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La Leyenda Titánica Marina (Rol)

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Comentarios

  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado junio 2011
    -Nada, un pequeño problema con unos viejos conocidos.-Se apresuro a responder la muchacha escudandose tras el governador.
  • dimigadimiga Bibliotecari@
    editado junio 2011
    Tras ayudar a sacar los cuerpos al mar y escuchar atentamente la charla de la chica oriental y Brennan, sin decir nada desde luego. La chica habla por todos, así que se aprende más con la boca cerrada que preguntando.

    La mujer entre todo lo que dice, invita a todos a su casa. Pero antes de ir Kahena se acerca de nuevo a la Sirenita y busca a Melody para cerciorarse de que está bien, junto con el resto de chicas del bar. Tras comprobar que no queda un cuerpo en el lugar y que hay nadie herido, sale para retomar el camino al faro, lugar donde supuestamente se iban a reunir. En esas entra un hombre alto, moreno, que reconoció haberlo visto en el almacén del viejo truhán y grita:

    “¿¡Qué demonios ha pasado aquí!!?”.

    Después de mirarlo fijamente y con toda la tranquilidad del mundo se acerca y le responde:

    “Una gran pelea que te has perdido, evidentemente.”

    Le sonreírle con cierta ironía y burla, gracias a su cara de asombro, rabia y tal vez algunos sentimientos más que logra reflejar su rostro y le dice en voz baja:

    “¿Cuéntame cómo te fue en las pruebas?, si te fue bien, te puedo invitar a una pequeña reunión que están teniendo ahora”

  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado junio 2011
    De noche, Shizuko vigila desde el último piso de su amado faro. Allí la luz anuncia los barcos que se pierden, una neblina misteriosa empieza a engullir la costa, sus invitados duermen apaciblemente o eso es al menos lo que ella piensa, o al menos donde ella los había dejado.

    El faro tiene 10 plantas, la última es un amplio balcon que rodea el faro y que sirve como zona de vigilancia. Vigila para que la luz no se apague. Por otro lado, se pregunta que sera de los miembros de la tripulacion que ahora a guarecido bajo su techo. Es una medida severa que ella jamas habría dispuesto, pero el aniversario de la perdida de su amor la ha ablandado considerablemente. Saca el catalejo y otea el orizonte.
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado junio 2011
    Brennan estaba preocupado: si no volvía al amanecer al Ayuntamiento muy seguramente levantaría sospechas. Shizuko les había llevado a un amplio faro por cuyo interior no paraba de caminar el preocupado gobernador.

    Esos asesinos eran algo preocupante y podían poner en peligro el desarrollo de la misión. Definitivamente no podía permitir que eso ocurriera, la Vara era algo demasiado valioso para dejarlo en manos de alguien peligroso. De repente las imágenes, como fotogramas, acudieron a su mente y no pudo reprimir una sonrisa.

    --La Vara es la llave. La llave que me permitirá acceder al Mjolnir...y la llave que me llevará a la gloria...

    Había llegado a la última planta y allí vio la figura de Shizuko, bajo la plateada luz de una preciosa luna. Como borrados por la luz lunar, esos pensamientos desaparecieron y se centraron en el presente. El gobernador se acercó sigilosamente aunque el repiqueteo de las espadas le delató rápidamente.

    --Lady Shizuko, es un honor para mí el que me haya acogido en su hogar pero he de irme. Preoucuparé a mi gente si no llego al amanecer al Ayuntamiento. Gracias por su hospitalidad.

    El gobernador se giró, sin esperar respuesta, y caminó escaleras abajo pero antes se detuvo y giró levente su cabeza.

    --Si me lo permtie, esta usted muy bella a la luz de la luna.

    Y prosiguió su camino.
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado junio 2011
    Aquella atractiva mujer le había explicado lo sucedido: una pelea, pero aquello seguía siendo sospechoso.

    --¿¡Una pelea!? ¡Con mesas quemadas y con estas marcas en el suelo! ¿Quién se supone que ha peleado?

    Escrutó de nuevo el local con ojo clínico antes de que su mente se distrajera en otros derroteros mucho más atractivos para él. Una reunión secreta de los miembros del equipo. Sonrió pícaramente.

    --Claro que pasé las pruebas. Bah. No fueron nada. Eso lo hago yo con los ojos cerrados...Y, respecto a esa reunión...Si vas a ir tú, estaré encantado de acudir. Dime dónde es.

