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Padre fracasado, padre exigente.

AnorgiAnorgi Pedro Abad s.XII
editado septiembre 2011 en Narrativa
Padre fracasado, padre exigente.
Aquel chico no era mal estudiante pero sí algo distraído, sus notas semanales eran bajas sin ser escandalosamente malas. Para él era un verdadero calvario el sábado, día en que se entregaban las notas, lo solía hacer el director, que iba aula por aula haciendo este cometido. Al chico cuando lo veía entrar se le aflojaban las piernas. No es que en el colegio lo castigaran o le llamaran la atención por su bajo rendimiento, pues en realidad estaba clasificado hacia la mitad de la clase.
Pero su padre quería que el chico fuera brillante, el no lo había sido pero deseaba ver a su hijo el primero en todo. Esa ambición insana le llevaba a castigar al hijo un sábado sí y otro también, y no eran castigos simbólicos o no dejarlo salir el domingo con los amigos, eran castigos físicos. La madre pasaba un mal rato, pero que iba a hacer la pobre frente al energúmeno de su marido; incluso un vecino intervino en una ocasión, llegando casi a las manos con el cerril padre.
Un sábado llego la hora de comer y el chico no aparecía, se extrañaron porque volvía a casa directo desde el colegio. El padre decía: – habrá sacado malas notas y el muy sinvergüenza no se atreve presentarlas -

La hermana pequeña bajó las escaleras gritando que su hermano se había encerrado en el cuarto de baño y no la dejaba entrar para lavarse las manos. El padre hecho una furia subió y de un empujón abrió la puerta. El hijo pendía colgado de la viga que atravesaba la habitación.


Hasta aquí la historia tal y como me la contó mi peluquero hace muchos años, sospecho que él fue el que intervino en aquella ocasión. Me contaba que el bruto del padre cuando vio la tragedia, en el colmo de la desesperación se daba cabezazos contra la pared hasta abrirse una buena brecha. Si los vecinos no lo reducen a la fuerza se hubiera matado.

Es una historia triste, vino a cuento de cómo algunos padres que fracasaron en la vida de una u otra manera exigen a sus hijos que sean triunfadores.
Sin llegar a este caso extremo observo que hoy algunos padres se pasan con sus hijos, igual que otros no llegan, estos se pasan de rosca. Y consiguen agotar cuando no desesperar a sus hijos. Muchos niños y adolescentes trabajan muchas más horas que sus padres y con más intensidad. A la horas de colegio le suman una serie de actividades agotadoras, además de la tarea que les mandan el cole, le tiene que añadir: clase de natación, clase de ballet, clase te judo, clase de esperanto y toda una panoplia de actividades que academias avispadas se inventan.

Creo que los que son padres tienen un buen tema para meditar. Yo soy padre, pero también abuelo, así que este tema no va conmigo.

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado septiembre 2011
    Conmigo tampoco va:eek::):p:D
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado septiembre 2011
    Anorgi

    Yo si soy Padre y he sido hijo.

    Mi Padre como muchos era exigente, pero no en el extremo que mencionas. Definitivamente cuando eres niño o adolescente es mas fácil elegir la diversión a la obligación.

    El problema fundamental y me ha quedado claro ahora que soy Padre, es que los Padres no colaboran con sus hijos en las tareas escolares. Los Padres solo exigen pero dejan a sus hijos solos frente a las tareas escolares.

    Cuando un hijo se siente apoyado por el Padre, las tareas escolares son mas llevaderas. Pero si solo ve al Padre como un policía o un supervisor malvado. Va odiar las tareas y va odiar a sus padres.

    Triste tu historia pero muy vigente.

    Un abrazo
  • ArroyoArroyo Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Ser padre no debería dejarse al azar biológico, porque es una tarea difícil que requiere responsabilidad y cualidades.
    Como señalas, hay padres que fracasaron en sus ambiciones y "exigen que sus hijos sean triunfadores", un gran error. Solo la idea de ser un fracasado o un triunfador, es nefasta para forjarse una personalidad equilibrada.El no alcanzar ciertas metas que la sociedad considera exitosas, no quiere decir que se haya fracasado como ser humano. Esto es lo que se debe inculcar en los niños y jóvenes.

    Saludos, Anorgi. Buenas reflexiones las tuyas.
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