En el mundo del más allá, ese que comienza cuando nuestras fuerzas nos abandonan, es de suponer que las intrigas y las pasiones, los amores y las incertidumbres, se transformen en sentimientos diferentes.
No nos será posible enervarnos, no tendremos necesidades, el tiempo no nos apremiará, no existirán las puertas y menos las fronteras, no afrontaremos males entendidos, la demarcación entre el bien y el mal desaparecerá.
El todo ocupará nuestro nuevo mundo.
Y en aquél nuevo mundo, recién abierto a nuestros ojos, podremos "vivir" o quizás existir, apreciando infinidad de posibilidades ignoradas hasta entonces, que, en nuestra primera etapa, no nos fue permitido palpar.
Quiero creer, pues mis fundamentos para ello son puro producto de mi imaginación o deseos, que allí, en nuestra segunda etapa, sepamos disfrutar de todo lo sustancial, que seguramente llevaremos en nuestra mochila de los recuerdos y vivencias pasadas en nuestra primera etapa, que entonces llegará a su término.
Comentarios
Siempre me intrigó el mas allá, y a medida que, quiera o no, me estoy acercando, permito y me doy el lujo, de otorgar a mi mente libre albedrío
Lo cual no quita, y en ello comparto tu opinión, Shaianti, de aprovechar al máximo nuestro paso por esta etapa.
Un abrazo.
betob
No es conveniente arrepentirse de nuestros actos, eso sí, analizarlos y si es posible sacar conclusiones para no caer de nuevo en ello.
Y sobre lo que no hicimos, borrón y cuenta nueva.
Un abrazote, Amparo.
betob