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El pastor que no tenía ovejas

YitzjakYitzjak Pedro Abad s.XII
editado abril 2016 en Taller de Prosa
El pastor que no tenía ovejas
Isaac Morales Vargas

El pastor caminó con pasos lentos hasta el púlpito, acercó sus labios a las Sagradas Escrituras y ubicó el capítulo con el que haría la santa exhortación. Entonó con ímpetu y sonoridad cada versículo, del primero al último, hasta leer el apartado completo. Luego pronunció un discurso tan estremecedor que hizo vibrar las ventanas y las paredes del templo. Finalmente, tras expresar el mensaje que Dios había puesto en su boca, recitó una breve y sencilla oración y volvió a sentarse en la primera fila. Solo después de sorber agua del vaso que acostumbraba reservar para calmar la garganta palpitante, giró sobre sí mismo para contemplar, con hastío, las largas hileras de asientos vacíos.

Se abrió una puerta y una mujer avanzó sin vacilación. Sus cabellos de plata, tensados y recogidos en un moño casi perfectamente redondo, coronaban un rostro que apenas tenía arrugas, y después de que los ojos negros y brillantes como escarabajos despidieran una mirada centelleante en el recinto, la anciana se detuvo frente al pastor.
  • Son las doce – dijo –. Vámonos.
  • Ajá – se limitó a responder el pastor.
  • Vámonos – repitió la mujer –. Nadie vendrá a esta hora.
  • Eso no lo sabes, mamá – replicó el pastor –. Solo lo sabe el Señor. Además – agregó, con la mirada fija en su reloj de cuerdas de cuero falso –, todavía no son las doce; faltan dos minutos.

El pastor había olvidado por completo el aniversario. La mujer se tumbó a su lado después de exhalar un largo suspiro y le rodeó con un brazo cariñosamente. El pastor sacó las gruesas gafas con montura de acero del rostro en el que parecían incrustadas y lustró los cristales con la servilleta de siempre. La mujer recordó el cumpleaños.

  • Más de dos mil años – dijo –. Un día como hoy, hace más de dos mil años, el Señor vino al mundo en forma de hombre.
__________________________________________________________________________

Hola, amigos. Aquí les comparto el primer fragmento de un relato que estoy escribiendo. Lo he dejado hasta ahí para no excederme en el límite de palabras (aunque no entendí muy bien eso), pero apenas hay un poco más de 200 palabras. Perdonen que algunos guiones se hayan puesto como viñetas, pero parece que el formato del foro no permite otra cosa cuando se copia desde Word.
Bueno, siéntanse libres de compartir sus opiniones o lo que quieran, excepto insultos (esos me los envían por privado, jaja). Espero leerlos a ustedes también. Un abrazo.

Comentarios

  • Oliver TinoOliver Tino Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Yitzjak,
    Sería bueno que completes la publicación del relato, así puedo apreciarlo en su totalidad. Por lo pronto te diría que, como comienzo, hay un clima creado que promete.
    Lo que yo cambiaría, en el plano estrictamente escriturario, son algunos excesos de adjetivos, como por ejemplo "ojos negros y brillantes", o "garganta palpitante" (en ambos casos ya se entiende la pasión del personaje, porque antes se dice que entonó "con ímpetu y sonoridad", y creo que con estos dos adjetivos ya alcanza para retratarlo).
    Y también cambiaría algunas palabras con un falso prestigio literario, como "sorber" (pondría "beber"), o "acercó sus labios", o "despidieran una mirada centelleante como escarabajos", (pondría simplemente "centellearan"), etc. En mi humilde opinión, ciertos giros pretendidamente poéticos pueden sonar acartonados o grandilocuentes, es por eso que yo siempre trato de escribir con la mayor sencillez posible, si me permitís el comentario. Sugerir más y declarar menos, de allí que la adjetivación, como diría no me acuerdo quién, cuando no agrega, mata.

    Saludos
  • YitzjakYitzjak Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Ok, la cita es de Horacio Quiroga, si no recuerdo mal: "el adjetivo, cuando no da vida, mata" (creo que está en el Decálogo del perfecto cuentista). Y estoy de acuerdo con lo que dices. Sin embargo, creo que es cuestión de estilo, porque procuro aprender de lo que García Márquez llama "carpintería", y que él mismo dijo que se refiere a mantener el ritmo en la lectura de la narración. Dijo, además, que él sabía perfectamente que había, por ejemplo, adjetivos, que no eran necesarios en sus textos, pero que él los dejaba porque eran importantes para no perder el ritmo en la lectura, ya que si el ritmo se perdía, el lector dejaba de leer.