    Los ojos de Morgan se fijaron en los de la mujer. Esa caería en sus manos, él nunca fallaba con las mujeres...¿La reunión? Podría estar bien.

    --Por cierto, no te vi en las pruebas, guapa.
  • dimigadimiga Bibliotecari@
    editado junio 2011
    Vaya parece que mi nuevo amigo va a ser del viaje algo sumamente divertido. Así que mientras sonrió le digo:

    “Parece que tienes muchas preguntas, espero que no sea debido al alcohol que corre por tus venas en este momento y que este sea tu estado natural. Me gustan los hombres que hablan demasiado y aunque no me gusta que me interroguen, hoy estoy de buen ánimo y te responderé todo lo que quieras. "

    Hago una pausa y noto que mi nuevo amigo me mira con mucho interés, se me hace que así es con todas las mujeres, que más se puede esperar de un hombre del mar. Enfoco la mirada hacia el bar destrozado y continuo con mi relato:"Sobre la pelea, te cuento que fue realmente interesante, estaba por aquí nuestro nuevo “jefe” y una chica oriental. A la casa de ella es a la que vamos. Hay mesas rotas y muchos daños, porque no fue nada fácil y eran demasiados. No sé porque empezó todo, aunque se me hace que nuestra nueva amiga era la protagonista de dicho episodio, pues al parecer conocía a sus contrincantes demasiado bien. Aunque también puede ser una coincidencia, ve tu a saber”.

    Lo miro fijamente y continúo:

    “No me viste en las pruebas, porque llegue temprano y tuve que irme pronto. Mi nombre es Kahena ¿qué tal si me hablas de ti mientras caminamos hacia el faro?”.

    Me dirijo a la salida y empiezo el camino hacia al faro, esperando que mi nuevo amigo me haga compañía.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado junio 2011
    Lady Shaira, luego de ver la refriega que se armó en la sirenita, se escabulló de allí, no fuera a ser que se encontrara una estocada perdida, al fin que no podía ayudar a sus amigos, entonces decidió irse para el faro a esperarlos alli, pues Shizuco les ofreció su casa.

    se puso a investigar todas las dependencias del faro y se quedó en el décimo, en lo más alto, oteando el firmamento y recordando a su amado perdido, lo mismo que a su hermana Doroty, que andaba más perdida que embolatada, todavía nadie le daba razón de ella, pero estaba segura, la presentía cerca.

    Estando allí, ve que llegan todos y se acuestan a dormir, quedando Shizuco sola en el faro, sube a la terraza y al sacar el catalejo para poder vigilar desde alí, se topa de frente con Lady Shaira, que se le aparece como la fantasma que es,:eek::eek::eek::eek:

    Discúlpame por asustarte,---le dice lady Shiara.
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado junio 2011
    Se volvió a hacia la fantasma y le sonrio abiertamente la despedida del gobernador la había turbado.
    -No te preocupes, ya estoy acostumbrada, hace mucho que no estaba en contacto con....con gente. Me quedare en vela toda la noche y mañana ire al navío. Quieres acompañarme esta noche?
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado junio 2011
    -Claro, no tengo nada mejor que hacer, es más, si deseas puedes dormir un rato que yo vigilaré por tí, o sino tienes sueño, podemos pasar la velada hablando de nuestros respectivos tormentos:)
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado junio 2011
    Entra un momento y saca dos confortables sillas del interior, las coloca mirando el mar, las estrellas y la luna. Luego le ofrece sentarse y se sienta, Shiro, salta a su regazo, se acurruca y enseguida empieza a dormir, confiado en el cálido regazo de su ama. Luego ella sin apartar la vista del mar dice:
    -Bueno, sera mejor que continúes con tu historia....
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado junio 2011
    Lady Shaira se acomoda junto a Shizuco, que con su gato en el regazo la conmina a que continue contándole su triste historia.

    - Pues verás, mi vida fué corta y patética, al no poder disfrutar a plenitud todo lo que una jovencita enamorada hubiera querido, como ya te había contado, también,fuí separada de mi verdadera familia y acogida por otra que aunque me dieron todo su amor, siempre añoraba la propia, más que nada a mi hermana gemela, pues mis padres murieron cuando las dos éramos niñas.

