Presento aquí el artículo que publiqué el mes pasado en otra revista virtual. Sé que me expongo a críticas y ataques (sobre todo aquí en España), pero también espero que este planteamiento pueda "provocar una revoltura de ideas" en algunos lectores, como se me comentó en esa revista.
El arduo camino
La especie humana se relaciona entre sus miembros y con los demás seres vivientes según su grado de sexismo, racismo y especismo. Cuando estos comportamientos afloran a la conciencia moral, se ponen en discusión y se establecen nuevas normas y leyes para acabar con ellos.
En su libro “El origen del hombre” (1871), Darwin habla del “Círculo de la compasión”, o sea, el círculo moral en el que incluimos a los demás, según nuestro grado de aceptación. El círculo se amplía a lo largo del tiempo siguiendo nuestro progreso moral, y aquí es donde surge el problema.
La ampliación, es decir, la aceptación en el interior de nuestro círculo de aquellos que antes eran rechazados y que suele producirse por cambios de actitud social y cultural, reforzados por nuevas leyes, desencadena la oposición de quienes hasta ese momento mantenían una posición de privilegio en el interior del círculo.
Siempre habrá detractores, como los hubo contra la abolición de la esclavitud o la revolución feminista, listos a defender sus privilegios atávicos. Estos “reaccionarios” buscarán razones, legales y no contra esa ampliación para justificar la preservación de su ligitimidad a despreciar (mujeres), marginar (otras razas) o maltratar y matar (animales).
Así como la condición de la mujer en una sociedad determina el grado de civilizazión de dicha sociedad, hoy en día, el trato dado a los animales determina nuestro grado de conciencia (progreso) moral.
Si ciertos logros costaron guerras, revoluciones, represiones, ¿Qué y cuánto podemos esperar para que se logre la abolición de prácticas de tortura y muerte?
Las mujeres, en occidente, se encuentran en un radio más amplio que hace cien años. Los toros se encuentran en estos momentos en el mismo radio que los esclavos africanos hace 150 años (incluido el derecho de vida y de muerte sobre ellos y la tortura); el resto de los animales se encuentra en un limbo entre diferentes círculos, según nuestro grado de especismo hacia ellos.
La misma moral que otorga a un grupo de taurinos indignados a arremeter impunemente contra unos pocos pancartistas pacíficos, explica el límite de la compasión en el que nos encontramos hoy en día.
Y eso que ya en 1975, el bioético americano Peter Singer publicó” Animal Liberation”, que se puede considerar el primer libro sobre los derechos de los animales. En él dice: “No deberíamos provocar dolor o causar miedo a ningún animal que no quisiéramos experimentar nosotros mismos.”
Desafortunadamente, no mucho ha cambiado desde que Cicerón protestaba contra los espectáculos de circo con fieras o San Agustín clamaba contra el riesgo frívolo que la corrida representa para “la vida humana”. (Tendría que ver ahora cómo se juegan la vida los motoristas y corredores de Fórmula 1, entre otros).
A pesar de intelectuales y filósofos, desde Eugenio Noel que hace casi un siglo definió las corridas “crímenes de raza”, hasta animalistas y filósofos actuales como Jesús Mosterín que escribe “la tradición no es una justificación ética”, quedan escollos que superar como el del Protocolo Europeo sobre la Protección y el Bienestar de los Animales. En él hay hay una sección pensada a medida que legitima la realización de las corridas (claramente lejos de cualquier auténtico objetivo de bienestar y protección del toro), que dice así:“
respetando al mismo tiempo las disposiciones legales o administrativas y las costumbres de los Estados miembros relativas, en particular, a ritos religiosos, tradiciones culturales y patrimonio regional”. Con esto tristemente cae la afirmación de Mosterín mientras otros aclaman:
“Si no hay toros, no hay fiesta”. ¡Olé!
Para concluir sobre esta abominación cultural que se perpetúa, una reflexión del poeta Manuel Vicent:
“Si se admite que la belleza puede surgir de la sangre derramada,
aunque ésta se inflija a un animal,
es que uno ya tiene justificado en el corazón todo tipo de violencia”.
M.C.A.
Sept. 2010
Comentarios
Me parece también que no podemos escudarnos en la cultura para hacer cualquier cosa (repito, amén de que sea moralmente bueno o no lo de las corridas), por ejemplo, mi país estaría muy mal si siguiéramos "arreglando diferencias" como lo hacían nuestros gauchos a puñaladas; y no sé hasta qué punto es buena su difusión, llegué a ver en zapping que daban corridas en TVE al mediodía acá, o sea que era temprano por la tarde en España; me pregunto qué se le revela a un nene que ve eso y no tiene las herramientas cognitivas necesarias para ubicarlo u ordenarlo teleológica o moralmente, qué impresión le queda al ver esa masacre avalada por "la tele", donde probablemente también mire Alf, algún programa de entretenimientos infantil, ¡y se le mezcle todo!.