    Esa es la razón por la que también procuro una sintaxis como la suya, aunque también he sentido que las oraciones están demasiado cargadas y engominadas. Si es por estilo, confieso que me gusta mucho más el estilo de Borges, pero yo no pienso escribir cuentos, sino noveletas o novelas como tal, y no sé si pueda adaptar ese mismo estilo para textos de mayor extensión que los suyos. ¿Tú qué piensas? ¿Has leído a Borges? Y gracias de antemano por tu sincera opinión.
  • Oliver TinoOliver Tino Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Yitzjak escribió : »
    Ok, la cita es de Horacio Quiroga, si no recuerdo mal: "el adjetivo, cuando no da vida, mata" (creo que está en el Decálogo del perfecto cuentista). Y estoy de acuerdo con lo que dices. Sin embargo, creo que es cuestión de estilo, porque procuro aprender de lo que García Márquez llama "carpintería", y que él mismo dijo que se refiere a mantener el ritmo en la lectura de la narración. Dijo, además, que él sabía perfectamente que había, por ejemplo, adjetivos, que no eran necesarios en sus textos, pero que él los dejaba porque eran importantes para no perder el ritmo en la lectura, ya que si el ritmo se perdía, el lector dejaba de leer.
    Entiendo, yo, si se trata de elegir entre mantener un ritmo o simplificar una frase, prefiero lo segundo, porque las palabras de más que se agregan terminan sobrecargando la mente del lector y en definitiva cansándolo. Si bien no practico el minimalismo como dogma, sí creo en la sencillez de la prosa como punto de llegada.
    Yitzjak escribió : »
    Si es por estilo, confieso que me gusta mucho más el estilo de Borges, pero yo no pienso escribir cuentos, sino noveletas o novelas como tal, y no sé si pueda adaptar ese mismo estilo para textos de mayor extensión que los suyos. ¿Tú qué piensas? ¿Has leído a Borges? Y gracias de antemano por tu sincera opinión.
    Sí, lo he leído y debo confesar que algunos de sus cuentos, con los años, ya no puedo releerlos justamente porque su sobreadjetivación me los vuelve grandilocuentes y ampulosos. Aunque, por supuesto, Borges es grande por las ideas que atraviesan sus ficciones y ensayos. Pero a la hora de explayar sus ideas creo que abusaba de cierto amaneramiento universalista que lo llevaba a escribir una prosa recargada por demás, y supongo que una novela en su estilo tan barroco hubiera resultado insoportable, tal vez por eso nunca escribió una.

    Saludos.
  • YitzjakYitzjak Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Algo semejante pienso acerca de los que dices sobre el estilo de Borges para una novela. Por otra parte, coincido sobre lo que dices de la sencillez de la prosa. Esa sencillez me parece haberla visto en muchos narradores contemporáneos y no contemporáneos que solo he ojeado de pasada. Vienen a mi mente Kafka, Hemingway, Carlos Fuentes, Huxley, Gabriel Jiménez Emán y César Aira, pero sé que deben haber muchísimos más. ¿Hay alguno o varios que puedas recomendarme? ¿Qué te parece César Aira?
  • martinsantomemartinsantome Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado marzo 2016
    Hola Yitzjak, Oliver,

    Primero que nada: echarle unas flores a Yitzjak por el relato.
    Me parece una escena bellamente narrada para expresar una calidad dramática, ¡¡pastor sin ovejas!!

    ¡¡Esa devoción, como apuntara Pirzarnik: hay que escribir sin para quién, sin para qué!! Así el pastor, hay que dar la misa, a pesar...

    Y, sin embargo, qué sentido tiene predicar si nadie escucha. Dicen que la palabra iglesia tiene raíz etimológica en comunidad de humanos y no templo de piedra... ¿no debería este clérigo abandonar su púlpito y salir a la calle? ¿Por qué se obstina en proseguir? ¡¡A ver cómo sigue el relato!!
    Luego me gustaría darle un tirón de orejas a Oliver por solipsista (con respeto, eh!?).
    Entiendo perfectamente que tu visión del mundo se instale en el reduccionismo y que, por ejemplo, el barroco te disgustara. Sin embargo, aquí el tirón, hacer una crítica literaria de un relato que claramente escapa a un estilo simple, maquinal y desprovisto de emoción achacándole que no es simple, maquinal y desprovisto de emoción me parece eso, solipsismo.