    Mi tio es un hombre muy malo, no se que habrá sido de él, pues las últimas noticias que tuve de allí fué cuando mi hermana Doroty huyo de su lado y se encuentra errante quien sabe en que peligros.

    Shizuco la ha escuchado con suma atención, concentrada, su gato maulla, seguro debe de tener hambre.
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado junio 2011
    -Es una historia abrumadora, como tantas otras...tranquila, buscaremos a tu hermana, ya sea en la vida o en la muerte. La encontraremos. Sera mejor preparar las cosas para el viaje, ya esta amaneciendo.

    Efectivamente el alba asomaba por el orizonte, Shizuko con un amago de reverencia la invito a entrar.

    Luego, acompañó a los demás hasta donde el governador los había citado.
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado julio 2011
    El gobernador se había escurrido entre los guardias aprovechando el cambio de turno. Rápidamente, como una sombra, había escalado por un árbol y había accedio a su habitación a través de una ventana, que dejó semiabierta. Una vez allí, miró hacia los soldados con mosquetones y bayonetas que guardaban su Ayuntamiento y sonrió.

    --Hasta yo me cuelo...Menuda protección que tengo.

    Rápidamente tomó unas maletas que tenía preparadas de antes. Se aseguró de tener su amuleto, sus espadas, su libro, se echó su fusil al hombro y abrió sus puertas para encontrarse con un estresado Garblitz.

    --¡Miilord! ¡Al fin! ¡El diplomático francés lleva esperándole una hora...le llamé pero usted...! ¿A dónde va...con todo eso, milord?

    Brennan, cansado y excitado, no tenía ni tiempo ni ganas de atender a diplomáticos franceses.

    --Lo siento, Garblitz, tengo prisa. Tengo que solventar un pequeño negocio de los míos. No tardaré demasiado...creo...

    --Pero señor...--Dijo, exasperado.--¿Otro de sus negocios? ¿Recuerda qué le pasó la última vez?

    --Sí, y no me lo recuerdes, que aún me duele el golpe...¡Pero haré lo que haga falta por mi país y por la gloria y el bien! Y esto me lo dará al fin...Además, siempre consigo algo en todos los negocios que emprendo.

    --Eso fue lo que dijo con lo del Martillo de Thor, con lo de El Dorado y con lo del unicornio...

    --Sí, pero esta vez va en serio. Se trata de algo enorme, Garblitz. --Habían llegado a la puerta y el oficial, seguro de no poder disuadir al gobernador, se quedó parado.

    --¿Qué hacemos en su ausencia, milord?

    --Quedas al mando, Garblitz, que para algo eres mi segundo. Confio en tí, seguro que das la talla. Cuídate. Nos veremos pronto, en serio.

    Garblitz se quedó en la puerta, con cara de asombro. Siempre que el gobernador se iba de negocios él quedaba al mando pero siempre se ponía nervioso. Solo pudo despedirse mientras la figura de Brennan se alejaba escoltada por varios hombres que estaban vestidos con capas negras y armaduras relucientes de plata. Era su guardia de élite.

    --Está listo el Aurora ¿Cierto?--Preguntó a uno de sus guardias el gobernador.

    --Sí, milord.

    --Excelente.
  • dimigadimiga Bibliotecari@
    editado julio 2011
    Cuando llegamos al faro todos están saliendo a la reunión con el Gobernador. Parece que embarcaremos pronto. La noche se fue volando y yo me siento con toda la energía del mundo, eso gracias a la buena pelea que tuvimos.

    Morgan no para de hablar de todo y de nada. Se me hace que está ansioso, pero aún no logro descifrar que lo tiene así. Igual es agradable que un hombre hable y tenga iniciativa. Así que me dejo guiar por él. Lo que seguramente hizo que nos demoráramos tanto en llegar.

    Nos unimos al grupo, que aunque parece haber descansado esta distante y ensimismado. La anfitriona a la cabeza hablando con alguien que parece ser un fantasma, aunque muy sólido. Que extraño, pienso, esa cara ya la he visto antes.

