Al fin me he enamorado. Sí, de ti mi querida Soledad. Juntas, hemos recorrido un camino corto, pero intenso. No empezamos con buen pie, lo sé, pero lo importante es empezar. Poco a poco, y tropiezo tras tropiezo, hemos aprendido a caminar con paso firme y la cabeza bien alta. A ignorar esos pensamientos que nos juzgaban y nos frenaban. Qué sabrán ellos de lo que se siente al ser libre. Libre para levantarte cada mañana y decir ¿qué toca hoy? O libre para decir lo hago porque, simplemente, me da la gana.
Me has enseñado que la felicidad no es cosa de dos, que no necesito a nadie a mi lado para sonreír. Que puedo construir mis propios sueños, marcar mis propias metas, recorrer mis propios caminos. Dedicarme mis mejores karaokes, desfiles y actuaciones. A disfrutar de los pequeños placeres de la vida sin necesidad de compartirlos.
Tú, mi querida Soledad, te has convertido en mi mejor amiga, mi salvadora, mi confidente. Al contrario de lo que la gente piensa, me has escuchado, soportado y limpiado cada una de mis lágrimas, y aun así, no me has dejado caer en ese pozo de oscuridad del que tanto cuesta salir.
En determinados momentos
Juntas hemos caminado
Tú en silencio de mi mano
Y yo, a ciegas, escuchando.
Gracias por convertirte justo en lo que necesitaba en el momento preciso. Para mí has sido mucho más que ese estado emocional que todos temen. Has sido mi mejor medicina.
Comentarios
Claro que si de cuando en cuando tuviese cuerpo,
pues no vendría mal.
Me ha gustado.
Emilio
Emilio: jajaja pues sí, no estaría mal. Al menos así cuando hablase sola no me sentiría como una loca
Muchas gracias por comentar chicos ^^
Un saludo!!
Un saludo y muchas gracias por comentar
Si aprovecharas este brote poético para contarnos como es tu particular amistad con la soledad. La tuya, la específica, creo que el texto ganará en vida y autenticidad.
Saludos