    Cuando se pretende presentar un informe ejecutivo, o cuando hay que publicar en un espacio donde el espacio es vital, el reduccionismo y lo aséptico puede funcionar; quiero decir, con un ejemplo: Hay una técnica en ajedrez que se aconseja para quien posee ventaja material, simplificar (intercambiar el máximo número de piezas) para evidenciar esa ventaja; y, se comprende, no todos los jugadores la ejecutan. Cuestión de estilo.
    Por último, me gustaría ilustrar mi comentario con una metáfora:
    Puedes tener razón, pero no verdad. Quien tiene razón tiene logos, pero no necesariamente verdad. De igual modo, quien tiene una caña puede pescar, pero caña (razón) no es pescado (verdad). O, quien tiene cubo puede sacar agua del pozo, pero cubo (razón) no es agua (verdad).
    ¿Qué os parece?
  • Oliver TinoOliver Tino Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    martinsantome escribió : »
    Luego me gustaría darle un tirón de orejas a Oliver por solipsista (con respeto, eh!?).
    Entiendo perfectamente que tu visión del mundo se instale en el reduccionismo y que, por ejemplo, el barroco te disgustara. Sin embargo, aquí el tirón, hacer una crítica literaria de un relato que claramente escapa a un estilo simple, maquinal y desprovisto de emoción achacándole que no es simple, maquinal y desprovisto de emoción me parece eso, solipsismo.

    Cuando se pretende presentar un informe ejecutivo, o cuando hay que publicar en un espacio donde el espacio es vital, el reduccionismo y lo aséptico puede funcionar; quiero decir, con un ejemplo: Hay una técnica en ajedrez que se aconseja para quien posee ventaja material, simplificar (intercambiar el máximo número de piezas) para evidenciar esa ventaja; y, se comprende, no todos los jugadores la ejecutan. Cuestión de estilo.

    Estimado San Tomé,
    Con respeto también debo decirle que mis orejas no son de colegial, ni usted es mi maestro como para que me las ande tirando. Si leyó bien, al principio aclaré que mi análisis no era estético sino puramente escriturario, es decir de superficie (sintáctico y gramatical). ¿De dónde deduce usted que la estética barroca me disgusta? ¿Por qué pone palabras en mi teclado que nunca dije? Que un relato sea sencillo y claro no significa que quede "desprovisto de emoción", y que se le pongan adjetivos todo el tiempo no lo hace más emotivo. Acá se trata de hacer un texto efectivo, y eso pasa por la capacidad de transmitirlo de la manera más directa y efectiva posible. Hacia allí apuntaba mi crítica, y su autor lo supo interpretar. (Y ya que le gustan las anécdotas, le contaré una: cuando un joven Hemingway consiguió su primer trabajo en una redacción, leyó un cartelito dejado por su jefe que decía "no se haga el artista, escriba con frases claras y concisas". Y a don Ernest el mandato periodístico le sirvió para toda la vida. Supongo que no creerá que por su estilo la literatura de Hemingway es triste y desprovista de emociones...).
    Lo mío no es solipsismo, es búsqueda de una prosa clara y efectiva. Creo que muchos como usted se escudan en la excusa estética para justificar una escritura deficiente, lisa y llanamente deficiente (y discúlpeme la rima involuntaria, estimado esteta). ¿De dónde deduce usted que para ser "emotivo" haya que sobrecargar todas las frases con adjetivos y palabras con "prestigio literario"?
    Ni asepsia ni reduccionismo: efectividad y sencillez, y eso vale para cualquier texto, sea un reporte burocrático, una carta de amor o un poema barroco.
    Y por otro lado, ya que estoy, le diré que, en vez de tirar flores en general, de más utilidad le sería al autor para mejorar y corregir su texto (ya que acá estamos para aprender) un análisis textual como el mío que generalidades que nada agregan a un análisis, tipo "¡esa devoción!", cosa que todo el mundo se da cuenta, que al fin y al cabo para algo hay tantos adjetivos.

    Saludos
  • martinsantomemartinsantome Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado marzo 2016
    Hola Oliver, he meditado unos minutos antes de decidir responderte, puesto que la edad me ha hecho aburrirme de careos donde una de las partes esgrime valores dominantes e ideas recibidas para defender un sistema hegemónico de pensamiento único que no se ha planteado ni sometido al juicio de su propia conciencia y que, básicamente, se generaliza en los comentarios que haces.

    Empero, leyendo otras aportaciones que hiciste en el foro, me da la sensación de que no es tu caso. Me parece deducir que, en efecto, crees lo que defiendes.

    Siempre he sentido especial querencia por las personas que portan a la Simplicidad atada en la boca de su bayoneta e ignoran las complejas razones del alma que la razón no entiende.

    Por ello...
    Oliver Tino escribió : »
    ... debo decirle que mis orejas no son de colegial, ni usted es mi maestro como para que me las ande tirando.

    En ese caso: no hay tirón que valga. Acepta mis disculpas por el atrevimiento.
    Oliver Tino escribió : »
    ¿De dónde deduce usted que la estética barroca me disgusta?

    Lo deduzco de haber conminado al autor a podarse, a comprimirse, a reducirse, a pasarse por el sevicio aro del materialismo-positivista-generador_de_sistemas donde todo debe andar clasificado y conceptuado y lo demás es contingente, redundante, desechable porque si no obtura los circuitos y cañerías del procesamiento automático y autómata desprovisto de emoción.

