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Pequeños cuentos

antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
editado febrero 2016 en Off-topic

Inicio un nuevo hilo en cuyo voy a relatar pequeños cuentos, como fábulas, que invitan a la reflexión de circunstancias que condensan grandes lecciones de vida

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Los pavos no vuelan
Un granjero estaba paseando por los alrededores de su pueblo y de pronto se encontró, al pie de una escarpada montaña, un huevo muy grande. Nunca había visto nada igual, así que, arropándolo entre su camisa y el calor de su cuerpo, se lo llevó a su granja.

Cuando lo dejó en el gallinero, su esposa le preguntó:

____¿Será de avestruz?
____No lo creo, Es demasiado abultado -le respondió.

Y el hijo de ambos, que no salía de su asombro, sugirió:

____Papá, ¿y si lo rompemos?
____No, hijo, lo mejor es esperar. Lo pondremos debajo de la pava que está incubando y tal vez pueda nacer -dijo el padre.

Y así sucedió. A los pocos días vino al mundo un pavito de negro plumaje, grande y con mucho apetito. Comió hasta saciar y, al terminar de comer, le dijo a la pava:

____Mamá, ahora vamos a volar.
____Los pavos no volamos, hijo -le dijo la madre, sorprendida, quien añadió-: lo que te pasa es que te ha debido sentar mal tanta comida.

El pavito le decía a su mamá, una y otra vez, lo mismo, que quería volar, pero al recibir de ella la misma respuesta, se dedicó a hacer lo mismo que el resto de pavos y sin insistir en su cantinela.

Un día visitó la granja el veterinario del pueblo y al ver al supuesto pavito confirmó que no era tal, sino un cóndor, cuyos nacen y viven para volar a miles de metros de altura.
Piensen lo que piensen los demás, siempre debemos perseverar en nuestros deseos para hacerlos realidad

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Comentarios

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016
    El camellito sabio
    Mamá camello y su bebé se encontraban a la sombra de un gran cercado, cuando, aprovechando ese momento de descanso, el hijo le hizo una serie de preguntas a su mamá, cuya mamá, pacientemente, le fue contestando una por una:

    ____Mamá. ¿por qué los camellos tenemos joroba?
    ____Hijo, somos animales que vivimos en el desierto y nuestras jorobas nos permiten acumular agua para poder sobrevivir sin la necesidad de beber durante muchos días.
    ____¿Y por qué tenemos las patas tan largas y las pezuñas redondeadas?
    ____Porque nos hemos adaptado desde que nacemos y con estas patas nos desplazamos entre las dunas mejor que ningún otro animal del mundo.
    ____Mamá, ¿y para qué necesitamos estas pestañas tan grandes que, muy frecuentemente, nos impiden ver con claridad?
    ____Verás, hijo, sin estas pestañas la arena del desiero nos cegaría la visión.
    ____Ya lo he entendido todo, mamá: tenemos joroba para almacenar agua. Nuestras patas y nuestras pezuñas las tenemos para adaptarnos mejor a los duros caminos del desierto, y nuestras pestañas nos protegen los ojos contra la arena del desierto. O sea, todo adaptado para vivir en el desierto, ¿no? Bien, ¿entonces qué hacemos encerrados en un zoo?

    Nuestras dotaciones corporales sólo son útiles si vivimos el el lugar correcto


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  • Luise_MillerLuise_Miller Anónimo s.XI
    editado febrero 2016
    Muy bonito tu cuento. Se puede transmitir a varios temas de la vida. Como por ejemplo a la opresión política en muchos países, donde de encierran y no te dejan expresarte como tu quisieras. Las expectativas en otros países son lamentablemente muy mal y triste (aunque también en España pero no tan grave). A volar y realizar sus sueños! ;)
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado febrero 2016
    Me gustan estos cuentos donde queda el mensaje de que podemos ser mejores a pesar de lo que piensen los demás.:)
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016
    Gracias por leerme, luise_miller y amparo bonilla.

    Saludos cordiales
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016
    El conejito soñador
    Había una vez un conejito soñador que vivía en una casita en medio del bosque, rodeado de libros y fantasía, pero no tenía amigos. Todos le habían dado de lado porque se pasaba todo el día contando historias imaginarias sobre hazañas caballerescas, aventuras submarinas y expediciones extraterrestres. Siempre estaba inventando aventuras como si las hubiera vivido en realidad, hasta que sus amigos se cansaron de escucharle y acabó quedándose solo.

    Al principio, el conejito se sintió triste y empezó a pensar que sus historias eran muy aburridas y por eso nadie las quería escuchar. Pero pese a eso continuó escribiendo.

    Sus historias eran increíbles y le permitían vivir todo tipo de aventuras. Se imaginaba vestido de caballero salvando a inocentes princesas, o sintiendo el frío del mar sobre su traje de buzo mientras exploraba las profundidades del océano.

    Se pasaba todo el tiempo escribiendo historias y dibujando los lugares que imaginaba. De vez en cuando, salía al bosque a leer en voz alta, por si alguien estaba interesado en compartir sus relatos.