    Antes de unirnos al grupo llamo a un joven que está cerca y le pido el favor que busque a Melody, quien haré que nos acompañe en el viaje. Veremos que dice el Gobernador al respecto, pero creo personalmente que la compañía me servirá mucho. No solo a mi, así que hay que intentarlo.
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado julio 2011
    Shizuko permanece pensativa, esperando, siempre esperando. Algo le inquieta, pero decide observar y seguir al grupo sin decir nada.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado julio 2011
    Lady Chaira, sigue al lado de Shizuco, le gustaría poder ayudar de alguna manera, aunque sabe que sus poderes son limitados, está dispuesta a seguir hasta dar con su hermana, cada vez la presiente más cerca.:)

    Debido al movimiento que hay alrededor, pues ya todos se estan preparando para partir, decide quedarse al lado pero sin decir palabra, para que los de más integrantes que no la pueden ver, no vayan a creer que Shizuco está medio chiflada.:eek:
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado julio 2011
    Shizuko como se le hubiese leído el pensamiento susurra.
    -Tengo la costumbre de que no me importe lo que piensen de mí. Así que dime en que piensa esa preocupada casbecita tuya.

    Llehan al barco y Shizuko busca un lugar donde subir con su equipaje y la agradable fantasma al lado. Su gatito maulla, contento.
  • editado septiembre 2011
    Gracias a la luz del amanecer era posible ver cómo en la superficie del agua calma del mar se asomaba lentamente una piedra negra atada a una vincha de algas marrones, de esas que las Hijas del Mar cultivan con tanto cuidado. Progresivamente fue apareciendo la silueta de la cabeza de una sirena, con cabellos marrones rojizos, pero lo que más destacaba eran sus ojos de un verde intenso, brillante. Cuando su torso completo rompió la tensión superficial del agua, Laodamia parpadeó, y rápidamente se colocó detrás de una roca, no sea que fuera a ser vista por alguien.

    Se concentró para la tarea que se disponía a hacer. Debía contactar, luego de un par de días, a la humana de los ojos verdes, y comunicarle las nuevas noticias. Iba a disculparse por su abrupta ausencia y explicarle con detalle lo que había estado haciendo.

    Suspiró; estaba exhausta y muy delgada. Debía comer algo pronto. Las sirenas tienen una dieta variada, pero, como los demás seres, no pueden ingerir mientras están en un estado de inconsciencia. Y eso es precisamente como había permanecido Laodamia los últimos días.

    Lo primero que había hecho luego de dejar a las sirenas ocultas en esa cueva fue volver, con la ayuda de Dag, a su hogar. Allí le tomó menos de dos segundos encontrar a su abuela, la conocida bruja del clan. Sólo había tenido que pensar en ella con una mano en la roca que llevaba en su frente, e instantáneamente le llegó la respuesta a su llamado. Como conocía tan bien la frecuencia de los pensamientos de la vieja sirena, no tardó demasiado en enterarla de los sucesos recientemente ocurridos, y, debido a la sagacidad y enormes conocimientos de aquella, ideó un plan para resolver la cuestión.

    Así fue como la Princesa de los Mares Centrales fue conducida por su abuela a su morada, y allí se recostó sobre un colchón de algas marinas. Cerró sus ojos, al tiempo que la bruja del clan se acercaba a ella, entonando una antigua canción que los sabios utilizaban para dormir a sus pacientes y atenderlos desde otro ángulo. En este caso, su abuela cantó y cantó en el idioma antiguo de las sirenas para lograr que Laodamia se sumiera en la inconsciencia y llegara al mismo nivel que sus hermanas del oeste. Cuando lo consiguió, lo que la sirena vio fue algo asombroso. En un páramo terrestre, lleno de luz solar y plantas brillantes, el ambiente no estaba lleno de aire, sino de agua. Seguramente el captor de las sirenas lo había dispuesto de ese modo creándoles la ilusión de estar sobre tierra, para que ellas se sintieran en desventaja, pero no pudo contra la naturaleza de los seres del mar, para quienes el agua es parte de todos sus niveles de conciencia.

    Laodamia se preguntaba dónde estarían las sirenas, cuando vio un resplandor celeste oscuro detrás de una planta, y se percató de que estarían probablemente ocultas, temerosas de quien se pudiera presentar estando ellas tan expuestas y vulnerables. El inconsciente de las sirenas, al igual que el de los humanos, es la parte más desprotegida de la mente, por lo que es la parte más escurridiza. En consecuencia, si Laodamia quería acercarse a los inconscientes de las sirenas debía ganarse su confianza, que es algo el triple de complicado que ganarse la del consciente. De todas formas la Princesa sabía que lo que tenía que hacer era demostrarles a las otras que ella no era una ilusión y así lo hizo, y la líder se acercó a ella, nerviosa. Vio que todas tenían un color celeste pálido, y entendió que era porque estaban perdiendo su energía a cada rato.