    Pero si afirmas que admiras este estilo de arte, entonces, conforme, retiro la deducción.
    Oliver Tino escribió : »
    (...) al principio aclaré que mi análisis no era estético sino puramente escriturario, es decir de superficie (sintáctico y gramatical) (..) Acá se trata de hacer un texto efectivo, y eso pasa por la capacidad de transmitirlo de la manera más directa y efectiva posible. Allí apuntaba mi crítica...

    Aquí apunto yo mi crítica; derivada de la deducción anterior sobre tu aversión al barroco (quiere decirse: a los estilos florecidos, abigarrados, exuberantes, repletos, etc.). ¿Por qué hacer un texto efectivo? A eso me refería antes, acuso de reduccionismo, de sociedad post-Espectáculo, de comercio-producción trepidante, tremebundo y vertiginoso que pretende erradicar una cierta cualidad humana (y divagante) a favor de la estructuración propia del sistema-máquina-dispositivo donde todo se haya reducido a su expresión, decimos, comercial: empaquetable, efectiva, directa.

    J'accuse de superficial el planteamiento que usaste para la crítica del texto. Y, como Pizarnik, quiero complementar con el planteamiento que «no quiere nada más que ir hasta el fondo...».

    Además, entiendo que la sintaxis y la gramática no son elementos puramente superficiales sino que son transversales; forma y contenido se presentan en una unidad que no admitiría (según y conforme y opinión) disociación; si bien son distinguibles entre sí.
    Oliver Tino escribió : »
    cuando un joven Hemingway consiguió su primer trabajo en una redacción, leyó un cartelito dejado por su jefe que decía "no se haga el artista, escriba con frases claras y concisas". Y a don Ernest el mandato periodístico le sirvió para toda la vida. Supongo que no creerá que por su estilo la literatura de Hemingway es triste y desprovista de emociones...).

    Primero, me parece natural que inmersos en una redacción, y, para más inri, inmersos en la lengua anglosajona el jefe y el reconocido escritor optaran por lo conciso y por lo claro. Tanto el género periodístico como el inglés son dos paradigmas por excelencia de eso que pregonas y defiendes en este debate: a saber: la hez de lo chato, lo sistemático, lo lógico, lo desprovisto de animalidad, la expresión en titulares, la eliminación de adorno, ornamento. En la firma con que marco mi participación en este foro puedes leer y encontrar aquello que defiendo y que no pongo por encima sino a la par de lo claro.

    Por supuesto que Hemingway es triste y desprovisto de emociones. Que se suicidara volándose la tapa de los sesos es un colofón estupendo a tamaña tristeza y ausencia de empatía con la filantropía.
    Oliver Tino escribió : »
    Lo mío no es solipsismo, es búsqueda de una prosa clara y efectiva.

    No te confundas, el solipsismo nada tiene que ver con el estilo de prosa que buscas. El solipsismo es por rasurar un texto que no se ajusta a ese estilo de prosa con las reglas y dogmas del que buscas. Por otra parte, te deseo suerte y éxito en tu búsqueda, a la vez que tenacidad y perseverancia.
    Oliver Tino escribió : »
    Creo que muchos como usted se escudan en la excusa estética para justificar una escritura deficiente, lisa y llanamente deficiente (y discúlpeme la rima involuntaria, estimado esteta). ¿De dónde deduce usted que para ser "emotivo" haya que sobrecargar todas las frases con adjetivos y palabras con "prestigio literario"?

    Efectivamente, en esta afirmación constatas el tuétano de mi crítica: puesto que calificas despectivamente ese otro estilo que no el que a ti te agrada. La deducción, que no es tal, obedece a razones del sentimiento, del ritmo, la cadencia, el gusto, la sensibilidad, al matiz, etc. Lo del prestigio literario no acabo de ver cómo entra en esta discusión, en todo caso, dependería qué fuente legitima ese prestigio. Pregunto: ¿nulla ethica sine aesthetica?
    Oliver Tino escribió : »
    Ni asepsia ni reduccionismo: (...) y eso vale para cualquier texto, sea un reporte burocrático, una carta de amor o un poema barroco.

    Discrepo severamente. Y, por ello, añado otra connotación a la lista: universalismo. Lo cual, siglos atrás, antes de la mundialización y la posmodernidad fuera virtud; hoy en día, es puro vicio.
    Oliver Tino escribió : »
    (...) en vez de tirar flores en general, de más utilidad le sería al autor para mejorar y corregir su texto (ya que acá estamos para aprender) un análisis textual como el mío que generalidades que nada agregan a un análisis, tipo "¡esa devoción!"

    Precisamente, esa Devoción (nótese la mayúscula) salva y dota de humanismo. Algo que una máquina jamás podrá empatizar.

