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Atormentado cuando voy a morir

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Comentarios

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]momento propicio para iniciar su salvación. Parecía recibir en mis músculos la tensión de los marineros que lo tripulaban, y creía que de un momento a otro iba a ver, entre la furia del viento, al patrón decir: ¡avante! Pero lo que vi fue cómo un golpe de mar lo inclinaba de banda y que antes que pudiese recobrar su posición horizontal, una ola malvada lo tumbaba y pasaba por encima de él dejando su frente blanco de espuma pulverizada.

    En el mar, en el malecón y en el pueblo resonó un alarido que se alzó hacia el cielo plomizo como un torrente de angustia. Junto al siniestrado, se podían ver bultos indefensos. A cada envite, el mar, iracundo, los barría y quedaban muñequeando. Sacando fuerzas de flaquezas, volvían a emerger, pero de nuevo eran sumergidos.

    Algunos marineros nadaban con dificultades hasta la orilla. Las mujeres, y mi tía al mando, en una escena patética pero llena de valor, se arrancaban sus faldas, con dedos atrofiados de ansiedad, y las anudaban en un cordón que flameaba en el aire, esparciendo un olor doméstico. Se metían en el agua hasta el pecho, llorosas, desmelenadas, braceantes, agarrándose unas a otras para no ser presas de la resaca. Pero el cordón se empapó y no había forma de manejarlo. Una de las mujeres lo dejó escapar, ingenuamente, y mi tía, voz en grito, le dijo que los hombres no abandonan sus resabios ni en los momentos graves. Otra mujer quería recuperarlas, pero intervino de nuevo mi tía insultándola con palabras terribles. Finalmente, desaparecieron las faldas mar adentro. ¡Pues no era nadie la 'Lopadres' para intimidar!
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]De pronto, una de mis primas me cogió del brazo: ‘recemos’, me dijo y nos miramos horrorizados. Y no sé por qué nos dio miedo su dicho. Nos cogimos los tres de las manos y oramos cada uno para sí, con la cabeza caída sobre el pecho y sin dejar de mirar de reojo lo que iba ocurriendo en el mar.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Tres valientes pescadores de los otros barcos, recién salidos del peligro, prepararon una lancha motora y fueron en auxilio de sus compañeros. Uno se tiró al agua para tratar de salvar a otro que iba hundiéndose poco a poco. Desde la orilla les gritaban, con [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]todas las fuerzas de sus pulmones y señalando con las manos, de una forma aparatosa:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡¡Allí, allí!! ¡¡Ya estás cerca!! ¡¡Allí, allí…!![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    F
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]inalmente, treinta desdichados se hundieron. Producía mucha impotencia y mucha angustia ver a esa treintena de personas que desaparecía para siempre bajo las profundas y frías aguas del océano.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Dani, no obstante, llegó a nado hasta la orilla. Traía puestos su impermeable negro y sus botas de suela de madera. Entre su camisa desgarrada podía verse su pecho herido. Mi tía se agarró a su cuello, lanzando gritos y propinándole sonoros besos, que sonaban a teatreros.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Ya, madre, ya! ¡Déjeme respirar! -la apartó, ruborizado.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡¿Y tu padre y tu hermano?![/FONT]
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____No los he visto –respondió, con voz ahogada.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Esos pobres desgraciados…! ¡Virgen del Carmen, piedad![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]La lancha motora de auxilio del pueblo y una que había llegado de Santander, ambas con potentes focos, plancharon el lugar del siniestro hasta el alba. Mi tía y mis primas fueron a esperarlas al malecón; yo me quedé en la playa, llorando y arrodillado sobre la arena. Sentía desolación. Amanecía cuando me inicié a caminar. Me cruzaba con sombras indecisas: mujeres en enaguas, con los pelos alborotados; hombres nerviosos, niños llorando y llamando a sus madres desesperadamente; ancianos y ancianas desorientados…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Hacia el final del trayecto de la casa de mis tíos, vi un hombre echado en el suelo. Me incliné sobre él. Lo reconocí enseguida. Era un redero, gallego y viudo, al que apodaban ‘Franco’. Llevaba muchos años en el pueblo. Había perdido en aquella tragedia a su hijo, que representaba toda su familia. No me vio, no le hablé, y, despavorido, empecé a correr, nuncio de mi propio miedo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Cuando llegué a la casa vi a mi tía despatarrada sobre el suelo de la cocina. 'Lopadres' y Nico estaban en la lista de los desaparecidos. [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Pero mi tía ya había ahogado sus penas en ‘su mejor consuelo’: el aguardiente, a recaudo en la mísera despensa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ahora el difunto –como ya decía, refiriéndose a mi tío-, sabrá que yo tenía razón.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Repetía esa frase con total convicción, recordando, sin duda, las abstinencias a las que la había sometido su marido.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Dani no había vuelto aún, y mis primas gimoteaban y cogían la mano de su madre y la besaban. Mi tía manoteaba en el aire y rechazaba los besos. El hogar estaba apagado, y una noche más -en esta ocasión por algo razonable-, me fui a dormir sin llevar nada a mi vientre.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]El cadáver de Nico apareció en la ría, dos días después. Y una semana más tarde, el de 'Lopadres' en la playa 'el Sardinero', casi devorado por los peces. Pudieron identificarlo gracias al cinturón que aún llevaba: el de su etapa en la ‘mili’, y en el que había marcado con agujeritos los meses del servicio militar, ‘con mi maravilloja navaja –como él decía-, que me jirve pa tó’.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Luego de semejante hecatombe, familiar y general, mi tía pasó los primeros días entre el delirio más aparatoso y ese milagroso líquido incoloro, ‘que le devolvía la paz’, hasta que su ‘herida’ se restañó como por encanto con las 15.000 pesetas que le habían tocado de una suscripción pública, hecha en favor de los familiares directos de las víctimas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Volvió a casarse de nuevo, al mes de enviudar, con un canoísta, borracho compulsivo y más joven que ella, al que debían tentar los 3.000 duros. Pero no sé a ella qué la pudo llevar de nuevo al matrimonio; quizás su afinidad por los borrachos, o quizás por su petulancia ingenua, frívola y agresiva a la vez, que no quería privarse del gustazo de decir ‘mi hombre…’.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]La boda, desde luego, tuvo que ver. Se celebró en intimidad, a despecho de la novia, que quería figurar. Su futuro marido, que sólo veía justificados los despilfarros si eran suyos, se opuso con fuerte resistencia. Mi tía transigió, bajo juramento, con tal de [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]que la llevase a la localidad de Torrelavega, ‘para poder hacer mi viaje de novios’, decía.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Las comidas y las bebidas eran abundantes, tanto que al final se hallaban tan llenos y tan beodos, que perdieron el bus que debía llevarlos a Torrelavega. Mi tía cogió un cabreo descomunal. Por nada del mundo iba a renunciar a su ‘luna de miel’, por lo que acordaron ir a pie. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Los oí cuando regresaron al alba. Estarían exhaustos. Apenas llegarían a Torrelavega, hallarían todo cerrado –serían las tres de la madrugada-. Quizás permanecerían en Torrelavega una hora, para descansar un poco, y enseguida emprenderían el viaje de regreso. Este episodio fue durante meses comidilla del pueblo. Pero mi tía se sentía orgullosa de haber hecho su viaje de novios como una ‘señorona’.