No quería extenderme mucho, pero es que la tauromaquia es algo que tengo muy presente, siempre, y me revuleve como esa angustia que desconcierta, que a uno le hace preguntarse ¿por dónde viene la mano, cómo es esto?, y la respuesta sigue latente.
Espero haber aportado algo, y no ofendido; si fallé en esto último, mis disculpas a disposición.
Saludos.
Al contrario, pienso que has tocado un argumento delicado en lo que concierne la visión de un espectáculo de dolor y sangre en tv, a las cinco de la tarde, para todos los públicos.
Hace unas semanas asistí a una exposición de fotografía sobre el maltrato animal. Las fotos más "cruentas" habían sido colocadas detrás de una mampara. Pregunté por qué y se me dijo que para "no herir la sensibilidad de algunos visitadores". ¡Qué ironía y qué paradoja! En tv y en los periódicos, los niños y otros seres sensibles ven constantemente imágenes como ésta:
mientras se toman la merienda, y no vomitan, mientras el toro si lo hace,
ahogado en su propia sangre.
Como han dicho otros antes que yo, "la tradición no es una justificación ética".
Hay quienes pretenden dominar al más débil con la fuerza pero no pueden callar al más fuerte con la fuerza de la palabra.
En nosotros está la fuerza y la esperanza compañeros,grandes promesas literarias,protagonistas de los deseados cambios y de escribir otra historia...
Muchas gracias Shaianti por un ejemplar trabajo,digno de admiración y respeto.Un abrazo
Es como la cuestión de la biodiversidad y de la preservación de nuestro mundo, el hombre no ve más allá de su nariz y sólo con la educación y la concienciación se logran mejoras.
Hola, Shaianti, he pintado mis palabras de rojo a semejanza de la sangre derramada de los inocentes toros, sacrificados para satisfacer el deseo vampirico de los espectadores.
Por supuesto que apruebo palabra por palabra, tu escrito, felicito tu valentía al publicarlo.
Inclino mi sombrero.
betob
Algo tan medular en las tradiciones españolas es controversial desde el punto de vista racional !!
"Un espectáculo atroz no se necesita para demostrar la superioridad humana ante un exánime vacuno".
El arte de torear es una cita entre dos seres,una rara conexión,se presentan entre sí,se miden entre sigilos y arrebatos,y en danzas estilizadas... tienen crueles relaciones.
Por favor,no se necesita un espectáculo donde las flores las recibe un matador,un ser amado por abanderar una muerte injusta,por infringir dolor a otro ser, que nunca supo de maldad,solo vivir luchando...
Cuenta con mi apoyo Shainti,un abrazo
No concibo arte donde hay dolor y muerte.
Igual me parece cuando enfrentan a dos gallos en las galleras, que crueles son, como se pueden divertir con el sufrimiento de estos animalitos tan bonitos y así por el estilo hay cantidad de entretenimientos para esta gente sin corazón, que podemos esperar las mujeres de estos hombres, me imagino que asi trataran a su pareja, bueno como que me meti a la cocina,espero que no.
Cualquier espectáculo basado en el maltrato, tortura y muerte de los animales es deplorable y hace al ser humano indigno de considerarse especie superior.
Tu texto está bien. Concuerdo con lo que dices. Pero...
En el mundo se gastan cientos de miles de millones de dólares en armamentos y afines.
Actualmente existen 180 millones de niños con bajo peso, y por año mueren de hambre decenas de miles.
Hay 273 millones de personas hambrientas.
Cada año se inventa una nueva guerra en la que mueren cientos o miles de inocentes, para que las grandes Corporaciones se disputen los recursos del país de turno, creando donde antes no la había, una gigantesca deuda que la población deberá pagar con más impuestos y horas de trabajo. Eso sí, antes reestablecerán la "democracia" en el país, colocando en el poder a un "defensor del pueblo".
En el mundo existen millones de personas que son maltratadas y posteriormente asesinadas, ya sea por hambre, sed, enfermedades o violencia física. Todas ellas, estoy seguro, tienen menos posibilidades que los toros de lidia.
Entonces... si el mundo está como está...
¿Qué sorpresa o estupor pueden causarnos las corridas de toros?
Somos, como dice el agente Smith en "The Matrix", un virus. Un espantoso organismo que destruye todo a su alrededor. Incluso a sí mismo.
Saludos
"Cuando el poder del amor sea más grande que el amor al poder, el mundo conocerá la paz."
Jimi Hendrix
Las corridas son sencillamente un naipe más del castillo, que antes o después se derrumbará.
Gracias por tu acertado comentario.
Lo que explicas no es un tema novedoso; ya ha corrido mucha tinta sobre la crueldad de las corridas de toros.