    Regina, pues ese era el nombre de la Princesa del Oeste, le comunicó que ellas no conocían a su captor, que lo único que habían logrado descubrir era que era un hombre con voz rasposa. Él las mantenía en ese estado porque así no podían utilizar sus dones mágicos, y además, porque eran más vulnerables y sólo con amedrentarlas un poco les sacaba gran parte de su energía. No le supo decir para qué quería esa energía, ni por qué ellas, pero Laodamia tenía una idea aproximada de al menos la segunda cuestión: el Clan del Oeste era el clan guerrero, por lo que, con seguridad, el captor quería la energía de las sirenas más combativas, seguro que preparándose para un combate o alguna empresa importante. Además, si terminaba de sacarles la energía, eliminaba por completo la amenaza que le supondrían.

    Laodamia alcanzó a decirle a Regina que no perdiera la fe, que ella misma se encargaría de liberarlas de esa prisión, cuando desapareció de ese lugar ficticio y apareció en la morada de su abuela, recostada sobre el lecho de algas. Ella la había despertado ya que, como era de esperar, estaba al tanto de lo ocurrido, y a sabiendas de que era un asunto urgente porque las sirenas no aguantarían demasiado tiempo en ese estado, la despidió con un simple beso. Sin perder tiempo, Laodamia llamó a Dag, y llegó al mismo lugar donde se había encontrado con la humana, detrás de esa roca.

    Se quitó la vincha de algas y se pasó las manos por el cabello, desenredándolo. Aquel era un gesto que siempre le aclaraba el pensamiento y la relajaba. Suspiró de nuevo, colocándose la vincha. Cerró los ojos, para concentrarse en llamar a la humana.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado septiembre 2011
    Como a Shizuco poco le importa que la vean hablando sola, Lady Chaira va contándole anécdotas de su vida pasada, las cosas que la hacían feliz cuando estaba con su amado y todos sus sueños frustrados, ella la escuchaba con mucho cuidado, pero sin apartar los ojos de todo lo que pasaba a su alrededor, debía estar muy atenta, pues el peligro en el que estaban era mucho y cualquier descuido podía ser fatal para toda la tripulación.

    Su gatito iba feliz en sus brazos, ya no lo asustaba la fantasma,hasta parecía que le hacía gracia verla flotando a su lado y las musarañas que le hacía para llamar su atención.

    Todo era un agite en el barco, pues querian zarpar cuanto antes, la sed de emociones fuertes los tenian a todos en vilo, sólo esperaban la orden de su capitán para hacersen a la mar:cool:
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Todo cuando le contaba su nueva compañera le enternecía. Sin embargo sabía de sobra que no podía permitirse mostrar debilidad ante nadie. Pensó en su amado. Un año desaparecido. Un habitante del mar de las aguas con una humana.

    Si alguien lo supiera...cuando la fantasma termino de contar toda la historia, ella le contó la suya(anteriormente mencionada)

    Como había sido su vida en la lujosa casa de sus padres, como había huido de una boda concertada, como se había colado entre maleantes siendo apenas una adolescente, como había sido instruida por uno de los mejores piratas. Su aventura con los asesinos que los habían atacado en La Sirenita. Finalmente la historia de amor prohibida.
    -Se que ya te conte algo antes, pero quería contartelo todo. Ya que has mostrado gran confianza en mí. Normalmente no confío en nadie y me mantengo apartada de todo el mundo. Pero creo que tu eres sincera y que compartimos muchas cosas. Es algo que no me pasaba desde hace mucho.
    ¿Por cierto, has visto al governador? O al capitan del barco, me gustaría saber donde dejar mis cosas y donde me voy a instalar. Podría ayudar en la cocina o de vigia. Son dos cosas que se me dan extremadamente bien.

    Espero a la respuesta Lady chaira.
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado septiembre 2011
    --Me alegra mucho oír eso, lady Shizuko.-- Brennan apareció de repente con su abrigo negro y acompañado de un hombre vestido igual que él. -- Como vigía he asignado a Morgan pero necesitamos una pinche en la cocina, creo que ese puesto le vendrá bien, si no tiene objección alguna. Su camarote es el número 5, en la cubierta de abajo.

