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Otro relato

Nicholas FlamelNicholas Flamel Pedro Abad s.XII
editado enero 2008 en Narrativa
Este es otro relato de lo que he escrito. La historia de este se basa en un fenomeno denominado: "Despertar Paralizado", que es inverso al sonambulismo.
Para más información consultar Wikipedia XD


Forzosamente abrí mis parpados, seguramente vería lo que siempre veía; mi simple y acogedora habitación, la humilde testigo de mis penas y alegrías. A mi lado observaría a mi esposo aún disfrutando de su agradable sueño, aferrandose como un bebé a mi brazo. Seguramente me llegarían los vitales rayos provenientes del sol directamente a mis ojos y notaría la siempre permanente realidad, la desgarrante demostración de que aún vivo, de que aún debo respirar.
Pero esta vez fue diferente, la oscuridad seguía altanera y orgullosamente dominándolo todo, demostrándome que mi habitación ya no me pertenecía.
Mi perfecta visión en blanco y negro me causaba un terrible sentimiento de soledad, cada una de las cosas a mi alrededor parecían pertenecer a un mundo lejano, un olvidado mundo al que no se me permitiría entrar.
De improviso me recorrió una insoportable sensación, tardíamente notaba que mi cuerpo no me pertenecía, había dejado mi ingrata compañía y se había unido a mi cama. Perpleja miraba aquel perdido cuerpo, estaba ahí donde debía estar, junto a mi esposo y encima de mi cama, pero completamente inerte y ausente.
Pero no quedé completamente desolada, mi cuerpo me otorgaba un último regalo, un pequeño movimiento, todavía podía cerrar y abrir mis parpados y lo hacía una y otra vez con la inocente esperanza de terminar con mi extraña condición.
Después de algunos segundos noté, con desilusión, que mis intentos no lograban mis objetivos. Rápidamente la desesperación me dominó, comencé a gritar pero no aparecía ningún sonido, lloré pero nunca nacían las lágrimas, estaba ahí, sin poder hacer nada, sin poder recibir la ayuda de nadie, sin poder sentir a mi esposo.
Nuevamente intenté, sin resultado, acabar con mi situación. Con esmero intentaba tomar la posesión de lo que se me privó, pero mi cuerpo ausente no mostraba deseo alguno de volver junto a su antigua dueña. Parecía que se burlaba de mi desgracia; ahí sin moverse, sin pretender prestarme ayuda alguna, cultivaba mi desprecio y motivaba mi desesperación.
Pero aún existía la esperanza, podía sentir como recibía el aire y lograba respirar; seguía viva.
Pero la esperanza rápidamente se esfumó, pues aún seguía en mi terrible condición y todo a mi alrededor se hundía en la oscuridad. Las paredes, las ventanas y los objetos de mi habitación fueron tragados por la invencible negrura; rápidamente desapareció todo lo que me pertenecía, me despojaban de mis objetos, de mi esposo y de mi cuerpo. Sólo había oscuridad y nada más. En eso se convertía mi acostumbrado horizonte y desolada me conformaba pensando en que todo pronto acabaría, que no sería más que un sueño.
Inocentemente cerré los ojos, esperando que todo acabara, que se perdiera como el recuerdo de un antiguo sueño.
Mi intentó no dio ningún resultado y resignada volví a abrir mis ojos. La oscuridad se había retirado, ahora todo era visible, pero las cosas eran diferentes. Mi esposo ya no estaba junto a mí y podía ver una luz prendida en el pasillo que entraba estrepitosamente en mi habitación. Seguramente Platón se levantó a tomar un vaso de agua, pensé. Pero, ¿Por qué no me habló o despertó?, al parecer creyó que aún dormía, seguí razonando.
Ahora albergaba una gran esperanza, sólo tenía que esperar a que mi esposo volviera y me liberara de esta situación.
La alegría me dominó cuando observé que una silueta se dibujaba en la luz que invadía mi habitación. Pero de improvisó mi esperanza se esfumó, la silueta mencionada no era la de mi esposo y llevaba en sus manos un arma de fuego.
Llorar, sólo quería llorar y olvidarlo todo. Deseaba que aquel hombre rápidamente acabara con mi vida y me otorgara mi tan deseaba libertad. Deseaba con desesperación no tener que lidiar con la incertidumbre y terminar con todo. La silueta, ajena a mis deseos, lentamente se acercó instando mi desesperación, ¿Por qué no me asesinaba de inmediato? ¿Por qué no me otorgaba mi tan deseado deseo?
Lloró, lloró mi corazón, demostrando que podía más que mi cuerpo, demostrando que aún era libre, que aún podía llorar.
Resignada miré la desconocida silueta, se acercaba y cada paso destruía mi paz y tranquilidad.
Observé nuevamente, la silueta siguió su curso y pasados algunos minutos noté su gran cercanía, su dueño estaba dentro de la habitación. Intentaba observarlo, pero estaba lejos de mi limitado campo de visión, intenté escucharlo, pero no hacía ruido alguno, intenté olerlo, pero no tenía un olor conocido.
Comenzó de nuevo, se movía nuevamente, pero esta vez se acercaba a mi cama.
Mi corazón se aceleró y aumentó su llanto. Yo seguía observando como se movía, lentamente, la silueta y cada uno de sus movimientos me desgarraba.
Entonces lo entendí, entendí mi destino. La desgracia me pertenecía, era parte de mí.
Y observé como se acercaba, cada vez más cerca y mi corazón lloraba. Yo aún albergaba la inocente esperanza que aquel hombre terminara con su cometido, que acabara con mi destino.
Y todavía lo observo, desde mi cómoda cama, veo como se acerca y falsamente parece intentar acabar conmigo. Y mi corazón no se detiene, sigue su eterno llanto. Aún lo espero, espero que se digne a acabar con mi sufrimiento.

Comentarios

  • mariaelenamariaelena Francisco de Quevedo s. XVII
    editado enero 2008
    Nicholas, creo que la que se ha quedado paralizada al leer tu cuento soy yo...les has dado un desarrollo tan real..., como si realmente te estuviera pasando..., solo que usas la persona femenina en tu versión...y eso es muy dificil cuando se escribe.
    He leido tu cuento varios veces, y es excelente ..., hasta no puedo creer que seas tan joven y escribas con tanta madurez...
    Nos has relatado el estado de duerme vela, y los estímulos exteriores o las pesadillas que mueven a querer despertar, pero el organismo no está listo, es la entrada a un estado de angustia que hace que la persona se sienta inmóvil, hasta que consigue despertar...

    Dime que nombre le has puesto a este cuento? es ese : Despertar paralizado?
    porque yo le daria otro, ese titulo es demasiado revelador del contenido del texto.
    un abrazo y mis felicitaciones-
  • Nicholas FlamelNicholas Flamel Pedro Abad s.XII
    editado enero 2008
    Me cuesta mucho imaginar los titulos y nombres, por eso la mayorái de mis relatos simplemente no los tienen y es el caso de este. Por cierto, el nombre del esposo de la protagonista de esta historia (Platón) lo recorde porque es el nombre que le di a mi perro XD.
    Gracias por tus comentarios mariaelena ^^, tu siempre tan amable.
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