    Un día, mientras leía entusiasmado su último relato, apareció por allí una hermosa conejita que parecía perdida. Pero nuestro amigo estaba tan entregado a la interpretación de sus propios cuentos que ni se enteró de que alguien lo escuchaba. Cuando acabó, la conejita le aplaudió con entusiasmo.

    ____Vaya, no sabía que tenía público- dijo a la recién llegada. Y agregó:- ¿te ha gustado mi historia?
    ____Ha sido una historia muy emocionante. ¿Sabes más? -respondió ella-.
    ____Claro!. Yo mismo las escribo.
    ____¿De verdad? ¿Y son todas tan apasionantes?
    ____¿Tu crees que son apasionantes? Todo el mundo dice que son muy aburridas…
    ____Pues eso no es cierto, a mi me ha gustado mucho. Ojalá yo supiera saber escribir historias como la tuya ...

    El conejito se dio cuenta de que la conejita se había puesto de repente triste, así que se acercó y, pasándole la patita por encima del hombro, le dijo con dulzura:

    ____Yo puedo enseñarte a escribirlas. Seguro que aprendes rápido
    ____¿Me lo dices en serio?
    ____¡Claro que sí! Y si quieres, podríamos escribirlas juntos.
    ____¡Genial! Estoy deseando explorar esos lugares, viajar a esos mundos y conocer a todos esos villanos y malandrines.

    Ambos conejitos se hicieron muy amigos y compartieron juegos, además de que escribieron cientos de libros que después leyeron a los niños de todo el mundo.
    Sus historias jamás contadas y sus peripecias se hicieron muy famosas y el conejito no volvió jamás a sentirse solo ni tampoco a dudar de sus historias

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  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado febrero 2016
    Y sin rivalidades, eso fue lo bonito del cuento:)
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016
    El milano que quiso relinchar
    Tuvo antiguamente el milano otro tipo de voz; una voz muy penetrante. Pero, admirado, oyó un día a un caballo relinchar, y lo quiso imitar. Y, a pesar de todos sus intentos, no consiguió captar exactamente la voz del caballo. Y eso no fue lo peor, ya que perdió además su propia voz.

    Así que el pobre, y a la vez osado milano, se quedó sin la voz del caballo y sin la suya propia antigua.

    Nunca intentes imitar las cualidades ajenas si no tienes la preparación y las condiciones adecuadas para hacerlo, bajo pena de quedar como un vulgar y fracasado envidioso


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  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016
    El águila, el cuervo y el pastor


    Con esa visión tan poderosa que tienen, lanzándose desde una muy alta cima, un águila atrapó a un un pequeño cordero.



    Esa escena la vio un cuervo y, tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mala suerte y peores conocimientos en ese arte, sus garras se enredaron en la lana del cordero, y, aunque batía con fuerza sus alas, no consiguió desenredarse ni soltarse, quedando leso en el suelo.


    Contemplando un pastor todo lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortándole las puntas de las alas, se lo llevó a su su casa.


    Le preguntaron sus hijos acerca de qué clase de ave era aquella, y él, muy complacido, les dijo:


    ___Sólo es un cuervo, pero él se cree un águila.


    Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde




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  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016
    El águila y el escarabajo


    Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y, viéndose perdida, pidió ayuda a un amigo escarabajo, suplicándole que le salvara la vida.


    Le pidió el escarabajo al águila que librase a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.


    Desde ese momento, buscando vengarse, el escarabajo observaba todos los lugares donde el águila ponía sus huevos, y, cuando los encontraba, los hacía rodar y los tiraba a la tierra.



    Viéndose el águila echada de todo lugar a donde quiera que iba, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros hijos.


    Le ofreció Zeus colocarlos en su propio regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus.



    Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos, sin darse cuenta.



    Por este motivo, desde entonces las águilas no ponen sus huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.



    Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte




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  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado febrero 2016




    El león y el ratón


    Dormía un león cuando un ratón empezó a juguetear por todos los lados de su cuerpo. Al notar el león esos movimientos, despertó y lo atrapó, y, a punto de ser devorado, el ratón le pidió que le perdonara la vida, prometiéndole pagarle el favor en el futuro.



    El león se echó a reír y con intenciones de comérselo, pero lo dejó marchar. Días después, unos cazadores furtivos apresaron al rey de la selva y lo ataron fuertemente con una cuerda. Al escuchar el ratón los grandes lamentos del león, avisó a otros ratones y todos corrieron hasta el lugar en que se encontraba el león y, diligentemente, entre todos royeron la cuerda, hasta que esta cedió y el león quedó libre. El ratón, coprotagonista de de este cuento, le dijo al león:



    ___Días atrás me apresaste y te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti como agradecimiento. Pero ahora, ya ves, es bueno que sepas que los pequeños somos agradecidos y cumplidores.



    Nunca menosprecies el tamaño de los demás. La clave está en satisfacer las necesidades de un mercado y aprovechar las oportunidades para poco a poco ganar tracción. Conócete y descubre qué es lo que puedes hacer por los demás

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