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]El nuevo amo de la casa era chato, tosco de pelo, de ojos… de todo. Y su boca era repulsiva. Durante los primeros días, hacía todo lo posible[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]por ignorarme. Aunque yo, por ese instinto de conservación, trataba de halagarle. Empero, mi entrega topaba contra su brutal desdén. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Un mediodía, transcurridos ya tres días de la boda, de pronto se quedó mirándome, como si fuese la primera vez que me veía. En sus punzantes ojos se podía ver el reproche, la indiferencia…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Quién es este bicharraco? -le preguntó a mi tía, a la vez que me levantó en vilo, cogido de las orejas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Es que no le conoces?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Limítate a contestar lo que te pregunte! -respondió, airado.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Es el hijo de 'la Franchuti'.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Y qué hace aquí?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Como su padre -que en paz no descanses, pensó, a la vez que miró hacia el cielo- era primo mío…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Pero… ¿es hijo tuyo o no?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿No te estás enterando que es el hijo de 'la Franchuti'?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡¿Y tú no te enteras que me contestes sólo a lo que te pregunte?! ¡No me obligues a que te rompa el hocico y...![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____No te pongas así, hombre. No, no es hijo mío –no le dejó [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]terminar la frase.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Entonces… ¡a la puta calle![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Seguía haciendo presa de mis orejas, retorciéndolas brutalmente. Apreté los dientes, para no soltar chillidos, y me ponía sobre un pie o sobre el otro alargando el cuello hasta casi descoyuntarme. Luego me arrastró hasta la puerta de la calle, y de una patada en el trasero me envió a la acera. Me quedé llorando en el suelo, mientras él reía a carcajada. Pero mi tía ni siquiera se asomó. Lo cual no me sorprendió.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]La mayor de mis primas, que me había cogido cariño, salió a la calle. Se puso junto a mí, en cuclillas y en actitud cariñosa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____No llores más, primo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Y quién te ha dicho a ti que yo estoy llorando? –respondí, tratando de secar mis lágrimas con la manga de la camisa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Qué vas a hacer ahora? –me preguntó.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Me voy ya de este pueblo. Y me voy a Madrid.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Tienes algún dinero?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Un real.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Espera un momento entonces.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Entró en su casa y regresó unos minutos después.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ven -me dijo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]La acompañé hasta la esquina de la calle.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Toma. Esto son todos mis ahorros. Te deseo mucha suerte -puso una peseta en mi mano, que guardé mirando receloso a todas partes.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Te juro por mis padres que te enviaré cien como ésta! –la miré con ojos de agradecimiento.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Alejando se fue mi prima despacio, sin siquiera decirme adiós. Anduvo unos pasos, pero se volvió y me besó. Luego echó a correr. Me quedé turbado, indeciso, sin saber qué hacer. Me encontraba, a mis trece años, en una situación francamente difícil. Jamás me había asustado de nada, y esa vez, quizás [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]debido a la inconsciencia de mi edad, tampoco. Rompí a caminar sin rumbo fijo. Vi una pequeña piedra en mitad de la calle y le di un patadón. Me hice daño, pero pensé que debía contener el dolor, y seguí, indiferente, sin siquiera cojear. Era la hora del almuerzo y las calles se encontraban vacías; el sol las inundaba y su luz me reconfortaba. Era un reluciente día del mes de enero. [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Como mi carácter era introvertido, no se me pasó por la cabeza la idea de acudir a alguien; al cura o al alcalde, por ejemplo. Mis pasos me llevaron instintivamente hasta el cementerio, donde reposaban los restos de las dos únicas personas que me habían querido. Pero, ya dentro, mi valor y heroicidad se resolvían en lágrimas. Por primera vez me sentía miserablemente solo. Pero fue una flaqueza fugaz. Mi subconsciente, ya estaba empezando a tomar determinaciones…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Abandoné mi pueblo, sin despedirme de nadie. Anduve carretera arriba, gallardo y casi alegre. Me sentía muy hombre. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Ya dije que era un reluciente día de enero, pero mi sensibilidad no estaba lo suficientemente desarrollada como para recoger la belleza de las cosas, si no era por el goce que trasminaba, como un reflejo inconsciente, la hermosura de la Naturaleza.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Llegué a Torrelavega, entre dos luces, y me encaminé hacia la estación de Renfe. Ya allí, a un funcionario de la ventanilla pedí un billete, destino Madrid. El hombre me improperó agriamente cuando desaté un nudo que había hecho en un pedazo de trapo, que me servía de monedero y de pañuelo, y mostré mis cinco reales. Evidentemente, insuficientes. Aquel inesperado revés me desconcertó un poco. En ese momento no había para mí más ciudad que Madrid, ni otro punto de destino. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Paseé la vista mirando cuánto se ofrecía a mis ojos. ‘Pero no, no era mi estilo’. Opté por subir al tren, antes que partiera, y a ver qué ocurría…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Después de todo, tuve suerte. Dos señoras, junto a las que fui a ponerme tímidamente en pie, me hicieron algunas preguntas y probablemente apiadadas de mí se erigieron en mis protectoras. Cuando llegó el revisor, me metieron debajo de sus asientos. Tan [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]mal había escuchado hablar de los revisores que mi imaginación infantil los convertía en ‘comeniños’. Me hallaba asustado y no quería salir de mi escondite. En él dormí, tragué polvo y devoré algún que otro bocado que, de vez en cuando, me alargaban mis bienhechoras >>>[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]>>> Nunca he vuelto más por mi pueblo, pero ahora quisiera volver. Lo recuerdo con nostalgia, y me gustaría, ¡sí, me gustaría mucho! que mis restos descansasen en el pequeño camposanto, junto a los de mis padres. Me colma de ternura el pensar en esa posibilidad. Cantarían sobre mi tumba la lluvia y el viento y oiría el rumor incansable de las olas del mar. La lluvia. Y el viento. Y el mar. Los evoco con reverencia y amor de dioses lares. El sol se desparramaría benevolente sobre mi tumba, y se nutrirían de ella las ortigas y los cipreses. Será una flaqueza, una cobardía, pero ahora siento pena de mí y me cuesta soportar un deseo de llorarme. He sufrido y voy a morir solo. Encarnizadamente me revuelvo contra mis recuerdos, y por eso quizá sea éste uno de los móviles que me incitan a escribir. Es placentero rememorar el pasado al lento correr de mi pluma. Me gusta alzar la cabeza y quedarme ensimismado, volcándome sobre mi pretérito, desparramándome en él… [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Recuerdo el mar de olas bravías, las galernas, las tempestades... Los férreos truenos hacían vibrar las citaras de mi cuchitril y los resplandores de los rayos lo iluminaba. Alzaba mis manos sucias y las bañaba en la luz espectral de las descargas eléctricas. Me levantaba de mi catre y pegaba la nariz en el helado cristal de la ventana. El viento silbaba en las calles. Arreciaban las lluvias. La tendalera de la ropa golpeaba contra los barrotes... [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Algunas veces se oía, sorda, espeluznante, la sirena de un barco que había quedado prisionero en el traidor bajío de la barra, y ya en toda la noche no dejaba de oírse su quejido, trágico, como un animal herido de muerte. Al amanecer podía verse el siniestrado inclinado de banda y las olas ensañándose con él; les golpeaban los flancos, les barrían de proa a popa, pero no tardaba en llegar el remolcador de Santander, vomitando densas columnas negras debido al derrote de sus motores. Luchaba en vano contra la [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]arena. Al menos cuarenta y ocho horas de agonía, hasta que las olas rompían el casco y esparcían su esqueleto sobre la playa. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Pero todo ese lejano dolor: las injustificadas palizas de mi tía, los porrazos de mi tío, los golpes de mis primos, la corta ración de bazofia… todo, no tiene valor ni logra borrar la visión apacible de mi pueblo. Y hasta las angustias posteriores, que tanto daño me hicieron, me llegan plenas de nostalgia. Como si ahora, en que está cerca mi muerte, la vida, con una generosidad que no quiero creer que es tardía y cruel, se echase sobre mis pies para lamer mi mano y apaciguar la marea de mi espíritu. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Todo es muelle en este atardecer. Un resplandor rosáceo entra por la ventana de mi cuarto y se posa tan delicadamente en la [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]colcha que no me atrevo a tocar por temor a que se me quede entre los dedos, como el polvillo de las alas de la mariposa. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Este silencio me sobrecoge. Pronto entrará la noche y vendrá Felix, cogerá mis medicinas, oiré un gorgoteo y me alargará la cuchara. Luego se irá dejando una sonrisa en la penumbra. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Sí, todo es amable hoy. Los recuerdos me llegan limpios y mi soledad es como un murmullo acariciador de pequeñas olas. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Me desconciertan estas sensaciones porque no soy un hombre blandengue. Pero no quiero engañarme, me encuentro solo, desamparado, y no siento rubor por confesar mi flaqueza <<<[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Mi pueblo se halla ubicado en lo más alto de un rápido talud. Avalanchas de pinos y eucaliptos se deslizan en las laderas hasta la orilla del mar, que salpica los troncos de agua salada. Durante los inviernos, la lluvia abre hondos cauces en el suelo arcilloso, y durante los veranos, un río de niños merodea en el declive, trazando infinitos senderos. Próximo al faro, que ofrece amable su luz a los navegantes, cual afectuosa mano, está el acantilado. Las olas levantan surtidores de espuma, socavando incansable las piedras. Había un insólito lugar donde los niños pasábamos horas oyendo el resoplar de los hoyos a cada golpe de agua. Una cueva solitaria y oscura, distante un kilómetro de la playa, estaba poblada, para mí, de fantasmas y brujas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Durante toda mi vida he sentido un orgullo especial por llevar prendido en el lado menos oscuro, en el más transparente de mis recuerdos, la nostalgia de mi pueblo. Risueña, sí, pero dolorosa y acuciante cual rehilete desgarrador[/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]2[/FONT]




    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Llegamos a Madrid al filo de la diez de la noche. Mis protectoras me regalaron 30 monedas de cobre y se despidieron de mí con esa indiferencia del viajero que ha hecho una efímera amistad, para pequeños favores, o para distraer la murria de las horas de tren. Y también, cómo no, con ese insolente egoísmo burgués que sólo ve en el paria fuente de sobresaltos para la bolsa, o para las digestiones.

    Sin ningún equipaje, pronto me agregué al tráfago de la capital, mirando todo con cara de asombro. Pero mi pasmo cedió ante otras exigencias mínimas más perentorias. Pasé algunas crujías de hambre y de frío. No tenía experiencia para mendigar. En las colas de las sobras miserables de los ranchos de los cuarteles, los indigentes con mayor rango de antigüedad me expulsaban violentamente. Entonces anduve hurgando en los cubos de la basura en busca de desperdicios. Durante las noches me acogía en algún soportal, pero las pasaba tiritando. Una de esas noches empezó a nevar.
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Al día siguiente, la ciudad ofrecía un espectáculo, cuya belleza, naturalmente, no podía apreciar. Barrenderos con escobas púas dirigían la nieve hasta las alcantarillas. Los transeúntes tenían que ir esquivándola. El frío era mortal de necesidad. Ya había visto nevar en mi pueblo, pero con menor intensidad. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Luego de esa nevada, comenzó a caer una llovizna helada. Las gotas se me clavaban como alfileres. Me detuve en una parada de tranvías. Una mujer, harapienta y desnutrida, pedía limosnas a la gente que esperaba en la cola. Tendría unos cuarenta años, con el cabello de un color indefinido que escapaba del pañuelo que le cubría la cabeza. Entre los rotos de su falda, podía verse una piel costrosa. Con los pies introducidos en la nieve, que ya iba derritiéndose, alargaba la mano maquinalmente, moviendo apenas los labios, y la retiraba sin mirar a quien la dirigía. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Iba de un lado a otro con la cabeza gacha. Pero, súbitamente, se arrojó al suelo y cogió un mendrugo de pan, que flotaba entre lodos e inmundicias. Lo refregó apenas en su ropa y empezó a devorarlo, sin retirar los ojos de su presa. Sentí un indescriptible horror, un asco súbito por la vida, un deseo de rebelarme contra no sabía qué, y unas ganas desesperadas por llorar...[/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Viví como de milagro durante un espacio de tiempo que no sé precisar. Estaba tan extenuado, tan hambriento y tan sediento que hasta perdía la noción de todo.

    Pasados dos o tres días, una mañana, desfallecido y famélico, sufrí un desmayo a las puertas de una tienda de ultramarinos. Cuando medio me repuse, un tipo menudo, que estaba junto a mí, sonreía mostrando unos dientes sucios de nicotina. Entonces paseé la mirada en mis alrededores: algunas otras cabezas se inclinaban sobre mí.

    ____¡Venga, despejen! -dijo el tipo que me ayudó a incorporarme y, amable y cordial, metió bajo mi sobaco una mano que me hacía cosquillas.
    [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Seguidamente, me llevó a la trastienda de la tienda.
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Estás mejor, muchacho? –me preguntó.
    ____Sí señor.
    ___¿Estás enfermo?
    ____Un poco.
    ____Ah, ya conozco yo esa clase de enfermedad. Gazuza, ¿eh? -sonrió. Sin duda, satisfecho de su perspicacia.
    ____¿Cómo? –le pregunté, ignorando el significado de la palabra que acababa de pronunciar.
    ____Quiero decir, hambre.
    ____Sí señor.
    ____Espera un momento entonces.

    Me dejó solo unos minutos, y cuando regresó puso en mi mano un bocadillo de mortadela. Me lo comí casi de dos bocados.

    ____¿Cómo te llamas?
    ____Alex.
    ____¿Alex? ¿Qué clase de nombre es ese?
    ____Alejandro. Pero también Alex. Mi madre era francesa.
    ____¡Diablos! Pues eres todo un personaje -se tocaba la barbilla, como pensando.
    [/FONT]
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Dónde vives?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Donde puedo y me dejan.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Pero tendrás padres, familia… No te habrás escapado de tu casa, ¿verdad?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Oh no, señor. Mis padres murieron, y mis tíos, con quienes hasta hace poco vivía, me echaron de su casa. Por este motivo salí de mi pueblo y me vine decidido a Madrid, para tratar de buscarme la vida.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Se rascaba la cara huesuda, con barba de varios días, y movía la cabeza de un lado a otro.
