Abro el hilo de nuestra lectura de febrero:
Noches blancas, de Fiódor Dostoievski (o Fedor Dostoyevski, según la versión que tengáis).
Primera edición: 1848
Lengua original: ruso
Traductores al español: (he reunido todos los que he podido pero si tenéis alguno más, lo ponemos también
)
Tatiana Pérez (Editorial Magisterio Español, 1978)
Juan Luis Abollado Vargas (Bruguera, 1980)
Juan López-Morillas (Compañía Europea de Comunicación e información, 1991)
Elisa Dapia Romero (Edicomunicación, 2001)
Rafael Cansinos Assens (Punto de Lectura, 2001) (publicada de manera póstuma)
José Manuel García González (Catarsis Producciones, 2009)
Montserrat Oromí (Ediciones Brontes, 2013)
Olga Sokolov y Lur Elorriaga Sotuela (Ediciones Eneida, 2013)
Sinopsis:
Noches blancas es una novela del autor ruso Fiódor Dostoyevski publicada en 1848, al inicio de la carrera del autor.Como en muchas de las obras del autor, la obra está narrada en primera persona por un narrador, sin nombre. El protagonista es el arquetipo del joven soñador y solitario e imagina constantemente su vejez solit aria. Durante uno de sus largos y cotidianos paseos por las calles de San Petersburgo se encuentra con una joven, Nástienka. Hasta entonces, éste nunca había hablado con mujeres y mucho menos se había enamorado, pero hay algo de ella que le hechiza. El relato está estructurado durante cuatro noches y una mañana.
Comentarios
En primer lugar, he de decir que la versión que he manejado es la de 1980 de la editorial Bruguera (traducción de Juan Luis Abollado Vargas). Estaba en la biblioteca infantil, así que supuse que, aparte de tener la letra de camión, el texto iba a estar muy adaptado: me equivoqué. No es que un niño no pueda leerlo, pero el estilo creo que se ha conservado bastante íntegro y no se ha infantilizado: un punto a favor. Además, las ilustraciones son bonitas, así que por el lado de la edición me ha gustado. Ahora, vayamos al contenido.
El libro se divide en seis capítulos: Primera noche, Segunda noche, Historia de Nástenka, Tercera noche, Cuarta noche y La mañana. Los dos primeros tienen un estilo más elaborado, con oraciones más largas y complejas (supongo que porque el narrador habla sobre sí mismo). Desde el momento en el que aparece Nástenka, la lectura se hace mucho más fácil: la acción avanza más rápido y hay mucho diálogo. De los fragmentos dialogados destaco sobre todo la diferenciación de las voces de los personajes. Aunque el narrador parece que contagia un poco de la simplicidad de Nástenka a la hora de hablar, sus voces se pueden diferenciar muy fácilmente.
La trama, aunque simple, está bien elaborada y, sobre todo, reducida a lo esencial. Cuando leí el primer capítulo, con ese estilo tan elaborado que comentaba antes, me temí que la trama estuviera demasiado adornada o estirada pero me sorprendió gratamente que sólo estuvieran las escenas necesarias.
La historia de la abuela y Nástenka me pareció bastante simpática y da la pista sobre el carácter de la muchacha: creo que más que buscar el amor o el cariño busca libertad, no sé si estaréis de acuerdo conmigo. Por otro lado, la del narrador es un poco gris: el hecho de que no tenga nombre contribuye también a enfocar la historia en la chica.
De momento, sólo se me ocurre ésto. Conforme vayamos comentando todos, seguro que salen más cosas. Ah, y tengo una cita que me ha extrañado y que querría contrastar con vosotros, pasa que está casi al final y no quiero ponerla sin que todos hayan llegado, para no destripar nada.
¿A vosotros qué os ha parecido?
Como decía, lo primero que encontré fue una sorpresa. Sin haber leído antes a Dostoyevski, desconozco por qué razón, imaginaba una lectura más difícil, más pesada. Sin embargo me ha resultado ágil y bastante cómoda.
Gileblit, coincido contigo en la opinión sobre el motivo del lenguaje más elaborado en los dos primeros capítulos. El narrador habla sobre sí mismo y sobre su situación, su vida de soñador. La frescura que trae la aparición de Nástenka aligera incluso el lenguaje del protagonista en los diálogos.
