¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Diles que les quiero.

    Escrito el 9/8/2001 y dedicado a la memoria de Isaac Asimov


Ustedes saben lo que es un agujero negro, ¿verdad?. Es una región singular en el Espacio-Tiempo donde una altísima gravitación atrae todo hacia sí, incluida la luz, y por eso se le dice agujero negro. Y el tiempo se detiene. Algunos argumentan que sería posible viajar entre agujeros, acortando así los períodos de desplazamiento en las inmensas distancias estelares. Pero todo eso son teorías sin mucha base, y ninguna demostración.

Bueno, hasta la mañana del nueve de agosto del 2040.


Llegué al cosmódromo veinte minutos antes de mi hora,como era habitual desde hacía años. Me gusta tomar un café antes de fichar y hacerme con el estado de las cosas sin demasiadas prisas. Así que preparé mi café en la cafetera que me había regalado una compañera y amiga a la que no conseguí convencer para mantener otro tipo de relaciones. Pero esa es otra historia.

Llegué a la sala de control y lo que vi fue un espectáculo inusual. Chang, el compañero al que debía relevar, se encontraba en medio de la misma, rígido y expectante, sosteniendo un rollo de cinta aislante de la que se había desenvuelto una docena de metros, que pendían en el aire, aparentemente flotando. Me miró, asustado, y no llegué a preguntarle nada. La cinta se estrechó como chicle y pareció ser absorbida por la nada, pero continuó desenvolviéndose como si alguien la estirase.

–Espera y verás –me dijo.

Efectivamente, esperé. Al poco, apareció a unos centímetros de distancia la misma especie de chicle en que la cinta se había convertido, que, a una corta distancia, retomaba su aspecto habitual. Ahora teníamos a Chang sosteniendo un rollo de cinta que se extendía unos doce metros, desaparecía adelgazando en el vacío, y reaparecía a los pocos centímetros, cayendo blandamente al suelo por la ley de gravitación universal.

–Extraño truco de prestidigitación –le dije.

–Por cierto, tenemos todo el tráfico detenido. Los aparatos se han vuelto locos. ¿Ves lo que está pasando?

–¿Y qué está pasando?

–Nunca fui buen estudiante, pero creo que es una anomalía espacio-temporal –respondió–. Será mejor que me firmes el parte que hay sobre a mesa y llames a Seguridad Nacional.

–No pienso firmar nada hasta que sepamos qué es lo que sucede. Esto ha comenzado en tu turno.

–¡Maldita sea! Tengo que ir a dormir. Además, ¿qué más da?

–Bueno, si es un fenómeno único en la historia, yo seré el que se haga famoso –dije irónicamente.

Chang me miró y su aspecto cambió.

–Tienes razón,esto ha empezado en mi turno y yo soy el responsable.

–Buen chico. La lógica era mi asignatura preferida.

Tomé el interfono y pulsé la tecla roja. Inmediatamente, una voz masculina me interrogó acerca de la emergencia. En cuanto le describí la escena emitió un sonido indefinido.

–En seguida le mando un equipo –dijo.

–Bien, gracias.

___ (sigue en parte 2)

 

Comentarios

Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com