Resulta que estoy escribiendo una serie de cuentos, los quiero compilar todos dentro de un libro y ofrecerlo a las editoriales. Los cuentos los estoy escribiendo en español “neutro”, o lo más neutro que me sale. Los personajes se tratan de “tú”, y no uso para nada el voceo (lo más frecuente aquí, en Buenos Aires). Bueno, esto sería ficción “para adultos”. Hace una semana más o menos, le mandé un cuento infantil a una editorial y me dijeron que no les gustaba que los personajes se trataran de tú, y que no haya usado el español rioplatense.
Ahora no sé qué hacer con los otros cuentos, los "de adultos”, no sé si dejarlos en ese español neutro o argentinizarlos porque tengo miedo de que las editoriales los rechacen igual que al infantil.
¿Ustedes que piensan?
Comentarios
Lo que ha dicho Arrowni también debes considerarlo. Los matices y la riqueza del lenguaje local afectan al texto en su conjunto.
No sé, debes primero tener claro a qué lectores vas a dirigirte y qué gana o pierde tu texto cambiando el tratamiento.
Una obra con posicionamiento exacto, ciudad, tiempo y demás, TIENE que tener un vocabulario acorde a la época: Jerga, si se quiere. Tampoco abusar de ella, a menos que se quiera crear un texto críptico en el cual se busca una relación de códigos secretos entre el autor y los pocos que entiendan su obra.
Por el otro lado, obras que están destinadas a un público amplio, cuyas historias puedan ocurrir tanto en Liechtenstein como en Ciudad Ho Chi Minh, necesitan un idioma neutro que haga identificarse tanto al malasio como al croata.