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____Conque Alex… Bueno, veré lo que puedo hacer por ti. Por de pronto y para empezar, lávate un poco la cara y las manos, si es que el agua no te da miedo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sé nadar –respondí.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Sonriéndose me llevó consigo a un rincón de la trastienda. Había allí, entre cajas viejas y trastos, una pila de hierro con un grifo, y un retrete que apestaba a orina. Un trapo, negro de suciedad, colgaba de una alcayata a medio caer.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Y así fue como entré en 'Ultramarinos Chotis', sito en una calle maloliente de Lavapiés. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Desde su elevado mostrador se podía ver un trasiego variopinto: mendigos, obreros, prostitutas, celestinas, macarras… Miseria y pecado. Ni más ni menos que toda esa basca deambulaba por aquel lugar.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]El dueño de la tienda era el mismo hombre que me recogió del suelo; se llamaba Isidro Salazar. Me hizo sufrir una humillación, pero no puedo guardarle rencor. Me dio acogida cuando estaba a punto de morir de hambre o de frío, y siempre me dispensó su protección aunque a su modo. Pero al paso del tiempo comprobé que la ejercía de la única forma que podía y le dejaban[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Don
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Isidro era tacaño, y retorcido como la gente débil. Aun flaco, tenía una vitalidad inagotable. Era tímido y pendenciero a la vez. Cuando veía en tienda a alguna pelandusca, se le encandilaban los ojos. Quizás no haya otra persona que sea capaz de dar un sentido tan poéticamente sensual a palabras tan triviales como: ‘¿es que no se va a llevar usted medio kilito de mi azúcar?’. Su clientela, gente de pocos miramientos, se reía de él en su propia barba. Expresión nunca mejor usada, ya que la llevaba de una semana. Se afeitaba y se bañaba invariablemente los domingos por la mañana, mostrando entonces un aspecto cómico, como de pollo mojado.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Caída la tarde de ese primer día de mi entrada en 'Chotis', luego de cerrar la tienda, Isidro me dijo:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ahora tienes que armarte de valor –me quedé sorprendido, sin entender su apelación a mi estado de ánimo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Es probable que haya tormenta ‘ahí arriba’ -añadió, [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]señalando el techo con la mano levantada y su dedo índice en vertical.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Y la hubo. ¡Vaya si la hubo![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]La esposa de Don Isidro se llamaba Petra Bari; era una mujer rolliza, farota, de genio agresivo y de lengua expedita. Con unos ojos marrones inexpresivos, y una boca grande, guarnecida de poderosos dientes, que daban al rostro algo de caballuno. Con abundante pelo, teñido de negro, que recogía sobre la nuca en un historiado moño. Había nacido en Chile, pero seis años de su juventud los pasó en México. Era adicta a los trajes de colores detonantes y a las joyas, buenas o malas, e iba siempre, incluso haciendo alguna tarea en su casa, pintarrajeada y cargada de alhajas y bisuterías.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]El matrimonio tenía dos hijas, de veinte y de dieciocho años, y bautizadas como Guadalupe y Genoveva, pero las corruptelas familiares los dejaba en Lupe y Veva. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Lupe se parecía en lo físico a su padre: desvaída, delgada, de baja estatura, introvertida… pero con el genio intemperante de su madre. En cambio, Veva, aunque tenía a veces unos prontos detestables, era una mujer entrante: guapa, alta, torneada, ojos grandes y verdes, boca de labios carnosos y sensuales y dientes muy blancos. Un buen conjunto. Cuando caminaba en las calles, su contoneo provocaba una letanía de requiebros chocarreros, que parecían agradarle, a juzgar por sus risas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿De dónde sacaste este roto? –preguntó Petra a su marido, no bien me echó la vista encima.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Habrá sido uno de los gestos filarmónicos de papá -terció Lupe, desdeñosa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Tú cállate, nenita, y a ver si aprendes a llamar las cosas por su nombre. Se dice filantrópico –replicó su padre.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Don
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Isidro procedía de una familia de la clase media-alta. Había cursado algunos estudios y era resabiado y suficiente.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ya saltó el marisabidilla éste –dijo, sarcástica, Petra, que no podía soportar la petulancia de su esposo. Y siguió recriminando mi presencia:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Imagino lo botarás a la puta rua.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Petra, aun habiendo llegado a España antes de cumplir los trece [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]años, tenía el prurito de usar en el hablar ciertos americanismos chilenos y mexicanos. Además, estaba suscrita a la revista de chismes ‘Tuya’, que la nutría de literatura amorosa, y a ‘El Caso’, de donde bebía ávidamente relatos espeluznantes de crímenes y de amores y desamores violentos. Y de una y otro abastecía su ‘exquisito’ vocabulario. Y del hecho de ser forastera, tomaba pie para criticar a los españoles, empezando por su esposo, blanco infalible de sus invectivas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Haría lo que dices, pero da la casualidad de que hace tiempo que necesito un chico para los recados, y Alex, que éste es su nombre, y no ‘roto’, me viene bien -respondió el marido.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Tan bien como aquel valentón y volantón que me hurtaba la plata de la caudales?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Igual decías de la criada y hace cinco años que nos sirve con un celo… Si no fuera por mi filantropía, estaríais cambiando de criada cada día, porque para aguantar en esta casa…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Basta! –exclamó la chilena.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Papá quiere sacar los pies del plato -terció Veva.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Tú cállate, nenita –intentó imponerse, igual que con Lupe.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Basta ya! –añadió Petra, en tono agresivo-. Dije y repito hasta romperme las cuerdas que no me va este roto.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Pues déjame que te diga que me extraña, porque Alex no es cualquiera. Su madre era francesa y viene de familia de alcurnia –aventuró astutamente Don Isidro, mirándome.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Es de ley tal trapo? -preguntó mirándome la grosera mujer, mostrando un súbito interés por mi ascendencia.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí -contesté, mintiendo por interés personal y siguiendo la pauta marcada por Don Isidro.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Entonces… siendo como ambos dos pintáis, que se inicie a cuajar. Pero a la primera y única, me vas a oír, Isi.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Luego de tan sutil bienvenida, me alojaron en un tajo húmedo de la trastienda, donde se agolpaban cajas vacías y se veían pasar a todas horas grandes ratas. Las paredes habían perdido su enlucido y el agua que goteaba de ellas formaba sobre el suelo una masa pestosa de polvo y suciedad. Mi colchón era flaco, y sólo tenía un hule para taparme. Así y todo, como podía llenar la tripa y el recuerdo de un cuarto con cama limpia que había disfrutado mientras vivían mis padres era ya algo lejano, me daba por satisfecho y aun me sentía afortunado[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Jamás, hasta entonces, había visto a mujeres tan abúlicas como las tres señoritas de aquella casa. Se hacían servir el desayuno en la cama y ya no la dejaban hasta la hora de almorzar. Se pasaban todo el día sin hacer nada, embutidas en largas batas [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]grasientas, deshechas de monotonía. Devoraban novelas rosa y recibían misteriosas visitas de amistades lenguaronas que las ponían al corriente de los chismes del barrio. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Pepi, la criada, una chica de dieciséis años que la miseria la llevó un día como a mí a las puertas de 'Chotis', debía multiplicarse para atender los caprichos de sus malévolas amas: ‘Pepi, dame la revista, y la tenía al lado; ‘Pepi, estira mi almohada’, y estaba sobre ella; ‘Pepi, dame el abanico’, y se hallaba en la mesilla de noche. Situaciones, estas, desquiciantes para la pobre chiquilla que, a cambio, las atendía sin un mal gesto en la cara.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Para las tres señoritas, el desiderátum de la distinción consistía en hacerse servir por la criada, incluso para recoger un papelito que se les hubiese caído al suelo. Era cruel lo que hacían, pero la buena del Pepi nunca protestaba.