Mi amada soledad
que siempre te tuve, y que siempre te tendré
jamás me faltaste, estuviste ahí siempre, brillando por tu ausencia, sanando mis heridas, recordándome el por qué de mi existencia
ya no busco sentencia, como tampoco recompensa, lo mejor, y lo peor, lo encuentro, a orillas de aquel río llamado vida
Las marcas en mis manos se borran, difuminan; pierdo lo que nunca tuve y me quedo con lo que siempre quize, desde el inicio de mi estancia mundana
¿pero de qué me sirve ganar todo el mundo si al final pierdo a mi alma gemela?
¿cuál es mía, entonces?
¿qué tan lejos se encuentra? ¿Existe, Existirá?
Tanto sufro, tanto tengo
y de nada, quizá, porque todo es prestado, pero igual duele tanto
Me ataste de pies y manos, de mente y cuerpo, de cardio magno
Cómo duele todo esto...
mi corazón está sufriendo, siempre lo supe, pero no lo quize aceptar
Te seguiré, esperando, como buen cartero, a las puertas cerradas
y un destino sin nada, ni un agradecimiento, porque tal vez yo
no merezco nada
Pero quiero que sepas que, ya no más + espero
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