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Bienvenidos al Futuro

PapuPapu Pedro Abad s.XII
editado febrero 2010 en Ensayo
No hace poco que hemos comenzado una carrera en busca de los cánones de belleza, de un nuevo paraíso artificial, aun en desmedro de que otro ser ocupe nuestro lugar frente al espejo. La balanza se alteró. Se mide el éxito según la insignia o etiqueta de nuestros abrigos. Hemos adoptado nuevas maneras de comunicarnos (mail, facebook, mensajes de texto, celulares con vida propia) y sin embargo sabemos menos de sentimientos que en tiempos de palomas mensajeras.
Acaudalamos personas conocidas y dejamos de lado amigos.
Todo es vendible, todo es comprable, si quien lo ofrece es una persona afortunadamente bella, adinerada o simplemente diferente a nosotros mismos.
En esta extraña película, con actores cada vez más chicos y ancianos cada vez más jóvenes, aumenta el valor y la cantidad de relojes ignorados.
En este raro film nunca estaremos, nunca entenderemos, al menos mientras tengamos el dinero para financiar a alguien que nos intercambie arrugas por una imagen feliz. Mientras nuestra hija no crezca y siga siempre con nueve años yendo a bailar con ropa de grande.
Creo que esta pelea por convertirnos en seres extravagantes con un pasado en soledad, o el miedo a que la muerte nos identifique cubiertos con una piel más arrugada que la de ayer, tiene un fundamento que quizás un día decodifiquemos

El mujeriego y su soledad en la noche, el adolescente popular que carece de consejos, la señora adinerada que no consigue conquistar un joven corazón incluso con sus armas de silicona son algunos de estos extraños personajes que se esmeran en ser diferentes.
Tenemos más ejemplos que metros cuadrados en la ciudad, tenemos publicidades que gritan las ventajas de un piso espejado y espejos solitarios a punto de jubilarse. Dormimos gracias a psicofármacos y los mezclamos con alcohol en fiestas que buscan no dormir.
Pero todo siempre transcurre fuera de nuestro ventanal, en esta ciudad de locos descerebrados, de Peter Pans que no crecen y tiernas mujercitas adolescentes que nos muestran desde una revista, cuan degenerados pueden ser los pensamientos de los admiradores de bellezas. Todo pasa en la vereda. Incluso podemos identificar a esos exitosos musculosos anabolizados que lucen cuerpos dorados en invierno (pero siempre desde lejos).
Cuentan que hay seres despiadados que le venden sonrisas a tontos hombres distraídos que no saben distinguir entre una ventana y un espejo.

Comentarios

  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado enero 2010
    ¡Qué cuadro! Lo malo es que tienes razón.
    Me han gustado mucho las descripciones, en especial lo del mujeriego y su soledad en la noche. De la silicona, el edonismo y el consumismo está hecho el hombre. ¡Uf!
  • PapuPapu Pedro Abad s.XII
    editado enero 2010
    Gracias por el comentario...
    Estas cosas que son más opiniones dichas ordenadamente sin tanta fantasía pueden ser controversiales. Me alegra que compartamos ideas, que la gente dsfrute lo que escribo, que me den ganas de seguir haciéndolo.
    Saludos!!!
  • SombrablackSombrablack Pedro Abad s.XII
    editado enero 2010
    Lo malo es kke no tenemos a donde ir, si seguimos avanzando dejaremos de lado el echo de que somos seres biológicos; con necesidades básicas que serán ignoradas con lo extravagante de la vida futura. Y si retrocedemos, dejaremos de ser conscientes de que nuestra vida es corta y viviremos sin la búsqueda de continuar; siendo seres que buscamos la inmortalidad.

    La vida es confusa y pocas veces se muestra sencilla.

    Ninguno de los caminos que ha recorrido la humanidad, ni los que recorrerá son los indicados.

    El camino que buscamos, nesesita que el genero humano este consciente y acepte 3 cosas fundamentales.

    1.- Dios ayuda al que se ayuda

    2.- Por cada principio hay otro, disfrazado de un final

    3.- La única manera de ser inmortal, es AYUDANDO al genero humano
  • PapuPapu Pedro Abad s.XII
    editado enero 2010
    Gracias por comentar...
    También creo que las artes y el crecimiento cultural va siendo dejado delado, minimizado....y todo en desmedro de la velocidad del día a día y la productividad monetaria.

    Abrazo!!!
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    editado enero 2010
    Así es la vida y yo suelo comentarlo en cuanto tengo ocasión. Ahora la gente se dedica a coleccionar personas en las redes sociales. Cuantos más "amigos" tienes en tu lista, mejor. Pero mejor ¿para qué? ¿a cuántos de esos amigos puedes llamar para tomar una cerveza o para llorar en su hombro?

    Y de la cirugía estética prefiero ni hablar, no por los motivos que aluden los operados sino por la falta de principios -y finales- que tienen muchos de esos cirujanos.

    ¿Tienes dinero? Eres admitido. ¿No lo tienes pero estás buena? Pues también estás admitida, que estando buena el dinero viene a tí a nada que te esfuerces. Triste, muy triste.
  • PapuPapu Pedro Abad s.XII
    editado febrero 2010
    Me gustó tu acotación acerca de la falta de principios y cuanto nos acerca esta conducta a finales poco felices.
  • ChumoskiChumoski Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado febrero 2010
    Papu escribió : »
    Acaudalamos personas conocidas y dejamos de lado amigos.

    Sin desmerecer otras tantas afirmaciones con las que estoy de acuerdo, me quedo con esta en primer lugar.

    Más que "dejar" de lado amigos, yo diría que lo que dejamos es de interesarnos por cultivar amistades auténticas. Gracias a Dios yo por lo menos aún conservo los de toda la vida (y que duren!!). Los buenos. Los de verdad. Pero creo que se te entiende perfectamente lo que quieres decir.

    Es curioso tener plena conciencia de lo que ocurre a tu alrededor y sentirte algo impotente, ¿verdad?. El colectivo siempre tiene más fuerza que la unidad individual, está claro.

    Saludos!!!
  • PapuPapu Pedro Abad s.XII
    editado febrero 2010
    Aunque suene contradictorio me asusta más ser uno en la lista de los que se resignan que el mosntruo que sigue creciendo.
    Prefiero conservar los sueños. Lucharé mientras respiré para que nadie me abra a la fuerza mi caja de Pandora y robarme la esperanza de adentro.
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