La historia de Nástenka me parece bastante triste, claro que, tal como se narra y comparada con la previa narración del soñador, queda hasta graciosa. Coincido en que ella sólo pretende una salida de ese encierro encadenada a la abuela. Pero de la misma manera, se me antoja que él sólo sufre el espejismo, la ilusión de un rayo de luz en medio de las sombras y la soledad de su vida.
Creo que imagino a qué cita te refieres, Gileblit, porque simboliza toda la historia, que de momento no vamos a destripar, ¿no?
No sé si simboliza toda la historia, es simplemente algo extraño que he encontrado. Voy a buscar otra edición y a comparar la frase antes por si acaso.
Lo disfrute mucho, también pensé que seria denso pero me sorprendió el estilo y la rapidez con la que se abordo el sentimiento, de ahí me surgen varias preguntas que espero compartir mas adelante.
Ah, entonces no es lo que yo pensaba. Ya saldremos más adelante de dudas.
Michelle, yo no he leído otros pero este sí me dejó esa sensación de vacío, la encontré al principio y al final de la historia. Identifico esa sensación con la que rodea al protagonista, tan encerrado en sí mismo, aislado, solo, salvo unas cuantas noches. Me ha parecido magistral la forma de profundizar en este personaje, en su mente, en sus sensaciones y sentimientos, en resumen en su psique.
En 1848 hubo una OLA de revoluciones populares en toda Europa, reprimidas sangrienta y salvajemente por las monarquias
Coincido contigo. El principio, el relato de los paseos, es divertido pero es muy silencioso, no hay diálogos ni voces, es como una película que estuviera pasando delante de él. El final, [OCULTAR]con el protagonista en la cama sin querer ni levantarse, es casi peor: se alegra pero ya ni se mueve. Antes había posibilidades de que le pasara algo mientras paseaba: ya ni eso[/OCULTAR].
Acabo de descubrir que existe una etiqueta OCULTAR, así que voy a utilizarla para poner tres citas: dos que me hicieron bastante gracia y la que os decía que me pareció rara (no he tenido ocasión de contrastar con otras ediciones):
[OCULTAR]
Una duda que ofende. ¿Cómo podían olvidarse del eterno paseante?
Es tan espontáneo lo de «Oiga, no se ría de mi abuela» que me partía. Después de lo solemne que se pone el caballero para contarle su vida, me lo imagino reprendido por esta muchacha y... en fin, una nota de humor.
Por el contexto, yo diría que se refiere más bien a que le molesta que no le haya hecho la corte, ¿no? ¿Vosotros os habéis encontrado esto?
[/OCULTAR]
Lo mismo es verdad que era amor... :rolleyes: Por amor te llevas hasta ala abuela a la ópera, ¿no?
En realidad, el muchacho parece que no ha recibido nada porque se la encuentra como de casualidad: lo mismo aquí el amigo narrador es un poco retorcido.
Coincido contigo; el pobre se ha quedado... pues eso, en blanco. :rolleyes:
[OCULTAR]La cita a la que yo me refería era la última de la novela:
[/OCULTAR]
Esa me parece la esencia de la obra y por lo que he curioseado por ahí un tema habitual en el autor. Y yo contestaría encantada a esa pregunta: NO. [OCULTAR]De hecho, a pesar de los momentos divertidos de la narración, esta cita final me parece muy triste, como si se rindiera, se conformara con lo poco conseguido y se engañara a sí mismo dándole tanta importancia.[/OCULTAR]
Aprovechando que el libro que saqué de la biblioteca tiene más obras, leeré algo más de Dostoyevski. Me ha gustado mucho.
Eso, eso.
Alguna sugerencia
Propongo Pasaje a la India, de E. M. Forster, por un motivo muy bueno: lo tengo aquí esperando a terminar con otras cosas y no acabo de arrancar con él.
Si quieren pueden seguir con otra novela. Yo termino con ésta y continuo con la que ustedes eligan.
ya... listo y muy....:-O
Yo lo he localizado en la biblioteca. No sé si me dará tiempo a seguir el ritmo porque tengo otro compromiso de lectura pero lo intentaré.