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Amor irracional

rocinanterocinante Garcilaso de la Vega XVI
editado febrero 2008 en Narrativa
AMOR IRRACIONAL


Hacia años que vivían juntos pero nunca habían salido de vacaciones, fue las amiga de su compañera la que animó a esta para salir de viaje.


A la hora de la partida las dos mujeres se subieron delante del coche y él porque sabia que el conducir no era lo suyo, se acomodó en los asientos de detrás.


Durante el viaje las amigas hablaban de sus cosas, y cada cierto números de kilómetros se intercambiaban el puesto de conductora mientras que él con un ojo en el paisaje que corría por detrás de la ventanilla, con el otro contemplaba embobado las variadas formas y el revoltijo de pelos que la traviesa brisa que entraba por algún hueco del exterior formaba en el pelo de su amada.


Después de un breve descanso en un área de servicio de la autopista, ella se puso detrás, estaba cansada, y se estiro a lo largo del asiento Y pareció que se quedaba dormida cuando él estirándose todo lo que pudo y con el cinturón casi ahogándole, se acercó a su rostro y muy suavemente la besó en los labios y ante la bella quietud de aquel rostro venerado su reprimido amor animal se desató y siguió besándole el cuello, hasta que ella se removió con los ojos cerrados para decirle.

.-Estate quieto Boby, déjame dormir.-

Seguidamente él volvió a su sitio, se sentó sobre sus patas traseras y con la cara triste y baja, dejó que la brisa que le daba en la cara secara unas lagrimas que le caían por el hocico.

Rocinante 07/09/2007

Comentarios

  • efezoefezo Fernando de Rojas s.XV
    editado febrero 2008
    que buen escrito, exelente adecuacion de los pensamientos de un perro jejje jamas lo hubiera imaginado, tube un poco de problemas con la lectura en esta parte, tal vez por falta de alguna coma mira.
    A la hora de la partida las dos mujeres se subieron delante del coche y él, porque sabia que el conducir no era para él, se acomodó en los asientos de detrás.

    se podria sustituir el segundo él por lo suyo para que no quede redundante (sabia que el conducir no era lo suyo y se acomodo en los asientos de atras)

    salud.
  • mariaelenamariaelena Francisco de Quevedo s. XVII
    editado febrero 2008
    Que precioso cuento de amor...y a mi que me encantan los textos romanticos...!!!!-
    Pensar que es el perro el enamorado...uh...estos cachorritos tan vandidos...!!!
    Un cuento relleno de ternura y de un amor verdadero.
    un abrazo,
  • rocinanterocinante Garcilaso de la Vega XVI
    editado febrero 2008
    Hola compañeros en la ingrata - para nosotros- ciencia de Cervantes.

    Buenas tardes.

    Sobre tu apunte, estimado efezo, pues llevas mucha razón y es que la redundancia es lo clásico en mis escritos. Voy a rectificarlo. Y a los dos, os agradezco vuestras criticas que me ayudan a mejorar.

    Un cordial saludo.

    Rocinante
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