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Pepi era feílla, de un color cetrino, hasta parecer que padecía de ictericia. Introvertida y de mirada huidiza. Los dos comíamos en la cocina, y ella siempre ponía en mi plato los mejores bocados. El cariño que me tenía, nunca lo reflejaba con palabras. Apenas si pude arrancarle una docena en todos los años que estuvimos juntos en aquella casa. Pero estando a su lado, sentía cómo mi alma se sumergía en un ámbito purificador, que parecía caer de su insificante imagen, de sus tímidos ojos, llenos de bondad.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Casi todos los atardeceres, las tres señoritas se acicalaban para asistir al mejor cine o a un café de lujo. Pienso en el impacto que debían causar su modo de hablar grueso, sus frases soeces y su exquisita[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]toilètte[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Los domingos mañana iban al Paseo de la Castellana, punto de encuentro de la ramplonería madrileña, con el deseo de pescar a alguno de los pijos que lo frecuentaba. Y por la tarde, la caza se circunscribía a uno de esos domingueros[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]pik'up[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] de hotel cutre y destrellados donde por una peseta la entrada gaseosa incluida promiscuaban busconas y damiselas de alto vuelo, al retortero del estudiante provinciano, lameculo engominado, macarras de puta, hortera de barra de lujo. Y el coto de la noche era el tramo desde calle de Alcalá hasta Cibeles. Por supuesto, don Isidro no era presentable y no le permitían acompañarlas. Pero la repulsa hacía feliz al tendero, a la vez que también le servía de pretexto para sus ‘propias iniciativas’.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Pero, aun las previsiones de Petra, las niñas no pescaban novio ni a la de tres. A Veva no le faltaban pretendientes, pero eran [/FONT]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]tipos vulgares del barrio. ‘Cuasi rotos’, como decía la chilena con desprecio. Aunque Veva estaba contagiada de la megalomanía materna, no le hacía asco a los devaneos, porque era una mujer de pasiones plebeyas, sensual; y Lupe, que ni siquiera en este terreno lograba atención, oteaba, envidiosa, atenta, los manejos de su hermana, para después contar a su madre el más mínimo barrunto de amorío. Por este y otros motivos, el piso de los altos de 'Chotis' salía de su habitual marasmo. Las tres se insultaban como verduleras, y de los gritos pasaban a las manos. Los gritos sonaban en la calle: ‘ya están las chilenas a su aire’, decían las vecinas que estaban al loro del repertorio fraseológico de Petra e hijas. Y esos altercados acababan siempre con un patatús de Petra, que se despatarraba en el santo suelo, mientras sus hijas, sin ocuparse de ella, se encerraban en sus respectivos cuartos, dejando que la pobre de Pepi, horrorizada, se preocupase por la desvanecida mujerota.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Y de las excentricidades de mis amas me llegaban a mí no pocas salpicaduras. Diariamente debía trotar por las calles de Madrid en busca de entradas de espectáculos, cigarrillos, revistas y de más superfluidades, con las que la estúpida vanidad, o la soez glotonería, socavaban el parvo negocio de Isidro, amenazando con reducirlo a la más absoluta de las miserias.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Mi trabajo en la tienda era lastimero. Sacaba los pies de la cama a las seis de la mañana, y no desayunaba hasta que no llegaba Pepi. Barría la tienda, desempolvaba y aviaba los estantes y el escaparate, desembalaba cajas… A las ocho bajaba don Isidro, y entre los dos despachábamos unas horas detrás del mostrador. Después salía a llevar a domicilio los encargos. Hasta dos reales diarios de propina reunía, que entregaba al tendero y que me los ‘administraba’ comprándome, de tarde en tarde, alguna prenda de vestir usada en El Rastro. Pero los domingos me ‘daba’ para mis gastos un real en calderilla. Aún recuerdo la ceremonia que empleaba mientras me hacía la entrega: se metía la mano en el bolsillo y sacaba de una en una las monedas, sobándolas entre el índice y el pulgar con un extraño movimiento que no atinaba a comprender si era delectación, o el temor de que saliesen dos pegadas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Don
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Isidro era un tipo peculiar, en lo que a su administración se refería. De los beneficios semanales de su tienda, apartaba una cantidad que destinaba: ¡al entretenimiento -enfatizaba la frase con aire de listeza- de las fieras! Era lo que llamaba, recordando una novela de Jacinto Benavente, ‘La comida de las fieras’. Otra cantidad iba para el negocio, y para sí apenas reservaba un duro [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]que administraba con tacañería, ‘esforzándose’ en atender sus gastos con mis propinas y con el dinero que sisaba del peso de los productos que él vendía. Llevaba un control increíble de los gramos que sustraía. Pero, en realidad, el tendero tenía pocos vicios. Su vicio era el ahorro, y su ley suntuaria, solamente tenía aplicación en Pepi y en mí; o sea, en el ámbito en el que contaba con la aquiescencia de su esposa. Y resultaba sorprendente que los despilfarros de su familia no le amargasen la existencia. Sus pequeñas inclinaciones eran el tabaco, el vino y, sobre todo, el gulusmeo sensual. Al principio, pensaba que con las mujeres no iba más allá de miradas, pero con el tiempo me iba percatando de que el suavón andaba al loro, pescando todo lo que podía en el río revuelto de las busconas que iban a la tienda: ‘una pesca de bragas secas, unos toques suaves, un mojar bragas, cerrar la bolsa, abrirla y vaciarla vino después’.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Fumaba en una pipa roñosa, que mantenía en la boca como un chupete, y con el mismo engaño, pues la encendía de higos a brevas. El labio inferior le colgaba, deformado por el peso de la cachimba, y en sus comisuras había siempre costra de nicotina. El vino lo bebía con moderación, salvo los domingos por la tarde, en que se reunía con sus amigos para jugar al mus y llegaba a la casa alrededor de las once de la noche, de buen humor y con los ojos brillantes.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Durante
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] las tardes, el trabajo en la tienda era escaso, pero me ocupaban las tres señoritas y acababa hecho trizas. Aun así, a veces la chilena me obligaba en las noches a que le leyese uno de esos esperpentos rosa, que ya empezaba a odiar antes de poder juzgarlo como literatura. El cansancio era brutal, pero ella me espabilaba con un tirón de orejas. Había noches en que me acometía un deseo de llorar, de pedirle por Dios que me dejase irme a dormir, pero me contenía porque desde siempre me ha repugnado inspirar compasión. He sido muy duro con todas las personas que me han rodeado, pero en nadie he aplicado tanta dureza como en mí mismo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Al año y pico de entrar en 'Chotis', mi vida cambió de improviso. A veces trataba de aglutinar los pensamientos que me invadían, pero no lo lograba. Me hallaba tan cansado y ocupado, mañana, tarde y noche, que ni siquiera podía pensar. Llevaba una vida maquinal. Pero lo que más se pegaba a mi cerebro era el temor, obsesión casi, de que Petra me ordenase que me quedase en el salón con ella para leerle alguna de sus revistas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Los domingos tenía las tardes libres. Me iba al Retiro, a la Ribera del Manzanares, al Zoo. Empleaba mi real en caramelos, pipas u otras golosinas y me lo zampaba todo. Ansiosamente esperaba esas tardes de ocio. Nada me parecía entonces tan maravilloso como hacerme ovillo en el césped alfombrado de algún parque, bajo las acaricias del sol, sin preocupaciones, sin sobresaltos, sin temor a nadie y nada. No quería pensar, sólo descansar, dormir, soñar. ¡Vivir…![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]A veces descendía por Carretas hacia la calle de Alcalá y la Gran Vía; los cines, las cafeterías, los coches, las tiendas, siendo algo tan próximo, parecía de otra galaxia, remota, inaccesible para mí. Aunque entonces no me percataba, tenía la certidumbre de que había en mí en potencia, un deseo de entrar en ese mundo. Había días en que pensaba que no estaba tan lejos ese mundo. Aunaba fuerzas para cuando llegase mi oportunidad. Mi cabeza trabajaba incansable…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Y lo que es la vida y sus circunstancias; esa oportunidad se me presentó de la forma más inesperada. Entre las cajas que había en la trastienda, hallé unos libros, apolillados y mohosos. Eran Tratados de Medicina. Los conceptos técnicos escapaban a mi comprensión, pero me gustaba leerlos, ver sus fotos, entrar en el misterio del mecanismo humano…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Una mañana en que Don Isidro bajó a la tienda antes de lo que en él era habitual, me sorprendió leyendo uno de ésos libros.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡¿Qué haces?! -me preguntó, en tono airado.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Sorprendido
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif], oculté el libro detrás de mí.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Dámelo! -gritó, percatándose de mi maniobra.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Se puso a ojearlo, como tomando tiempo para pensar. Al poco, calmado ya, me miró con ojos vivarachos y me dijo:[/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Te gusta la Medicina?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí señor[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Estos libros pertenecían a mi abuelo. Él era médico, y mi padre fue un prestigioso cirujano. ¡Dios, si les hubiera hecho caso…![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Q
