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¿Les gustaban sus clases de Literatura en la escuela?

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Comentarios

  • H HesseH Hesse Anónimo s.XI
    En el colegio nada, debido principalmente, al montón de libros que nos obligaban a leer a la fuerza. Poco a poco, y con lo años, he tenido la oportunidad de leer por gusto y la cosa ha cambiado mucho, amo la lectura y la escritura e intento dedicarme a ello. Fíjense las vueltas que da la vida.
  • En mi caso, las únicas clases de lengua y literatura que merecieron la pena fueron en el colegio, que nos enseñaron a hacer análisis morfológico y a leer y escribir con cierta decencia. En el instituto fueron auténticos despropósitos. Gente a la que enseñar y divulgar no le interesaba lo más mínimo.

    Yo creo que en la enseñanza, el interés del alumno es la variable más importante, y es lo que hay que potenciar constantemente. Creo que uno de tantos errores es no explicar que la lengua, incluso en la visión más pragmática y menos artística de la vida es una herramienta indispensable. Ni más ni menos, es la logística del pensamiento. Es lo que hace que la información fluya de forma eficiente, y ello es esencial en cualquier tipo de negocio, desde el más tecnológico hasta el más artístico. (Yo por ejemplo soy químico, trabajo en una empresa química, y día a día veo ejemplos de problemas debidos a un mal conocimiento de la lengua y una expresión deficiente).

    Y en cuanto a la literatura, a parte de la cantidad de obras hermosas que existen, creo que es la forma más certera de conocer el pensamiento de alguien. Leer lo que escribe es lo más cercano a estar en sus pensamientos,a comprenderlo. La literatura es bella, pero también es muy útil, y muchas veces fallamos en transmitir esto.
  • Me alegro por vds. La verdad es que las que me dieron a mí eran instructivas, me gustaban, pero nunca fomentaron mi interés por la lectura. Creo que, salvo el Buscón de Quevedo, nunca me gustaron las lecturas del cole. Yo he vivido la escuela franquista y más casera que un árbitro de tercera regional. Descubrí la Literatura Latinoamericana mucho después. Y me sacudí el polvo de los siglos (de oro o de plomo).
    Saludos.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    En mi cole, Salesianos de la Santísima Trinidad, de Sevilla, las clases de Literatura eran muy someras, más bien se ceñían a la Gramática, que tampoco eran amplias. Allí hice hasta Cuarto de Bachiller y la revalida del Cuarto. Después, pasé al Instito San Isidoro (en la actualidad hace veces de Universidad), y cursé Quinto, Sexto y Revalida . Así era el antiguo Bachillerato en aquellos entonces. Sobre la marcha completé mis estudios, agrónomos, en la Facultad Cotijo del Cuarto, acabándolos en Madrid por no existir enronces en mi ciudad centros para el menester.

  • Ufff. Siempre me ha encantado leer pero las clases de Literatura eran con diferencia las que menos me gustaba del cole. De hecho, ni siquiera me lo estudié para la Selectividad (solo eran dos puntos sobre diez). Creo que está muy mal enfocada la enseñanza en ese sentido: yo he tenido suerte, pero muchos amigos míos siguen pensando que no les gusta leer por lo que tuvieron que tragarse en el cole.


    www.fsupervielle.com

  • Tenía 17 años, y en el Instituto me apunté a la asignatura optativa de "Literatura Universal".

    Cuando estudiábamos el simbolismo, se hizo referencia a A. Rimbaud. Por aquel entonces (como creo que nos ha pasado a muchos de adolescentes, y aún nos pasa), A. Rimbaud era mi icono, mi ídolo, mi genio punk.

    Levanté la mano y comencé un ardoroso discurso, elogiando al poeta. Propuse el visionado de una película, "Total Eclipse" (que en España llamaron "Vidas al límite"), en la que un jovencísimo Leonardo Di Caprio interpretaba al poeta de Charleville.

    La profesora aceptó, y programamos el visionado para la semana siguiente. 

    Durante el visionado, mis compañeros de clase (hombres y mujeres) estallaron en carcajadas al comprobar que se representaba una escena de sexo entre dos hombres. La profesora, herida en sus convicciones más íntimas, me reprendió por "haber provocado una escenita".

    Aprendí varias cosas ese día. La primera, que hay profesores que no saben bien lo que imparten. Si la literatura es consecuencia de la vida, en sus múltiples facetas, ¿cómo es posible que se censure algo tan sencillo como el sexo entre dos individuos?

    Si muchos habéis experimentado sopor en vuestras clases de literatura es porque no habéis tenido un profesor capaz de transmitiros su pasión. O de encontrarla. 
  • @Gaol, creo que fue eso lo que me sucedió a mí. Si fuera por el colegio, yo jamás habría descubierto mi pasión por la literatura y la creación de historias (el llamado worldbuilding). Ese es un problema grave de nuestro sistema educativo, ya que no nos incentivan el amor por el arte, solo dan las clases para llenar el curriculo. 
  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    Trabajo en un colegio en Inglaterra. En mi colegio, las clases de inglés (es decir, de Lengua), se basan en aprender a escribir. Cuando digo "aprender a escribir", no digo saber juntar la m con la a, sino aprender a ser escritor.