    Por supuesto que la Utilidad es uno de los ejes en que se mide la visión de escritura de la que haces de palatino en la presente discusión. Y, decimos, nunca como tras la Triple Crisis Mundial (energética, económica y alimenticia) que padecemos desde 2008 ha sido necesario abandonar ese paradigma utilitarista.

    Lejos de formular un análisis textual como el tuyo, he aportado una síntesis semántica donde (con mayor o menor tino; ¡criticar la crítica es meta-crítica!) se pone en jaque la actitud del protagonista del relato. ¿Sabes quién es el analizador mayor y mejor de la existencia: Satán? ¿Sabes quién ha realizado la síntesis mayor y mejor de la eternidad: Dios? El primero separa, disgrega, aísla; el segundo reúne, junta, aglutina.

    Nada más, fraterno, confío plenamente que el autor se beneficie de ambos puntos de vista.
  • Oliver TinoOliver Tino Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    martinsantome escribió : »
    Lo deduzco de haber conminado al autor a podarse, a comprimirse, a reducirse, a pasarse por el sevicio aro del materialismo-positivista-generador_de_sistemas donde todo debe andar clasificado y conceptuado y lo demás es contingente, redundante, desechable porque si no obtura los circuitos y cañerías del procesamiento automático y autómata desprovisto de emoción.
    Mi estimado, esto es mucho, pero mucho más sencillo que ese "materialismo-positivista-generador_de_sistemas" que alegas. Lo que yo aporto en mis críticas a los textos del foro lo podrás encontrar en cualquier manual de estilo. Esto está más acá y mucho antes de que hablemos de estéticas o políticas del arte. Porque, y para decirlo de una vez, a veces un texto está mal escrito, sencillamente y sin más vueltas. Y antes de hablar de estilo urge corregirlo, reescribirlo, reestructurarlo, etc. No sé por qué traés a colación tanta jerga filosófica, lo que yo apunto es muchísimo más sencillo. Una vez, a un joven y arrogante Abelardo Castillo de 17 años su maestro le dijo: "Antes de tener estilo hay que saber escribir". Pues de eso se trata todos mis aportes, de colaborar humildemente con los textos de los demás para ayudarlos a mejorarlos, y esperar para los míos una retribución parecida. Meterse con los textos, trabajarlos como un orfebre, ser ese fabro con el que Elliot refería a su maestro y amigo Pound.