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]uedó durante unos minutos pensativo. Después, con cara de circunstancias, añadió:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
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    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____Son más de las ocho. Hay que abrir ya la tienda. Vamos.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]En los días siguientes no hablamos más del asunto, pero pasada una semana, luego de contar el dinero de las ventas del día, de hacer el arqueo y de cerrar la tienda, Don Isidro me preguntó:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Te gustaría estudiar?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Sí! -respondí con tanta determinación que todavía hoy me sorprende. Parecía como si llevase toda la vida esperando que se me hiciese ésa pregunta, pero la idea no había pasado por mi mente ni en sueño.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____De acuerdo. Vas a comenzar el Bachiller, pero ojo con que se enteren ‘ellas’ -levantó la mirada hacia arriba.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____De mis labios no saldrá palabra alguna.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Eso espero. Desde hoy mismo guardarás tus propinas –dijo, y añadió-: con ellas podrás pagarte las matrículas y comprarte los libros y los materiales necesarios –hablaba como con prisa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Si señor. Así lo haré –le contesté, sin pensar en que estaba obligado a agradecérselo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Don
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Isidro era de esa clase de personas que aceptaba lo bueno y lo malo con la misma impasividad.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ve mañana a visitar a don Teodoro. Él puede darte algunas clases. Ya hemos hablado de ello –agregó, de nuevo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Qué ya han hablado? –quedé perplejo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Don Teodoro ya sabe lo que hay que hacer –concluyó.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Visité a don Teodoro en esa misma mañana, aunque Don Isidro me dijo que lo hiciese en la siguiente. Tenía alquilado un cuarto en una casa de la calle Atocha. Hacía su compra y se preparaba su propia comida. Ya le conocía porque le llevaba algunas latas de conserva, que encargaba previamente a mi amo, con quien le unía buena amistad que se remontaba a los años jóvenes. Había hecho el Bachillerato y tres años de profesor del mismo. ‘Que no pude terminar por la penuria de dinero’, me había dicho en varia ocasiones. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Era un hombre alto, blancucho, cargado de espaldas, de sesenta años, y sus manos eran grandes y sudorosas, desagradables de estrechar, pues [/FONT]las dejaba caer como peso muerto. Su complejo de inferioridad era obvio. Invariablemente, en sus labios siempre había una misma respuesta: ‘yo no… Yo no puedo…’. Como todo apocado, era pedante y agresivo a la vez con las personas de su entorno. Hablaba mal de todo el mundo, y contra más
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    editado mayo 2016
    encumbrado, mejor. A principio, al oírle exaltar sus excelencias y ponderar su cultura, yo le decía: ‘por qué no hace usted…’. Me interrumpía, replegándose: ‘yo no... yo no puedo…’. Y quedaba desfallecido y con los ojos espantados.[FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____De manera que quieres estudiar el Bachillerato -me dijo esa mañana, con voz complaciente.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí señor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____En ese caso, sabrás que hace falta dinero para eso…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Gano dos reales diarios, de mis propinas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ganas tanto como yo: pura mierda. ¿Sabes cuánto te voy a cobrar por las clases? ¿No te lo ha dicho don Isidro? [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____No señor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Nada. Don Isidro es un buen amigo desde hace muchos años y si él se interesa por ti… ¿Comprendes…?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____No del todo, señor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Pues está claro. Me caes bien. Pareces un chico listo y creo que nos entenderemos –y añadió-: tú llevas algunos encargos de comestible a algunas casas, ¿no es así?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí señor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Pues entonces búscame más alumnos. ¿Comprendes…?[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Me d
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]aba pena ver a aquel hombre pidiendo ayuda a un mocoso como yo. Y, sorprendentemente, hablaba con voz humilde.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Solamente cobro[/FONT] un duro al mes. Enseñanza garantizada. ¿Comprendes…? No lo olvides. Porque, desde luego, quien sepa enseñar como yo, pocos -se irguió, y añadió-: ya sabes, te daré clases gratis y tú me consigues alumnos. ¿Comprendes…? ¿Te conviene?[FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí señor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Luego de decirme eso, guardó silencio. Al poco, añadió:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____Pero si no me traes más alumnos, da igual. De todas formas te daré clases sin cobrarte una sola perra gorda.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí señor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Se encontraba
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] orgulloso por sentirse generoso, como un alguien importante. Y su muletilla… ‘¿comprendes…?’, formaba parte de su orgullo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Ese año le procuré la friolera de seis alumnos más. Y esto debía achacarlo a la casualidad, no a la suerte. Se encontraba loco de contento, y no sabía por qué no me lo decía. Se atribuía todo el mérito. Disfrutaba diciendo que era un buen profesor. Y lo era, [/FONT]
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    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]no se le podía negar, pero le gustaba divagar por el prurito de deslumbrar a sus alumnos, o los aburría con relatos de miserias e inquinas de un hombre fracasado.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Acudía a su clase una hora al día, aprovechando las salidas que Don Isidro, guiñándome un ojo, me ordenaba con hipotéticos encargos. Pronto me di cuenta de que mi amo estaba tomando partido por mí, y yo se lo agradecía con más entrega, tanto en la tienda como en los estudios.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Estudiaba incansable, robándole todo el tiempo a mi ocio, a mi descanso. Recitaba las lecciones en voz alta mientras trotaba en las calles de Madrid, con el cesto de repartos sobre las costillas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Aprobé el Ingreso. Y esto fue un jueves. El sábado siguiente, Don Isidro, feliz, me llevó al cine. Creo que veía en mí una especie de venganza contra las tres mujeres de su casa. Estaba decidido a demostrar lo que hubiese podido ser su hogar, bajo su control directo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Luego
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] del cine fuimos en busca de Don Teodoro, y los tres juntos merendamos en una cafetería lujosa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Mi profesor [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]lanzaba gritos, tronaba de vanidades: ‘¡en tan poco tiempo que he tenido para prepararlo!’. De nuevo él se atribuía el éxito. Pero yo me hallaba tan contento que no me importaba su vanidad.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Cuando volvimos a 'Chotis', Don Isidro me regaló cinco pesetas, que no tuve reparo en aceptar. Pero vi que pronto se arrepintió. Quedó titubeando, como reprimiendo un deseo de decirme que se las devolviera.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Pero no quiero seguir contando mis esfuerzos de aquellos años: agotadores: heroicidad agria, pero productiva. Enflaquecí hasta el extremo de perder diez kilos. La escasez de tiempo era una amargura que mis ansias por aprender multiplicaba. Deseaba acabar enseguida, para liberarme de la pesadilla tortuosa que estaba viviendo consciente. No cabía duda de que los estudios eran para mí un medio, no un fin, una posibilidad de escapar al ambiente de 'Chotis', para lograr una vida mejor. Quizás la que tantas veces había pensado. Y tenía prisa, y temor también de que me pudiesen abandonar las fuerzas.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Con el paso de los años me di cuenta que los conocimientos de don Teodoro eran someros en la parte de Ciencia, y a partir del Tercero tuve que habérmelas solo con las Matemáticas, sin más ayuda que el libro y lo que mi mente iba sugiriendo. Y aunque la vanidad de mi profesor no desfallecía, evitaba toda dificultad con superfluas divagaciones, lo que me hacía perder un tiempo vital. Entonces corté por lo sano. Sabía que esto era algo que no me iba a perdonar y que le daba pie para criticar a aquel mediquillo que todo se lo debía a él. Pero también sabía que me recordaría con cariño y que su ego se había esponjado más de una vez a costa mía.

