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A corazón abierto.

Ricardo CostaRicardo Costa Pedro Abad s.XII
editado noviembre 2012 en Epistolar
Si pudiera escribir lo que siento en este momento estallaría mi corazón. Y en el fondo me encantaría. Si pudiera, créeme, si pudiera describir con palabras lo que siento, seguro estas no bastarían. Preferiría; es más, haría cualquier cosa por besarte, por simplemente mirarte, por estar cerca de tí, por formar parte de lo que eres, por compartirme hasta lo más lejano de mi, contigo. Quisiera quererte tanto...te quiero de hecho.El caso es que me asusta decirlo , me asusta el confesarte mi más sincero querer; mi más sincero amor, de verdad. Y quizá pienses que estoy tarado, que vivo en otra realidad, que no tengo 75 años para jugar a mi gusto...Quizá ese sea, no digo que no; tal vez eso suponga el despertar de tu razón, de tu moral aprendida. Pero la razón no es nada. La razón es triste, triste, si; porque se encuentra sola; porque flota,
Se sostiene simplemente de ilusiones; de sueños que añoramos y perdemos; de sueños que recuperamos por momentos y no queremos perder.Pero el tiempo resulta implacable, inhumano.
A pesar de ello me siento, ciertamente, como un Uliises en la guerra de Troya, aconsejado por la diosa Atenea(que más bien le obligaba a elegir- porque a fin de cuentas vivir es elegir- entre una vida larga y tranquila o una corta pero treméndamente intensa) ,decidiendo mi destino a mi voluntad, ciego , loco, en armonía con mi destino propio.
Todo ello, Marina, todo ello, con los desvelos y todo, me importa muy poco estando cerca de ti. De hecho en este momento daría cualquier cosa por acariciar tu pelo; por sentir cerca tu presencia tranquila, preciosa.
Sobre todo preciosa.
Porque te miro y soy feliz. Si, y me dejo llevar. Lo sé. Pero sé; siento que merece la pena ; que sería capaz de todo. En este momento de todo; por estar junto a ti, por compartir, como dije, mi tiempo, mi ser contigo;lo que soy, lo que me das; lo que añoro y lo que pretendo darte.
No hace mucho me decías que yo era especial. No sé. Mi esperanza es que todos y cada uno de nosotros consiga , alguna vez, explotar lo mejor de sí, sentirse viviente como tal, como entidad subjetiva. Vivo.
Al cabo de las horas, del insomnio de tu recuerdo, recobro ese pensamiento..soy especial....No. Tú eres especial. Si. Por ser como eres, por saber escuchar, por ti misma, por ser tan buena, por tener ese pelo tan bonito, por ser un encanto en general. Por aparecer en mi vida, carajo.
Te quiero, Te quiero. TE QUIERO. Como dice la canción pero de verdad. Porque te miro. Te miro a los ojos y lo sé. Me siento lleno, con una ternura que se me antoja eterna cuando los segundos corren y la vida se vuelve efímera: en esos momentos deseo mirarte, no quiero más que tú. Te quiero a ti.
Yo he cometido errores. Lo sé. Yo he sido un ciego, un inconsciente. Pero el tiempo pasa y mata sin descanso.
No. No pienso quedarme parado para ver como te me vuelves a perder; quiero estar contigo y lo sé; al demonio lo demás, porque no; porque no merece la pena vivir sin sentirse así, sin sentir el amor.
Tu, Marina, puedes pensar lo que quieras de esta carta, esta declaración, esta lo que sea. Pero ten por seguro, y pongo en juego mi alma si es preciso, que te hablo con el corazón extrañado de todo aquel que es valiente y que toma parte de sus actos. Yo sé que te quiero, y sé que no me equivoco: por más que ahora estés pensando, por más que le des vueltas...yo te quiero, te quiero y lo sé.
Podría seguir destripando mi alma para tí- creéme que estoy, estaría encantado-con todo aquello que confirme lo que siento.
Yo no sé que será. Yo no sé que me pasa. Sé que te siento dentro, que te sueño despierto y dormido, que pienso en ti a cada segundo. Marina. Esas cosas habitan en las miradas; en las conversaciones de besos. En el tacto de tu cuerpo; en tu voz. En mis ojos perdidos dentro de ti.
- Qué miras- decías.
- A ti-respondí.
-¿Por qué?- preguntaste.
- Por que me gusta.
El porque siguiente resulta evidente: por que me gustas tú.
Espero, solo espero poder verte una vez más para poder decirte todo esto mirándote a los ojos, que nos volvamos a ver. Espero poder hablarte, fundirme contigo.
Te quiero y sobra todo lo demás..
 
Y punto y aparte( o punto y seguido) pero desde luego, no, nunca punto y final.
Un beso con el alma; un beso de verdad. Te quiero.

Comentarios

  • CalimaCalima Fernando de Rojas s.XV
    editado mayo 2012
    Me gustó el tono de esta carta de amor; algo obsesivo, como suele pasar en el enamoramiento. No obstante, opino que la primera parte es mejor que la segunda mitad; en esta última te repites demasiado, lo que me llega a resultar una rutina en la que se pierde la emoción del sentimiento amoroso.

    Saludos.
  • SinrimaSinrima Miguel de Cervantes s.XVII
    editado noviembre 2012
    Una insistente declaración de amor pero, en mi opinión, con argumentos flojos, demasiado tópicos: "su encanto, su pelo, su mirada", etc.

    Claro que, es difícil encontrar razones para amar; aunque existan son díficiles de explicar, o acaso no existen.

    Saludos.
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