    martinsantome escribió : »
    Aquí apunto yo mi crítica; derivada de la deducción anterior sobre tu aversión al barroco (quiere decirse: a los estilos florecidos, abigarrados, exuberantes, repletos, etc.). ¿Por qué hacer un texto efectivo? A eso me refería antes, acuso de reduccionismo, de sociedad post-Espectáculo, de comercio-producción trepidante, tremebundo y vertiginoso que pretende erradicar una cierta cualidad humana (y divagante) a favor de la estructuración propia del sistema-máquina-dispositivo donde todo se haya reducido a su expresión, decimos, comercial: empaquetable, efectiva, directa.
    Otra vez con toda esta maquinación teórica... Me canso con solo leer tantos títulos de papers universitarios... Insisto, yo no hablo de estética barroca porque estamos en un nivel donde lo estético todavía no entra. Insisto: vale la pena corregir para hacer un texto efectivo porque así llega mejor al lector, lo cansa menos, le produce más placer. Y no se trata de minimalismo versus barroquismo, se trata de frases débiles versus frases fuertes. Un ejemplo de este texto, así bajamos un poco de tanta abstracción. Donde Issac pone: "los ojos negros y brillantes como escarabajos despidieran una mirada centelleante", yo le propongo "los ojos negros y centelleantes". Evito una comparación que no me suena muy efectiva (¿los escarabajos centellean?), evito repetir dos adjetivos muy parecidos (brillar y centellear), y, diciendo lo mismo, reduzco una frase en unas cuantas palabras, haciéndola más efectiva. ¿Se entiende? ¿Ves que no es tan difícil lo que propongo? Trabajo de carpintería sobre el texto para hacerlo más efectivo. Esto es lo que puede ayudar a un autor a mejorar su texto y lo que yo espero de los demás foristas, que me ayuden a corregir mis textos, ni más ni menos.
    martinsantome escribió : »
    Además, entiendo que la sintaxis y la gramática no son elementos puramente superficiales sino que son transversales; forma y contenido se presentan en una unidad que no admitiría (según y conforme y opinión) disociación; si bien son distinguibles entre sí.
    Insisto, quien publica en un hilo llamado "taller de prosa" (taller=herramientas, ruido, soldaduras, martillazos... Quiero decir: trabajo con el texto) espera que se lo ayude desde la superficie del texto. Si vos querés divagar sobre estética o hacer alabanzas generalizadas, es tu decisión. Yo creo que un autor que ofrece su texto en un "taller" espera que se lo ayude en este trabajo de superficie, haciendo el texto más fuerte. Después está en uno aceptar o no la crítica.
    martinsantome escribió : »
    Tanto el género periodístico como el inglés son dos paradigmas por excelencia de eso que pregonas y defiendes en este debate: a saber: la hez de lo chato, lo sistemático, lo lógico, lo desprovisto de animalidad, la expresión en titulares, la eliminación de adorno, ornamento. En la firma con que marco mi participación en este foro puedes leer y encontrar aquello que defiendo y que no pongo por encima sino a la par de lo claro.
    Por supuesto que Hemingway es triste y desprovisto de emociones. Que se suicidara volándose la tapa de los sesos es un colofón estupendo a tamaña tristeza y ausencia de empatía con la filantropía.
    Otra vez: yo no he abierto ningún debate sobre estéticas, creo que son tus ganas de decir lo que te lleva a citar todas estas jergas. En ningún momento dije que habría que escribir como los periodistas, traje a colación esa anécdota a propósito de que comentaste para qué un texto eficiente. Pues para conseguir unos cuentos sólidos y poderosos como los de Hemingway. ¿Desprovisto de animalidad? ¿Has leído el cuento Los asesinos? Por favor... La fuerza de sus cuentos se basan en la efectividad de su prosa, y no en las florituras ornamentales que vos le agregarías sin dudarlo. ¿Y qué tiene que ver su suicidio con su obra? Pizarnik, ya que la citás, también se suicidó y a ella le encantaban los ornamentos...
    martinsantome escribió : »
    No te confundas, el solipsismo nada tiene que ver con el estilo de prosa que buscas. El solipsismo es por rasurar un texto que no se ajusta a ese estilo de prosa con las reglas y dogmas del que buscas.
    Quizás el confundido seas vos, ya que ese término lo trajiste vos a la discusión.
    martinsantome escribió : »
    Lo del prestigio literario no acabo de ver cómo entra en esta discusión, en todo caso, dependería qué fuente legitima ese prestigio.
    Tal vez no te dés cuenta de que en el texto de Issac hay ciertas elecciones de palabras que, por estar en un texto literario, buscan tener ese prestigio.
    Sorber, por caso. ¿No es más sencillo decir beber o tomar, como usamos aquí? ¿Por qué elegir palabras difíciles habiendo otras más sencillas y directas?
    Lo mismo con "sus cabellos de plata". ¿Por qué no "su pelo canoso", o "argentado" si te gustan los arcaísmos? Eso de "los cabellos de oro, de plata", etc. es pura influencia (tal vez inconsciente) de la poesía romántica, que fue la que dejó una serie de "lugares comunes" en la literatura que sobreviven hasta hoy.
    Borges lo comenta en una entrevista muy difundida del programa "A fondo". Él cita muchos sinónimos de la palabra rojo, y concluye que lo mejor es usar la más común, es decir, rojo. Ni bermejo, ni encarnado ni colorado: rojo.
    martinsantome escribió : »
    Por supuesto que la Utilidad es uno de los ejes en que se mide la visión de escritura de la que haces de palatino en la presente discusión. Y, decimos, nunca como tras la Triple Crisis Mundial (energética, económica y alimenticia) que padecemos desde 2008 ha sido necesario abandonar ese paradigma utilitarista.
    ¡¿Y qué tiene que ver el análisis del texto con el paradigma utilitarista y la crisis mundial?! ¿Es tan difícil? ¡Por favor..! Estamos analizando un texto para que comunique mejor, nada más.

    Saludos
  • martinsantomemartinsantome Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado marzo 2016
    Oliver,

    Entendida tu postura. Creo que ambos hemos podido exponer con libertad nuestros puntos de vista.

    Gracias por el careo.

    Saludos!

    Con la venía de Isaac...


    Las ovejas que no tenían pastores
    Martín Santomé Avellaneda

    El filósofo caminó con pasos lentos hasta el escritorio, acercó sus labios a unas galeradas de la penúltima obra que hubo forjado, ubicó la última página donde rubricaría su declaración. Anotó con ímpetu e histrionismo cada frase, de la primera a la postrera, hasta completar el manifiesto. Luego permaneció en completo silencio oteando con desgana las ventanas y las paredes de su cuarto. Finalmente, tras expresar el mensaje que Satán había puesto en su pluma, silbó un breve y sencillo estribillo de Wagner y volvió a sentarse en el diván. Solo después de sorber vino del vaso que acostumbraba reservar para calmar la conciencia palpitante, retorció el cuello para contemplar, con hastío, la terrible soledad a la que el ostracismo le había conminado.

    Se abrió una puerta y una mujer avanzó sin vacilación. Sus cabellos de plata, tensados y recogidos en un moño casi perfectamente redondo, coronaban un rostro que apenas tenía arrugas, y después de que los ojos negros y brillantes como escarabajos despidieran una mirada centelleante en la estancia, se detuvo frente al filósofo.

