¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Letras flamencas en el Cerro del Águila

amparoamparo Anónimo s.XI
editado mayo 2009 en Taller de Poesía
TALLER DE LETRAS FLAMENCAS EN EL CERRO DEL ÁGUILA
19 de mayo de 2009
Estas son algunas de las letras flamencas que compusieron las profesoras y alumnas de la Sección de Educación Permanente "Palmete", en el Taller de Letras Flamencas que impartió Juan Peña el 19 de mayo de 2009 en la biblioteca del Centro Cívico Cerro del Águila (Sevilla).

Gracia García de la Rosa:

El beso es de color rosa,
el abrazo es rojo oscuro,
y de violeta se tiñen
los pasos que damos juntos.

Una luz llegó a mi vida
cuando tus ojos miré.
El abrazo que me diste
a mí me enseñó a querer.



María del Carmen Durán Lorenzana:

Cuando una estrella se apaga
otra se enciende en el cielo,
que tú eres llama viva
y tu fuego es un tormento.

Niña, no te rías tanto,
que algo nos va a pasar.
Pa qué estar siempre contento
si eso no sirve de na.



Adela Ferrera Carrasco:

La vida es una condena
llena de pena y tristeza,
pero no todo es tan malo:
está el sabor de las fresas.



Josefa Pizarro Ocaña:

Cuando en la calle te encuentro
me acuerdo de cuando niña,
ay, qué bonitos recuerdos.



Ángeles Flores González:

Ya estoy harta de peleas.
Qué bien estaremos juntos
si limamos asperezas.



Josefa Reyes Cruz:

En mi casa me encontré
un marido y cinco hijos
que yo nunca me esperé.

Como eres tan bonita
y tu cara vale tanto,
por eso hoy te pinto,
para tener tu retrato.

En un canasto de flores
metí la mano y saqué
las flores de aquel amor
que ya nunca olvidaré.



Ana Peláez Santos:

La vida es muy fea cosa,
pero a veces nos sorprende
siendo tan maravillosa.

En tu cuerpo me encontré
el aroma de los patios:
olías como un clavel.

Yo no sé lo que me pasa.
Cuando no estás a mi lado
a mí se me parte el alma.



María Prado Moreno:

Nací en un pueblo del Sur,
tan blanquito como yo,
y tan limpio como tú.

Ni a la una ni a las dos,
sola me quedé esperando
arrecío el corazón.



Carmen Vigil Maqueda:

En mi casa me encontré
ratoncitos coloraos
y yo al verlos me asusté.

Cuando una estrella se apaga,
es porque a ti se te encienden
los ojitos de la cara.

De qué vale ser feliz
si al final siempre acabamos
por llorar y por sufrir.

Yo no me quiero morir,
que aunque la vida sea mala,
siempre es bonito vivir.
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com