    El gobernador miró a lady Chiara, sonriendo, pues no tenía función clara para un fantasma. El otro hombre levantó los ojos, tenía gruesas lentes y llevaba un sombrero de ala ancha. En su mano derecha portaba algo que parecía una cruz envuelta en un paño blanco. Miró hacia lady Chiara y sonrió, pues era capaz de verla y su mirada era ardiente.
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    -Lady Chaira podría supervisar en la cocina.- Se coloca delante de lady Chaira con ademan protector. Su gato maulla y salta hacia delante. No le gusta la cruz.
    -Por cierto, sobre la oferta de ser su guardaespaldas en esta travesía...-El hombre que esta a su lado no lo ve con buenos ojos. Algo en la mirada de el, le repele.
    -Es extraño que un Governador de tal fama se embarque en este tipo de aventuras... dígame, si no es indiscreción...que esta buscando exactamente?
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado septiembre 2011
    --Si estoy aquí es por motivos políticos, señorita. Y estaré encantado de que, además, sea mi guardaespaldas en esta dificultosa travesía. Colaborará con él.

    Brennan señaló al hombre que llevaba la cruz y una ráfaga de viento movió la tela. Uno de los brazos de la cruz se descubrió mostrando la afiladísima punta de una lanza. El hombre de negro la cubrió de nuevo al instante.

    --Lady Chiara, usted ayude en lo que buenamente pueda.

    El hombre de negro no paraba de mirar fijamente a Chiara mientras apretaba con más fuerza el mango de la cruz.

  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    Todas las señales de código rojo se activan. El interior de Shizuko es un torbellino de preocupaciones. El hombre no parece muy amigable y menos hacia Lady Chaira. Se pone delante.
    -Como usted guste Señor. Le asistiré y cuidare sus espaldas. Creame no se arrepentirá. -Le tiende un fino silvato.
    -No soy un perro, no me malinterprete. Pero llame y acudiré a usted.
    Con una actitud frivola y de aparente calma y frialdad distante, le tiende la mano al hombre.
    -Mucho gusto, no nos han presentado. Cuente conmigo para cualquier adversidad si se trata del governador.-Espera a que se presente.
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado septiembre 2011
    El hombre sonrió siniestramente y le dio la mano a Shizuko apoyando la cruz-lanza contra su hombro.

    --Me alegra contar con usted y con su...amiga. Soy Lawrence S. Chantry.

    En su muñeca llevaba una pulsera con la cruz templaria. Brennan se despidió.

    --Partiremos enseguida. Lady Shizuko, compruebe, por favor, que está todo el pasaje listo y que ese Morgan esté en su puesto. Chantry, venga conmigo.

    Así, el gobernador y su siniestro guardaespaldas se retiraron.
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    -si señor.-Dicho esto, se disculpo con Lady Chaira, fue al camarote 5 donde le anuncio a CHaira que podria quedarse durante la travesía y fue a comprobar que el equipaje estaba apunto.
    Cuando termino con la lavor. Busco a Morgan.

    Al encontrarlo hizo una breve inclinación.
    -Todo listo señor Morgan? El Governador espera que todo este listo.-Su actitud era completamente impersonal y fría. Su gato le seguía muy de cerca.
  • AljanAljan San juan de la Cruz XVI
    editado septiembre 2011
    Morgan dormía pero, a la llegada de Shizuko, se levantó precipitadamente.

    --Bah, sí, todo listo. Vete a molestar a otra parte, niña. No me toques las narices y llévate a ese gato o me lo como.

    El hombre de negro les observaba de lejos, jugando con una manzana.
  • editado septiembre 2011
    Algo andaba mal. Luego de intentarlo varias veces, Laodamia desistió. No era normal que algo de magia tan simple para una criatura como ella se le resistiera de ese modo, pero lo cierto es que no podía comunicarse con Kahena. Creía que podía deberse al desgaste sufrido por permanecer tanto tiempo inconsciente, o quizá era un conjuro entre los tantos que conformaban la red de hechizos que mantenía prisioneras a sus hermanas del Oeste que habría puesto su captor, para inmovilizar la magia de cualquiera que se entrometiera demasiado. De igual manera, el efecto pronto se iría; más adelante se encargaría de ello, por el momento había otra cosa que llamaba su atención.