    -- Son las doce –dijo–. ¿Lo acabaste? Salgamos al Sol.
    -- Ajá –se limitó a responder el filósofo.
    -- Vámonos, Federico –repitió la mujer–. Nadie secundará ese calendario.
    -- Eso no lo sabes, hermana –replicó el escritor–. Solo lo sabe Gaia. Además –agregó, con la mirada fija en su reloj de cuerdas de cuero falso–, todavía no son las doce; faltan dos minutos.

    El filósofo había inaugurado un nuevo tiempo. La mujer se tumbó a su lado después de leer la declaración y exhalar un largo suspiro y le rodeó con un brazo cariñosamente. Federico sacó las gruesas gafas con montura de acero del rostro en el que parecían incrustadas y lustró los cristales con la servilleta de siempre. La mujer musitó: contra el vicio.

    -- Casi dos mil años –dijo–. Hoy, último día de septiembre, hace mil ochocientos ochenta y ocho años, el Señor vino al mundo en forma de hombre.
  • YitzjakYitzjak Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Hola, compañeros. ¿Cómo están? Espero que muy bien. Con los ánimos exaltados, quizá, pero esa es la esencia de un Taller Literario.


    Muchas gracias, amigo martinsantome (supongo que ha tomado el nombre del personaje de Benedetti. Agradable novela), por tomarse la molestia de leer este texto, comentarlo y versionarlo, jaja. He tomado muy en cuenta sus opiniones y aprovecho para decir que sí, me encanta el barroco y el romanticismo en general (Victor Hugo, Guérin, Bécquer,...). Con respecto a García Márquez, confieso que me gusta su carpintería. Sé que puede aburrir o cansar, pero siento que se asemeja mucho a lo que sale de mí cuando quiero escribir. Aprovecho, además, para decirle que me resultan muy interesantes sus planteamientos filosóficos. ¿Escribe usted ensayos? ¿U otro género? Me gustaría tener la oportunidad de leerlo. Al fin y al cabo, estamos en un Taller. Y me agradó muchísimo esa adaptación que ha hecho,jajaja. Está genial (está mejor que el mío, en realidad, jajaja).


    Amigo Oliver, aprecio, también, sinceramente sus opiniones. Me gusta eso de que haya tomado ejemplos concretos para fundamentar su parecer y eso me ha hecho pensar mucho y notar algunas cosas que no había visto. Gracias. Además, de verdad me interesa saber su opinión sobre César Aira, si no pido demasiado. Por último, ya que se ha mencionado a Hemingway, le confieso que escribí los diálogos pensando, justamente, en él, ya que me gusta la carpintería de García Márquez para la prosa, pero no para los diálogos. Si se trata de diálogos, me encanta Hemingway, y aspiro aprender de él porque me encanta esa concisión y esa claridad. ¿Qué piensa sobre el diálogo que introduje? ¿Se parece, remotamente, al maestro Hemingway, o definitivamente no tiene nada que ver?


    Un saludo a los dos, compañeros de Taller.
  • martinsantomemartinsantome Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado marzo 2016
    Yitzjak escribió : »
    Hola, compañeros. ¿Cómo están? (...) amigo martinsantome (supongo que ha tomado el nombre del personaje de Benedetti. (...)¿Escribe usted ensayos? ¿U otro género? Me gustaría tener la oportunidad de leerlo. Al fin y al cabo, estamos en un Taller.

    Hola fraterno, un gusto también la asistencia al taller.

    Sí, por Benedetti.

    Invitado quedas a ...

    En esas noches en que usted me descubre.

    ¡¡No se salven!!
  • Oliver TinoOliver Tino Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Yitzjak escribió : »
    Además, de verdad me interesa saber su opinión sobre César Aira, si no pido demasiado.

