Meske Mienne, joven escritor javanés, colaboraba con el diario más humilde de su humilde ciudad desde hacía dos años. Como Meske se sentía escritor, no podía evitar incorporar en sus crónicas –después de días y días refiriéndose a la recolección de la caña de azúcar o al anodino censo de las numerosas especies autóctonas- detalles no del todo verídicos, barnizados con el tufillo de su imaginación, lo que le valía el enfado del bigotudo director, que amenazaba siempre con despedirlo para después aceptar que no podía permitirse prescindir de un redactor en un diario tan pequeño de una ciudad tan pequeña.
Una noche Meske incluyó en la sección de sucesos del diario la noticia de que un enorme dragón amarillo, dotado de seis alas afiladas, llegaría a la ciudad y llenaría sus calles de fuego, asolando las tierras y haciendo hervir a la reducida población.
El bigote del director comenzó a temblar cuando al día siguiente se encontró con la noticia publicada en la segunda página del periódico, así que Meske fue finalmente despedido. Parsimoniosamente recogió sus escasas pertenencias y se enfrentó a la calle, vacía a aquellas horas tan tempranas. Para Meske no sería sencillo encontrar algún otro trabajo, así que echó a andar por el camino de tierra con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en el horizonte, súbitamente iluminado por el brillo vibrante de seis alas doradas.
Gonzalo Escarpa
Lectura recomendada: El cuarteto de Buru, Pramoedya Ananta Toer. Ed. Destino.
http://www.escueladeescritura.com
Comentarios
La literatura nos salva de las gris vida y la llena de colores como con el dragón amarillo
Creo que la literatura no nos salva de nada (eso sonó negativo, no es el énfasis que busco) pienso que en alguna instancia, la literatura nos puede ayudar a entender el proceso de una salvación personal sin concretarla.
No veo fines utilitarios en la literatura. Sólo fines estéticos y con ello una forma de felicidad.
Aunque todo esto no contesta en sí a la pregunta. Podemos darle muchas vueltas, sin embargo la literatura no nos salva realmente de mucho. Por citar algo, un tanto cómico, se puede decir que la literatura nos salva de cosas como estar emborrachándose en el bar de la esquina.
La literatura es vida y conocimiento, nos enseña a sobrepasar problemas que pueden surgir en la vida, así como superarse a sí mismo y avanzar hacia el futuro.
Nos salva de ser unos ignorantes sin tema de conversación...
Sin informacion...
Sin aspiraciones...
Sin conocimientos...
Sin inspiraciones...
Sin ejemplos...
Sin mundo...
Sin referencias...
Sin profundidades...
Sin criterios...
Sin imaginación...
Sin conjunción...
... bueno.. de que nos salva, nos salva.. y vaya que nos salva.. :cool:
...