Eso no quita que te diga que tu opinión sobre este tema es coincidente con la de muchas personas, entre las que me cuento.
Las corridas de toros son una lucha desigual en la que todas las ventajas las tiene el torero. Para enfrentarse al toro necesita herirlo antes, disminuirlo, maltratarlo. ¿Se atreverían a enfrentarse al animal sin recurrir al rejoneador y a los banderilleros ?.....
Es por tanto un acto de cobardía, desleal y cruel.
También mis reflexiones se han escrito y oído muchas veces. No es novedad ni lo que has escrito ni lo que añado.
¡¡Pero hay que seguir diciéndolo!!
Un abrazo.
Sinrima
Desde luego es con la insistencia, y la denuncia que se obtienen las cosas, aunque requiera años.
Personalmente soy incapaz de ir a una corrida de toros. Es más el desagrado es mayúsculo. Pero después de meditar sobre la vida y la muerte. Mi muerte, quiero decir. Deseo,si he de morir, poder hacerlo luchando. Luchando cómo el animal que me considero. Creo que si me diesen a escoger entre morir en una trinchera o morir en una camara de gas. Lo tendría claro.
Aunque la sangre me empapara la cara y tubiese que sujetar el higado con la mano. Moriria luchando.
Me parece, que con vuestra postura solo lavais vuestras consciencias, de una forma un tanto egoista.
No defendeis la vida o la muerte del animal, solo defendeis, vuestra sensivilidad a la hora de verlo.
Por último, creo que para un toro bravo, una muerte digna significa morir luchando. Aunque eche de menos, el respeto devido al animal, por parte de su aventajado mataor.
Espero que me convenzáis de lo contrario.
"Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales." Ghandi
Solo pretendía aclarar mis dudas, puesto que mis sentimientos en estas lides son contradictorios.
Se me ocurren mil maneras de decir lo que siento, pero prefiero pensar, que no sé interpretar lo que leen y ven mis ojos.
En todo caso te agradezco haber leído y haber comentado.
Te propongo que leas un relato que publiqué en narrativa, en la sección Otros, y que voy a republicar: Historias de Gatos para Perros y viceversa II. (El I también anda por ahí, en narrativa).
Aunque he personificado al protagonista (un perro), también hablo de esa "conciencia" humana, a la que tu te referías.
A mi también me parece disparatado el maltrato a los animales. Y entiendo que no hay excusa para ello. Pero en cuanto a los toros y su forma de morir, albergo muchas dudas.
Incluso pienso en su posible extinción.
Un saludo.
No me parece que el ser humano se haya preocupado hasta ahora, o se preocupe realmente, por la extinción de ninguna otra especie. Ese argumento, en relación al toro de lidia, es oportunista y falso, manipulado, producto de otros intereses.
Siento ser tan aspero, pero primero me llamas reaccionario y ahora manipulador. Creo que la diplomacia ya no tiene sentido.
Un saludo.:mad:
Pensé que quedaba claro que no me preocupa la extinción de esa raza taurina creada para recreo del animal humano, cuanto me preocupa y me duele el uso que se hace de ella, su tortura y muerte anunciada, bajo el pretexto de una tradición o pseudoarte.
Pienso que tus débiles argumentos (además has confesado estar lleno de contradicciones y confusión), no son defendibles en absoluto. Pregunta a los ganaderos y a todo el entorno que se lucra con este "deporte", si les interesaría sostener económicamente la raza de lidia.
El problema es que mientras sean de provecho económico, se perpetúa la raza, si no, no es rentable. No me preguntes a mi por los pastos, pregúntaselo a ellos.
Lenio, si de morir se trata lo mejor es en Paz; empero si fuese atacado ese designio por supuesto que habrá que luchar en pos de ella. Mientras una partícula sustente la vida, no morirá la esperanza de yacer en libertad.
Por costumbre, en nuestro rol de supremacía poseemos todo, desde lo necesario hasta la devastación, desde lo justificable hasta un desalmado confín.
Existen ruinosos caprichos que insinúan un cetro de maldad, que pocos ostentan dicho patrimonio ante la impávida mirada de muchos.
El miedo es el móvil, miedo a perder el control de ...
Me he parado en mi instinto.
En un subconciente conocido pero poco escuchado.(Es lo que entiendo)
Si tanta razón tengo, qué me impide ver una corrida de toros.
Habrá algo de injusto en tanta crueldad. Tendré que aprender de los mismos animales, cuando buscan la muerte de su adversario en su punto más fragil.
Incluso un buen cazador, debe de buscar la muerte sin sufrimiento.
Definitivamente, estaba equivocado.
No sé cual será el futuro del Toro bravo, pero espero que entre todos, hallemos una forma de continuidad para ellos.
Un saludo.