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Por timidez tal vez, y no por ganas, continuó pues don Teodoro impartiéndome clases de Ciencia.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]En el Instituto obtenía siempre buenas notas, y por eso conservé la beca que me concedían. Administraba con celo mis propinas, que bastaban para enjugar matrículas, libros y material escolar.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Mi escaso vestuario se proveía de los trajes viejos de Don Isidro, que era delgado, y si no, Pepi me los aviaba. En el tajo que en la trastienda me servía de cuarto, con cajas viejas de madera me hice mesa, silla, armario y lecho. Pepi se las arregló para rellenar mi colchón y para confeccionar sábanas con retales que apañó, no sé de dónde. Y con esos endebles recursos iba tirando. Pero, obviamente, avanzando…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    C
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]uando empecé a cursar el Quinto, el secreto que tan celosamente ocultaba salió a la luz. Y fue por culpa de Don Isidro quien, ufano de su obra, hacía lenguas de mis talentos, y llegó a un punto en que no podía soportar por más tiempo en silencio su buen hacer.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Una mañana, Petra revolvió toda la trastienda hasta dar con el escondite en que guardaba mi tesoro: mis libros y mis apuntes. Ese mismo día, luego de comer, mientras cruzaba el salón para bajar de nuevo a la tienda, me ordenó con voz autoritaria:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Pibe, aguárdese![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Se hallaba muy [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]indignada. Miró a su esposo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Dime vos qué acontece! -le dijo imperativa a Don Isidro, sentado frente a ella.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    El tendero
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] dio un respingo; respondió con una pregunta:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Qué acontece de qué? [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡No vaya vos de longui! ¡Vos sabés lo que aludo![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Lupe, con ojos malévolos, seguía la escena. Y Veva miraba a su padre y a mí, entre divertida y desdeñosa, con una risita en los labios.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Te refieres[/FONT] los estudios de Alex? –respondió, al fin, con voz torpe-. Si es eso, no hay nada de particular. Alex está tratando de buscarse un futuro y seguro que lo logrará –añadió.[FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Lo que logrará es que lo bote, que es lo que debí hacer el primer día! ¡Venirme tú a mí con tapujos! El tendero tira la plata con el primer roto que se cuela en mi casa, y luego pinta llorón para dar calderilla a su humilde esposa. ¡Y tú, pibe! -señaló con un dedo sobrado de anillos-, ¡a la puta calle! ¡¿Parlo suficiente palmario?![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Bien, madre, bien! Sólo falta que este pordiosero nos salga ilustrado –terció Lupe, con aspereza en la voz.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Me dolieron aquellos insultos, y tuve que sellar mis labios para no replicar. Petra me fulminó con la mirada. Veva lanzó su risita habitual, y Lupe me miró con sorna y, ante tamaña humillación, desvié la cabeza.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____De acuerdo, de acuerdo -dijo Don Isidro-. Lo voy a despedir. Pero os advierto algo: Alex ha trabajado incansable en esta casa. Sin Alex, hace tiempo ya que andaríamos pidiendo limosnas. Ha levantado el negocio con su trabajo. ¿Y sabéis qué ha cobrado? Nada. Tiene ya dieciocho años, duerme en un agujero inmundo, y ni se ha quejado ni me ha pedido dinero. Sus estudios se los paga él mismo con las propinas que consigue a diario. Soy viejo ya y si me falta Alex… [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Alex, Alex, Alex. Por los Clavos Sagrados, como si no hubiese en el globo nadie más que Alex –dijo Petra, con aire conciliador en la voz…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Otra persona que hiciera lo que hace él, cobraría lo que no da la tienda –añadió astuto Don Isidro, percatándose del súbito cambio en Petra-. En fin, si os empeñáis, lo despido. Pero no [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]olvidéis vosotras [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]lo habéis exigido –concluyó, y después que me miró de reojo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Un momento, un momento! Yo no he dicho nada aún -terció Veva, de pronto-. Y mi opinión es que si Alex quiere estudiar, por qué negárselo. No es un crimen. Además, si es tan útil y honesto como dice mi padre, lo que debe hacer él es asignarle un sueldo y dejarse de tanto cacareo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Pero hijita! -protestó Petra, mirando a su hija.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Ni hijita ni porra; lo dicho! –dijo Veva, haciéndome un gesto burlón con la lengua.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Don
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Isidro trató de añadir algo, pero las palabras no acudían a sus labios. Carraspeó, entre estupefacto e inquieto.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Todos, salvo Veva, quedamos pasmados. La miré y me devolvió la mirada, pero con su acostumbrada risita.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]En fin, sea como sea gané. Por de pronto, desaparecieron de la trastienda los trastos y con ellos la suciedad, suciedad contra la que hasta entonces no había podido luchar Pepi. Me compraron cama, colchón y otros muebles. Fueron reparadas y pintadas las paredes. Me asignaron un sueldo de quince duros, cuyo se me antojó una fortuna. Me dieron más horas libres para estudiar. Se anuló la tarea de leerle a Petra, y hasta pude darme el lujazo de pagarme un profesor de Ciencia, quien me allanó las dificultades de la Álgebra, la Física y la Química. Y a corto plazo, dejaría de padecer tambien la humillación de aceptar propinas. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Con el paso del tiempo, abandonaría 'Chotis': la labor alcahueta del mostrador, el cesto de los repartos... Sí, dejaría todo eso con satisfacción, sin mirar atrás, sin volver a acordarme de aquellas personas con las que había compartido parte de mi vida; ni las quería ni las odiaba, sólo permanecía con ellas por interés. Tenía techo y pan y, como había sufrido por carecer de ambas cosas, cumplía, incluso con creces, para no perderlas de nuevo. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Lo que no sabía era el por qué no había pedido antes un mejor trato del que terminaba de brindar un cálculo premeditado de Veva. Pero no quería pensar en eso. Me sentía seguro, algo que aprendí de mi padre, aunque en él todo se iba en palabrería. Era capaz de continuar el camino trazado. Nada pedía porque nada necesitaba. Otra vez seguía avanzando. Pero era tan ingenuo que solamente pensaba en mi fuerza de voluntad, sin caer en la cuenta de que la vida se deja caer con cosas, imprevisibles, inevitables…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]En 'Chotis' nadie parecía alegrarse de mi ascenso y nadie reparó en felicitarme. De Don Isidro y Pepi no hablo.[/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Al final del primer mes, el tendero, entre acriminador y risueño, me dijo: ‘'joder Alex, ahora ganas más que yo!’. Pero no tardó en incluir mi sueldo en el apartado de las fieras y en separar de él sus sobresaltos de cicatero. No obstante, pude comprobar que a partir de ese entonces se comportaba conmigo con más justicia, con más equidad…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Como final de este capítulo añado que
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]encontrándonos solos en el salón Pepi y yo, la pobre chiquilla largó tímidamente la plática más larga que jamás había pronunciado: [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____Te lo mereces, Alex. Tú no serás un pringado como yo.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]




    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Se llevó el delantal a los ojos y se volvió de espalda. Siempre había sido un hombre duro, poco propenso a conmoverme por nadie ni por nada, pero en esa ocasión sentí un crispamiento de ternura[/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]3[/FONT]
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]
    L
