La verdad es que este texto me surgió tras leer los versos de Calderón, y hablar con una persona a la que consideré mi otra mitad -no en el sentido en el que creéis; es que realmente éramos personas idénticas. Recordad que llevo casi meses sin escribir, que estoy muy muy oxidada, y que estoy pasando por fatales baches de inestabilidad psicológica -lo que implica cambios en mi estilo.
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Llegué a un momento en el que me dije: ¿Acaso es ésto vivir? Y me quedé contemplando, a través de mi enorme ventana, un cielo aún más grande si cabe; y en mi estrella, la mía, la que más brilla después de Venus, veía las caras de las personas a las que dejé atrás. En uno de sus reflejos rojos me pareció oír tu voz, que me animaba al sueño, y a él me abandoné mientras me cantabas una dulce nana. En habiendo cerrado los ojos vi tu rostro, y volví a preguntarme: ¿Es ésto vivir? Pues si lo es no quiero despertar jamás de esta ilusión a la que todos llaman vida.
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