me parece que llenarás este espacio dedicado a la poesía, con buenas aportaciones.
Me gusta todo lo que he leído tuyo.
Saludos.
Tienes razón en cuanto a que la poesía siempre me ha fluido más fácil, más viva, cuando hay "desamor", aunque el mismo se disfrace de "amor". Mucha influencia Becqueriana, mezclada con un bastante de Salinas, tal vez.
En el fondo pienso que el amor se vive, no se escribe.
En cuanto a lo de "bendita sea ella...", te estás ganando un poema a pulso. ¡Provocadora! :rolleyes:
y matarme, contigo si te mueres
Porque el amor
cuando no muere mata
porque amores que matan, nunca mueren... "
Hablar del desamor, es más difícil si cabe, pues los sentimientos estan encontrados y en ellos, vierte uno la rabia contenida, la desazón del olvido, el desengaño de las palabras.Como bien dices, el amor se vive, se magnífica, se engrandece.Ponerlo en palabras, tan sólo es una manera más de elevarlo a lo más alto de la cúspide.Hay amores que matan y los hay también, que te dejan un amargo sabor a hiel en la boca, pero hay de aquél, que ni la hiel la haya probado, porque no sabrá nunca, lo que es tener entre suspiros y sudores, el escalofrío de su intimidad.
Solo puedo decir: ¡Buuuuf!
Gracias, siempre ayuda a seguir el que aquello que creas le guste a alguien.