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Los cuentos de Nikozamo

nikozamonikozamo Gonzalo de Berceo s.XIII
editado marzo 2010 en Narrativa
Desde ahora, todos mis relatos estaran en un solo hilo, para mayor comodidad mia y de todos. aqui les dejo mi ultima creacion, un poco mas larga que de costumbre, espero que les guste por que tambien me costo un poco mas...:D


El Portal

Muy a lo lejos, entre las tormentas de arena, apenas se puede ver que hay una gran edificación, corroída por el tiempo y el clima. El sol y los vientos por mucho tiempo han tratado sin ningún fruto de borrar del mapa a esta construcción, la cual pareciera estar protegida por una fuerza especial. Si se pregunta a la gente del poblado acerca de aquel lugar, todos te dirán que esta ahí desde antes que el pueblo fuera construido y que hasta ahora, toda persona que ha tratado de llegar hasta allá, no lo ha logrado. Si te atreves a preguntar algo mas, simplemente seguirán su camino sin siquiera dirigirte una mirada. A primera vista, uno podría pensar que es un lugar embrujado o que esta fuera del alcance de la mano de dios. Aun así, siempre hay alguna mente inquieta y aventurera que siempre esta en busca de la verdad y que es capaz de hacer hasta lo imposible para conseguir hasta el mínimo de información. Muchas personas así han llegado al pueblo y se han marchado rumbo a la gran edificación sin nombre alguno, para no volver jamás.

Este es el caso de un joven obstinado, como tantos otros aventureros, que se adentraron a lo desconocido en busca del secreto de aquel lugar. Compro un caballo, provisiones y otros artículos para comenzar el viaje, se hospedó en una taberna y a primera hora de la mañana partió ante la burla y los murmullos de los lugareños. La primera parte del tramo fue bastante fácil, al parecer las tormentas de arena habían cesado por completo con el único fin de conducir a aquel joven hasta su destino. Así pasaron unos cuantos días, hasta que el espíritu del desierto no aguanto mas ante aquella osadía y al ver que el aventurero se acercaba demasiado al preciado secreto del desierto, lanzo la tormenta de arena más aterradora de la historia. Respirar era imposible, el caballo no soporto la travesía y murió, casi aplastando al joven aventurero. Pero había que seguir, nada ni nadie se podía interponer en la realización de aquella empresa. Usando su inteligencia, al ver que el desierto tomaba vida, solo para hacerle frente a su aventura, decido hacerse pasar por muerto. Se resguardo solo a los lados del animal muerto y espero. Las tormentas de arena no se detuvieron al instante, sino, acrecentaron su poder hasta el máximo, seguramente en el intento de darle sepultura a aquel joven atrevido.

La situación ya era insostenible. A nuestro aventurero solo le quedaba un recurso, con voz fuerte y prepotente le grito al desierto que terminara con su locura homicida, por que ya no tenía miedo a su poder y seguiría hasta conseguir su cometido. Usando los vientos como su voz, el desierto le hizo saber al joven aventurero que no le seria fácil llegar hasta el lugar que se proponía.

Pasaron varios días mas, la comida empezaba a acabarse y era casi imposible respirar con aquella muralla de arena que golpeaba día y noche a nuestro protagonista. Sabía que cada caso que daba, estaba más cerca de llegar a aquel lugar olvidado. Rendirse solo significaba morir, así que siguió y siguió. La mente del joven ya empezaba a fallar, las ilusiones eran cada vez más frecuentes y reales. Una de estas ilusiones se acercó en forma de un escarabajo azul que parecía estar hecho de piedras preciosas. Nuestro aventurero, al borde de la locura, le pregunto al escarabajo por que era tan necesario que aquel lugar fuera nunca visitado, a lo que el escarabajo respondió: solo la persona que lo merezca podrá entrar. Cuando quiso formular otra pregunta, el escarabajo ya había desaparecido bajo la arena.

Para nuestro aventurero, ya era imposible andar de pie, la tormenta seguía furiosa y cada vez estaba más debilitado. Entre sus dedos apareció algo firme entre la arena, siguió avanzando y se dio cuenta de que cada vez mas el suelo se volvía más duro y que la arena quedaba atrás. Se levantó y se dio cuenta que había encontrado un pasillo de piedra en medio del desierto. Siguió su rumbo por varias horas, para de repente darse cuenta que la tormenta había por fin terminado. Alzo la vista una ves mas y se dio cuenta que aquella edificación estaba justo al frente. No lo podía creer, por fin había llegado, aun así, quedaba un buen tramo por recorrer, solo con su fuerza mental restaurada por aquel hallazgo, se apresuro para poder ver mejor el lugar que nadie mas había visto tan cerca.

Se podía ver un gran marco de color arenisca adornada con figuras lineales y al centro una gran puerta con miles de símbolos en toda su extensión. Eso era todo, no había más edificio que eso, una entrada a ninguna parte. Esto no podía terminar de esa forma, así que el joven se acerco para ver mejor el trabajo artístico y arquitectónico del lugar. Las puertas estaban cerradas y era imposible ver si había algo más detrás de ella. De repente escucho un susurro muy suave, pero no supo de donde provino. El susurro se repitió varias veces, aun así era imposible saber donde estaba la fuente.

Cuando llego a un borde de las puertas, algo invisible rozo su brazo. No había animales ni vegetación. Nuestro aventurero se asusto y al retroceder se tropezó con una tela muy fina y del mismo color del arco de arenisca. ¡Una mujer se escondía tras la gran tela! El joven se sorprendió al darse cuenta que ante su torpeza la mujer había quedado totalmente desprovista de vestimenta. Se apresuro a devolverle el manto y sonrío nerviosamente.

La joven mujer se dirigió a nuestro aventurero y le dijo que estaba parado justo en frente de un portal que conducía a una mejor vida. Por un momento el joven se asusto y pregunto si moriría al traspasar el portal, pero la respuesta fue negativa. La joven tomo de la mano a nuestro aventurero y entre los dos, abrieron el gran portal, dejando salir un gran destello cegador de su interior. Entraron y segundos después se perdieron ante la luz. El secreto del desierto seguía intacto y nuestro joven aventurero por fin pudo descansar después de su larga travesía, junto a esa linda joven que lo acompañaría por el resto de los días.

Comentarios

  • serranaserrana Juan Boscán s.XVI
    editado marzo 2010
    Niko, vas mejorando mucho. Pero el camino es largo.
    En primer lugar es un poco inverosimil el final.
    En segundo lugar tienes que mejorar la voz del narrador. No se mucho de eso pero me parece que quien narra debiera pasar mas desapercibido. Te quedo muy repetido lo de "nuestro aventurero" y eso.
    Espero que no te molesten mis comentarios. Solo quiero ayudar.:)
  • nikozamonikozamo Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado marzo 2010
    tus comentarios son siempre bienvenidos, serrana.

    es verdad, que este cuento fue como un poco forzado, me costo bastante darle termino y al final ya no queria mas! jajajaja. definitivamente nada que ver con el del cuervo. trate de hacer el mismo ejercicio que con el cuento del cuervo, pero al parecer hay que darle vueltas en los pensamientos, mucho antes y mucho mas antes de escribir.
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