    Notaba un barco atracado en el muelle. Un gran e imponente navío, lleno de gente que iba y venía. Y esa era gente de todos los tamaños y colores. Divisó, con su maravillosa vista, hombres armados, mujeres más armadas aún, simples marineros, y hasta divisó un gato entre ellos. A sabiendas de que no tenía objeto seguir intentando contactar la mente de la humana decidió acercarse a la embarcación y observar un rato, para pasar el tiempo. Quizá podría oír algo de su humana, que sabía que, con esos ojos, no pasaría inadvertida entre las gentes del lugar. Y si no, al menos se entretendría un rato hasta que el efecto del conjuro pasara.

    Si Laodamia tenía muchas virtudes, también, como todos, tenía defectos; uno de los más grandes solía ser su curiosidad. En ocasiones, en su niñez, su gran curiosidad le había jugado en contra: un claro ejemplo de la frase “La curiosidad mató al gato”. A sabiendas de esto, y recordando los consejos que su anciana pero sabia abuela le había repetido hasta el cansancio en esa época, se acercó cautelosa al barco, murmurando un sencillo conjuro que haría que cualquier humano que la viera pensara que se trataba de un simple pez azul.

    Así fue como Laodamia cruzó a nado los metros que la separaban del barco y se dispuso a observar un rato.
  • dimigadimiga Bibliotecari@
    editado septiembre 2011
    Antes de subir al barco, espero la llegada de Melody. Morgan ha desaparecido a no más hemos llegamos. “Que tipo tan extraño” pienso. Cuando al fin diviso a la chica, veo que trae consigo más de un equipaje. Yo miro mis manos y me doy cuenta que no traigo nada, “que novedad todo lo que necesito en definitiva esta aquí, pero me hace falta parecer un poco más “humana”. Aunque por Dios para qué necesita una persona tanto bagaje”, meditó.

    La alegre mujer llega con una gran sonrisa y como si hubiese leído mi mente dice: “No se preocupe, no todo es mío, he traído muchas cosas para usted, que seguro harán del viaje algo muy divertido, aunque debo decir que en su habitación no encontré nada, pero le traje de todo”, me guiña el ojo y sigue sonriendo. No puedo evitar sonreír con ella. Definitivamente con esta mujer desde luego que me voy a divertir. Siempre tiene algo que contar y está tan alegre de la vida, a pesar de lo mucho que se ve que ha sufrido...

    La guío para que subamos al barco; en el muelle vemos muchos curiosos y gente que se quiere colar, pero parece que la inspección no permitirá que eso pase; pasamos el control sin mayor problema y en la cubierta se ve mucho movimiento.

    Nos disponemos a seguir las indicaciones que nos llevaran al camarote número 9. Cuando íbamos caminando por el pasillo, alcance a sentir por un momento el llamado de Laodamia, pero rápidamente se perdió. “Será que ha vuelto, tendré que divisar la manera de poder comunicarme con ella estando en este barco” pienso. Así que al llegar al camarote, dejo a Melody organizando. Le digo que voy a ubicar a la persona encargada para saber en qué podemos ayudar mientras estamos aquí y me voy mirando el lugar y reconociendo a la gente alrededor.

    Llego a la cubierta nuevamente y me separo del gentío que revolotea por el lugar o está mirando al muelle. Ubico el lugar más alejado y miro al mar, tratando de concentrarme en la sirena...
  • Suara BaalSuara Baal Juan Boscán s.XVI
    editado septiembre 2011
    -Niña?-Se pregunta a si misma, se ríe. Parece Morgan no esa de buen humor. Pero no importa, esta acostumbrada a cosas peores. Cuando va hacia los camerinos de nuevo pasa por cubierta, algo la detiene. No quiere meterse de nuevo entre tanto gentío, busca el lugar más adecuado, para retirarse y descansar, pero se lo encuentra ya ocupado.
    Haciendo de tripas corazón hace el esfuerzo de representarse.
    -Hola, mi nombre es Shizuko. Me hace un hueco? No soporto todo este jaleo...además Morgan no esta de buen humor. Y el governador...en fin. No se donde me he metido.-Fingir ser cortes no le cuesta nada en absoluto. Sabe moverse y dialogar con casi todo tipo de personas.
    Espera su contestación mientras contempla el mar. Siro salta a los brazos de la extraña y se acurruca parece cómodo.
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