    Siempre presto atención a la clase, cuando puedo, claro. Los niños no sólo leen muchísimo en el colegio, sino que aprenden a escribir diferentes formatos (poesía, narrativa, cartas, CVs...). Ayer mismo, uno de los niños leyó en voz alta lo que había escrito ese día y era muy bueno -once años-. Se nota que lee y que aprende.

    La lectura es obligatoria, pero no el libro que tienen que leer. Es decir, en cada clase hay unas estanterías con libros y los niños eligen el que más les apetece. Tienen libertad para dejarlo si no les está gustando.

    Hay niños a los que no les gusta leer, punto. Leen porque tienen que hacerlo, pero suelen ser niños que tienen algún problema como dislexia. La lectura les supone un gran esfuerzo, pero cuando lo detectamos, ponemos los medios que podemos para ponérselo fácil.

    Por mi parte, yo soy de EGB -sí, así de mayor soy- y me gustaba leer y escribir. Mis redacciones iban siempre sin faltas de ortografía, con varios párrafos, pero no debía ser muy buena porque no recuerdo a ninguna "seño" diciéndome "muy bien, sigue así, escribes bien, no lo dejes". Por eso, cada vez que un niño en clase escribe una buena historia, le animo. Hay una niña que quiere ser escritora y, la verdad, tiene madera. Ahí estoy yo siempre preguntando qué ha escrito últimamente.
  • texas dijo:
    Trabajo en un colegio en Inglaterra. En mi colegio, las clases de inglés (es decir, de Lengua), se basan en aprender a escribir. Cuando digo "aprender a escribir", no digo saber juntar la m con la a, sino aprender a ser escritor.

    Siempre presto atención a la clase, cuando puedo, claro. Los niños no sólo leen muchísimo en el colegio, sino que aprenden a escribir diferentes formatos (poesía, narrativa, cartas, CVs...). Ayer mismo, uno de los niños leyó en voz alta lo que había escrito ese día y era muy bueno -once años-. Se nota que lee y que aprende.

    La lectura es obligatoria, pero no el libro que tienen que leer. Es decir, en cada clase hay unas estanterías con libros y los niños eligen el que más les apetece. Tienen libertad para dejarlo si no les está gustando.

    Hay niños a los que no les gusta leer, punto. Leen porque tienen que hacerlo, pero suelen ser niños que tienen algún problema como dislexia. La lectura les supone un gran esfuerzo, pero cuando lo detectamos, ponemos los medios que podemos para ponérselo fácil.

    Por mi parte, yo soy de EGB -sí, así de mayor soy- y me gustaba leer y escribir. Mis redacciones iban siempre sin faltas de ortografía, con varios párrafos, pero no debía ser muy buena porque no recuerdo a ninguna "seño" diciéndome "muy bien, sigue así, escribes bien, no lo dejes". Por eso, cada vez que un niño en clase escribe una buena historia, le animo. Hay una niña que quiere ser escritora y, la verdad, tiene madera. Ahí estoy yo siempre preguntando qué ha escrito últimamente.

    @texas, lo que nos cuentas me resulta reconfortante.

    Aprecio varios aspectos que, no por lógicos, resultan frecuentes. Es maravilloso que los niños puedan escoger qué libros leer. Eso acaba con el sesgo normalizador y atomizante de la institución educativa. Con frecuencia, se impone a los alumnos un mismo libro, como si existieran dos alumnos iguales. Estos libros suelen (¿cómo decirlo?) presentar un enfoque excesivamente didáctico (condescendiente), o moralizante (adoctrinador), o bien se trata de clásicos. Imponer a un niño la lectura de un clásico es privarle de la oportunidad de descubrirlo por sí mismo cuando esté preparado para ello.

    Mediante esta elección el niño podrá aprender a singularizarse, a escoger, a mostrar su predilección y, si es correctamente guiado, a no permitir que se le discrimine por sus deseos.

    Por otra parte, enseñar a un niño a expresarse por escrito siempre va a ser más enriquecedor que enseñarle a plagiar el ejercicio de su compañero. Facilitar un enfoque participativo, enfrentar al niño a sus propias capacidades, no censurar sus ejercicios, y fortalecer la convicción de que está realizando una actividad que no es inútil.

    No creo que sea mucha presunción afirmar que no todos tus alumnos escribirán literatura en un futuro, pero no creo que podamos descartar que sean lectores (que es algo mucho más importante, si me apuras). Un lector formado es una persona que no sólo da importancia a cómo se dicen las cosas, sino también a las cosas que se dicen. Formar a un niño de esa forma permitirá, en la mayoría de los casos, aumentar las posibilidades de contar con un adulto que no sienta vergüenza al comunicar sus sentimientos, convicciones e impresiones.