    Estimado Issac,
    Aira es uno de esos escritores que se lo ama o se lo rechaza. Yo de él aplaudo su actitud ante el mercado de entregarle sus manuscritos hasta a las editoriales más de subsistencia (como él mismo dice, todas las editoriales de Buenos Aires se inauguran con un libro mío), gesto que no le conozco a ningún otro autor. También destaco su voluntad por correrse un poco del prurito burgués de la hipercorrección y de la idea de publicar poco para cuidar la "obra". (Hace más de 100 años don Miguel de Unamuno le dijo a uno de sus lectores "¿qué es eso de andar seleccionando?, usted publique y que sea el lector el que decida qué queda y qué no). También, me parece que con su actitud pone entre paréntesis la noción también burguesa de "obra" pensada como un todo muy cuidado y acabado, como si lo ya publicado fuera un "haber" de prestigio que los escritores tienen para negociar.
    Pero este gesto de publicar tanto y casi todo lo que escribe (en su "escape hacia adelante" dice que no corrije) lo llevó, me parece, a editar textos decididamente mediocres, que otros escritores hubieran tirado sin dudarlo. Por eso de los más de 90 títulos que lleva, yo me quedaría con apenas un puñado.
    Desde la política de la literatura, te diré que Aira le quitó una buena pátina de acartonamiento dramático a la literatura argentina que se venía escribiendo hasta los setenta. Y lo hizo con humor, con desfachatez, y con la idea de que escritor es alguien que escribe siempre. Él habla de aquéllos que tienen el "carnet de escritor", es decir, que no les gusta escribir pero que, cada 10 años, publican algo para renovar ese carnet y así seguir disfrutando del prestigio social que se le da a los escritores. Ante esto Aira dice que, a diferencia de muchos de sus colegas, él disfruta mucho escribiendo. Este gesto hedonista también es valioso. En conclusión: con su graforragia, su humor estrambótico, desbordante de imaginación y delirio, Aira rompió con esa herencia dramática-existencialista de la literatura "seria" y del escritor "sacrificado" y "angustiado" que por aquí se cifraba en la figura de Ernesto Sábato.
    Acabo de leer La villa (2001) y me ha gustado, a pesar de que vuelve a resentirse hacia el final, como le suele ocurrir a los escritores que escriben sin un plan previo muy definido, improvisando en el envión de la escritura (momento de puro goce, diría). También Los fantasmas es una de sus novelas recomendables (está en la red). Pero insisto, en casi 100 títulos hay mucho descartable, tanto como inhallable, pues ha publicado en infinidad de editoriales de vida efímera. (Esto me inspiró dos cuentos que más tarde postearé, por si te interesa).
    Yitzjak escribió : »
    Por último, ya que se ha mencionado a Hemingway, le confieso que escribí los diálogos pensando, justamente, en él, ya que me gusta la carpintería de García Márquez para la prosa, pero no para los diálogos. Si se trata de diálogos, me encanta Hemingway, y aspiro aprender de él porque me encanta esa concisión y esa claridad. ¿Qué piensa sobre el diálogo que introduje? ¿Se parece, remotamente, al maestro Hemingway, o definitivamente no tiene nada que ver?
    Absolutamente de acuerdo, Hemingway es uno de los grandes maestros del diálogo, lo más difícil de escribir creo, porque resulta arduo que un diálogo suene verosímil. Y esa concisión y claridad de la que hablás se nota en el pasaje que incluíste de diálogos. Notarás que allí, cuando pasás al estilo directo y hablás por boca de tus personajes, sos directo y simple, como ocurre en la realidad, pues nadie habla de más, con ornamentaciones o florituras, y de ese diálogo apretado se desprenden un montón de sugestivas vinculaciones entre madre e hijo. O sea: el famoso iceberg de Hemingway, lo realmente importante de esa relación está sugerido y no explicitado. En esto radica, me parece, la mayor seducción de la ficción. Excelente.
    Yo reescribiría todo el relato a partir de este principio.

    Un abrazo cordial y hasta cualquier momento.
  • YitzjakYitzjak Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Vale, Oliver. Muchas gracias por comentar. Creo que ya tengo suficientes cosas para pensar y trabajar este fin de semana. Mil gracias.
  • martinsantomemartinsantome Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado marzo 2016
  • YitzjakYitzjak Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    martinsantome escribió : »



    Muchas gracias por la información. Por cierto, ya que te gusta la filosofía, ¿sabes dónde podré conseguir el libro Tres Poetas Filósofos, de Jorge (o George) de Santayana? Lo he buscado en la web, pero no lo consigo :/ .
  • martinsantomemartinsantome Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado abril 2016
    Senequista escribió : »

    https://twitter.com/f_a_r_o_/status/718763630980919296

    Apuntar, Senequista, que desde mi adolescencia en que me uní a la bandera ULTRA en detrimento de la bandera SUPER, y, conste, tozúdamente todavía alzo esa bandera, creo siempre mejor traducir al castellano la palabra Übersmensch como ultrahombre (en detrimento de superhombre): adherimos a la traducción del prefijo über- como «ultra» para evitar la usual traducción «super» que arriesga una lectura de la figura del ultrahombre en términos de una lógica de la radicalización. Ver página 2, nota 1 de:
    FEMINIZANDO A HEIDEGGER:
    LA LECTURA DERRIDEANA DE LA MUJER
    Y EL ULTRAHOMBRE
    Virginia Mabel Cano
    Universidad de Buenos Aires-CONICET
    [email protected]
    http://publica.webs.ull.es/upload/REV%20LAGUNA/28%20-%202011/07%20Mabel.pdf

    :p
  • SenequistaSenequista Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado abril 2016
    Ni para mí ni para tí: Post-hombre, Trans-hombre... :D
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