Volví a encontrarle
Volví a encontrarle y, en el saludo, desvió el gesto para no besar mis labios. Fingí aceptar esa renuncia, mas no pudimos evitar la complicidad del sonrojo y, en el estrecho espacio que nos separaba, se abrieron cientos de páginas sepia leídas al instante, de una sola mirada.
Entre las piedras,
el río se abre paso
serpenteando.
Confieso que, a mi pesar, aparté los ojos de la imantada luz de su mirada y mis labios de su boca tentadora, por no tomar el fruto que a otra pertenece.
Jardín privado.
Llega suave el aroma
de los frutales.
Comentarios
El viento esparce todos los aromas.
Tus bellos haibunes me dan ánimo para practicar este género poético que desconocía hasta ahora.
Gracias por compartir tus versos.
Salud y ventura.
¡Me despisté ! Pero, aunque tarde, quiero agradecerte tu paso por aquí y tu comentario.
Disculpa, Benedicto. No me di cuenta de tu comentario, y es que suelo entrar directamente a ver qué hay de nuevo en Poesía General y me olvidé de pasarme por aquí porque, generalmente hay menos movimiento.
Me gustaría que te iniciaras en este género; leyendo tus poemas, tengo la impresión de que encontrarías en el haibun un medio satisfactorio para expresar tus emociones. ¡A ver cuando nos sorprendes!
Muchas gracias por tu comentario y tu compañía.
Un afectuoso saludo.
Gracias, Francesca y disculpa este silencio. Hoy, al pasar la vista por los temas de este espacio, tu nombre me ha hecho reaccionar y reprocharme a mí misma no haber respondido en su momento.
A ver si vuelves por el foro y nos seguimos comunicando.
Un abrazo.
En fin, por lo menos te ha empujado a escribir algo tan hermoso. Me gustan más los haikus entreverados, que lo de las páginas sepias. Pero es que soy más de carne que de pescado.
Un abrazo.
Un abrazo.