¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

...

editado abril 2011 en Epistolar
Y todo vuelve a ser como antes. Así

Me acostumbraré a amarte sin pedirte nada a cambio.

Cada vez que te vea, si es que vuelvo a verte, así será... y es que

Antes no sabía, o no quería creer por qué.

Supongo que me conoces mejor que nadie.

Y sabes que te perdonaría; porque eres más que una fantasía, una ilusión, una sentencia. Eres mi musa, tú, mi eva. Salvarás mi mundo con tu magia.

Con tu amor desmedido, que yo no puedo adivinar. A veces creo que esa es la razón por la que te amo. Habrá tiempo para eso.

Te he sido fiel toda mi vida, o al menos así he creído serlo. He mirado el cielo varias veces pensando en ti, y he llorado más por ti, que por ningún otro ser en este mundo.

Esas lágrimas ardientes que he derramado en tu nombre, han quedado grabadas en mi memoria.

Andarán encriptadas en mi alma, viajando de época en época, si es que tengo descendencia, recordándole a mis hijos qué supone el verdadero amor.

Me creo dueño de ésta razón, por momentos me creo dueño de todo, pero de ti jamás me he sentido el patrón, y por algo será, mi Eva.

Otra vez intento decirte más de una cosa a la vez, con mis palabras que parecieran partir de varias almas juntas y revueltas. Es una imagen perturbadora, pero cierta.

Demasiado es una palabra excesiva aun así, y yo soy fanático del equilibrio. Será por eso tal vez, que acepto todo como viene, y le encuentro el buen sentido a las cosas.

¿Qué dirías tú, Magdalena?

O será un sueño acaso tanta coincidencia.

Líbrare este mundo de tu afrenta, porque tú eres gran parte de mi mundo.

Nunca te tuve, no te tengo ahora, y no sé si algún día te tendré.

Es que nada me pertenece, todo es prestado, parte de la vida que hay que continuar, mirando el magno sueño de la eternidad.

No veas más de lo que hay, aunque te digo que si buscas, hallarás. Te digo que si siembras, cosecharás. Te digo que si amas, serás amada.

¿A quién amarás?

A Dios sobre todas las cosas, y a tu prójimo como a ti mismo.

Eres libre, mi Eva. Como era en un principio, ahora y siempre, por los sigloz de los sigloz. Amén

Y que sea lo que tenga que ser, si todo lo que he dicho es mentira.

Porque así, está escrito.

Dios te bendiga, mi Eva. Muchas verdades se revelarán.

Comentarios

Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com