    Admiro tu labor, y la forma en la que os permiten ejercitarla.




  • isabel veigaisabel veiga Garcilaso de la Vega XVI
    El curso pasado, un niño al que no le gustaba mucho leer y menos escribir historias, escribió una basada en la que yo había escrito para ellos. Me hizo mucha ilusión haber sido una influencia positiva. Sé que no va a seguir escribiendo, pero me gustó que buscase -y encontrase- su inspiración en mi historia. 

    Los niños también hacen labores de lectores beta y correctores, así aprender a hacer comentarios constructivos y a aceptarlos. 
  • Recuerdo con mucho cariño las clases de Lengua y Literatura, quizás porque siempre me he inclinado por el mundo de las letras. Con los años comprendí que es también la persona la que hace que ames un conocimiento.

    En mi caso, conté con una excelente profesora. Su nombre es July y fue como una segunda madre. Me recomendaba libros de todo tipo y siempre me encargaba escribir reseñas sobre ellos. Yo en ese entonces pasaba por una mala época, mis padres se estaban divorciando y no era agua de rosas asimilar tantos cambios de golpe. Mi profesora fue un sustento, pues me animaba a usar la literatura como una medicina. "Escribe si te sientes mal, es mejor dejarlo sobre el papel que sobre el corazón", decía. 

    Y así con un grupo de unos 14-15 chavales en edad difícil. Creo que cuando sientes pasión por tu profesión, no solo disfrutas desempeñando tu labor, también ayudas a que otros disfruten con lo que haces. Si algo me enseño mi profesora es las letras son un medio para curar el alma. 
  • La verdad es que estoy muy de acuerdo con lo que dice Hanah. Yo no disfrutaba en el colegio con mis clases y la verdad es que nunca se centraron en literatura, no al menos más allá del sentido pedagógico. Es decir, en enseñarnos lo que marcaba el programa, pero sin inculcarnos ningún amor por ella. De hecho se me hacía aburrida, y no entendía nada, y creo que eso era solo un reflejo del profesor. 

    Emprecé a leer por mi cuenta y en casa, a causa de un esguinze. Los caminos de la vida, fíjate tú. 

    No fue hasta bachillerato que no me topé con unos profesores más apasionados. Y ahí yo ya tenía un bagaje de lecturas que me ayudaban a seguirles el hilo y a seguir profundizando. Suspendí muchas asignaturas en bachillerato, pero la literatura no era una de ellas jajaja 
  • Bonita historia, hanah, y te dio un consejo sabio, con lo del papel y el corazón.

    A mí las clases de lengua no me gustaban especialmente. Cuando era niño me gustaba leer pero las clases me enseñaban más sobre lo que era un diptongo, un hiato, las tildes... cosas muy útiles que no me disgustaba estudiar, pero no me apasionaba. Sí me gustaba cuando mandaban escribir cuentos o experiencias personales (escribe sobre qué has hecho en vacaciones).

    Ya en la adolescencia se ve más historia de la literatura española, y eso me interesaba más, pero seguía siendo lo que más me gustaba con diferencia, los ejercicios de creatividad


  • Phedrera dijo:
    La verdad es que estoy muy de acuerdo con lo que dice Hanah. Yo no disfrutaba en el colegio con mis clases y la verdad es que nunca se centraron en literatura, no al menos más allá del sentido pedagógico. Es decir, en enseñarnos lo que marcaba el programa, pero sin inculcarnos ningún amor por ella. De hecho se me hacía aburrida, y no entendía nada, y creo que eso era solo un reflejo del profesor. 

    Emprecé a leer por mi cuenta y en casa, a causa de un esguinze. Los caminos de la vida, fíjate tú. 

    No fue hasta bachillerato que no me topé con unos profesores más apasionados. Y ahí yo ya tenía un bagaje de lecturas que me ayudaban a seguirles el hilo y a seguir profundizando. Suspendí muchas asignaturas en bachillerato, pero la literatura no era una de ellas jajaja 
    Cuando los profesores solo se ciñen al guion pueden hacer que nueve meses sean insufribles!! Como te entiendo  :D
  • Iramesoj dijo:
    Bonita historia, hanah, y te dio un consejo sabio, con lo del papel y el corazón.

    A mí las clases de lengua no me gustaban especialmente. Cuando era niño me gustaba leer pero las clases me enseñaban más sobre lo que era un diptongo, un hiato, las tildes... cosas muy útiles que no me disgustaba estudiar, pero no me apasionaba. Sí me gustaba cuando mandaban escribir cuentos o experiencias personales (escribe sobre qué has hecho en vacaciones).

    Ya en la adolescencia se ve más historia de la literatura española, y eso me interesaba más, pero seguía siendo lo que más me gustaba con diferencia, los ejercicios de creatividad


    Concuerdo contigo. Los mejores ejercicios son los que implican creatividad. 
    Pd: si hubieran más Julys el mundo sería un poquito mejor hahah
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