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]as tres señoritas aceptaron a regañadientes mi ascenso. Pero era extraño que fuese precisamente Veva la que descargaba en mí su aversión. Yo era demasiado ingenuo para entender que su actitud obedecía a ‘algo muy estudiado’. Todo el rato me trataba como su criado, abrumándome con reconvenciones estúpidas y órdenes humillantes. Se burlaba del ‘estudiantillo’, como solía motejarme con desdén; el mismo desdén que le devolvía en la primera ocasión que se me presentaba.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Ese año aprobé el quinto curso y parte del sexto. Don Isidro hizo, por este motivo, una exagerada apología de mi talento. Las tres señoritas escuchaban indiferentes sus palabras. Y yo me sentía molesto por ese extemporáneo entusiasmo del tendero.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Veva, uno de aquellos días aprovechó un momento en que nos quedamos solos para decirme, despectivamente:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Abróchame el zapato.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]La intención de humillación era tan deliberada que no tuve más remedio que mirarla, retador.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Abróchame el zapato ya, imbécil! –repitió enérgica, insulto incluido.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]‘Alex, rodillas en el suelo, obedeció’. Pero se me antojaba tan desproporcionada la exigencia que no me sentí ofendido. ‘¿Por qué tengo que dar beligerancia a semejante estúpida?’, pensé.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Cuando me levanté, me pasó la mano por la mejilla y me miró largamente, pero de una forma provocadora…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Bobo –me dijo, y empezó a caminar contoneándose.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]La guerra que Petra me había declarado era sin cuartel pero más franca. Me odiaba y toda coyuntura era buena para reñirme, a la vez que recordarme la supuesta protección que me dispensaba. Aun eso, yo veía en la actitud de las tres señoritas no sé qué de sobresaltos. Era evidente que me necesitaban, y yo me reía de su impotencia.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Déjalas -me dijo Don Isidro, luego de uno de esos episodios. Y siguió hablándome-: mientras yo viva, estás seguro, y cuando[/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]falte, si además de tontas que son, no se vuelven locas, rezarán para que no te vayas. ‘Las de arriba’ piensan que me dominan, que soy un calzonazos. ¡Andan frescas! Les tengo miedo, eso es innegable, pero en definitiva las hago pasar por el aro. Las dejo que griten, que se explayen…, y si es eso lo que les gusta, allá ellas. Pero como no tienen ni pizca de caletre es fácil manejarlas Soy débil, y por eso no tengo mucha fuerza. Pero no pienses que éste pensamiento es mío, aunque es una gran verdad. Si tuviera un poco más de valor las sometería. Claro que entonces no sería tan débil. Bueno, bachiller Alex, me estoy haciendo un taco.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Cuando Don Isidro hablaba de su esposa y sus hijas, las llamaba 'las de arriba’. Para él eran, espiritual y topográficamente, una divinidad superior, a cuya se sentía sometido por el miedo, más que por el cariño. En el ámbito de la tienda, sólo él podía tomar decisiones, pero el piso gravitaba sobre su cabeza y a menudo le veía mirar hacia el techo, con los ojos llenos de amargura. Él disfrutaba con lo que creía grandes logros sobre la trinca, como que nos admitiese ‘sin pero’ a Pepi y a mí, pero esto no era sino una modalidad del aglutinante que podía unir a aquellas cuatro personas: la explotación y la tacañería.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Hubo una etapa en la que tengo que r
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]econocer que Lupe me importunó poco. Tenía algo más perentorio en que ocuparse. Se iba a casar. Todo ocurrió de pronto. Un prenda del barrio: un tipo chulo, mujeriego y gandul, rompió la relación que mantenía con Veva. Se llamaba Felipe y ‘el tuno’ lo apodaban. Era un individuo despierto. Se percató de que Veva picaba alto y que sus amoríos con ella no iban a ninguna parte. Pero la tienda de ultramarinos debía antojársele un filón, y por eso dirigió sus tinos hacia Lupe, cuya, en su red, fácilmente cayó.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Debido a esa inminente boda, los días previos 'Chotis' parecía un infierno. Las trifulcas, los gritos y las peleas se repetían a diario. Don Isidro mostraba todo el tiempo una risita irónica. No quería intervenir en nada [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]relacionado con esa unión. Hablando conmigo se restregaba las manos y me decía, en actitud cómica:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Qué, el Olimpo anda revuelto, ¿no? jajajajajaja…![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Mientras
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] subíamos a almorzar o a cenar, el pobre tendero ponía cara de circunstancias: [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____Sí, esta boda es un disparate -respondía así a una pregunta de su esposa. [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Pero cuando bajábamos de nuevo, se abría conmigo:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¿Crees que me importa que se case con Felipe o con otro? Pues no. Petra pide mi opinión por pedirla, pero pinto poco para ‘las de arriba’. ¿Qué es lo que espera Petra? ¿Qué se case con un señorito? ¡Anda fresca! La única persona de mérito que ha entrado en esta casa ha sido tú. Y tú nos dejarás. Y harás bien. ¿Y luego qué? Con Felipe o sin Felipe, la tienda se irá al carajo -hizo una breve pausa y adoptó una pose pensativa. Después, añadió-: mira, Alex, desde que me casé no he tenido un minuto de paz, y nunca he sido feliz, por eso ahora me divierte que ellas se peleen. Las tres son perturbadoras por igual.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Un mediodía, mientras almorzábamos el matrimonio, sus hijas y yo, Lupe miró a su madre y, amenazadora, le dijo:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Madre: o me dejas casarme con él o me voy a vivir con él! ¡Tú decides![/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Petra le dio un cachete. Después simuló desmayarse, cayendo al suelo y arrastrando tras sí el guarreado hule. Y con él, los platos a medio vaciar. Y entre todos esos desperdicios, mezcló su mar de confusiones.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]El día siguiente lo pasó entero jeremiqueando y quejándose de hipotéticos males que ‘la iban arrojar al hoyo’. Pero Lupe no se ablandó y le exigió una respuesta categórica, que Petra no tuvo más remedio que dar, salvando apenas un jirón de su autoridad. Le dijo, de forma cruda y aparentemente clara, pero sosegada:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Te sacramentarás, pero desde el momento en que botes de mi casa hacia la ermita, será para no volver más bajo mi manto. Ya os apañaréis tú y ese chulángano de verbena.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Tranquila, madre Calcuta. Mi novio es lo suficiente hombre como para no tener que mendigar protección a nadie -contestó.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Veva soltó su risita y, sin poderse evitar, las dos hermanas se enzarzaron en una agria lid verbal, que esa vez no terminó en golpes porque Lupe se sentía feliz por haberse impuesto su santa voluntad.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Aceptadas, pues, las condiciones de esta clase de armisticio, empezó a reinar en la casa una paz relativa, pero las tiranteces no disminuían. Bastaba una palabra, una alusión, para que el equilibrio desapareciese y cayera de nuevo la borrasca.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
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  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]A los dieciocho años acabé el Bachiller. Este acontecimiento y los que vinieron más tarde, marcaron una importante etapa en mi vida...[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Desde la lejanía, que no sé por qué ha de parecerme tan lejana, siendo relativamente próxima, me llena de estupor verme… [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Me das lástima y risa, pobre Alex. Eres un chico espigado, bien parecido, pero tus ojos miran de una forma insolente. Te hallas muy seguro de ti, te sientes pleno de fuerzas, y todo porque has pasado algunas crujías de hambre y frío y porque has terminado unos estudios. Ya sé que no ha sido fácil, que ha sido doloroso y triste no poder contemplar el cielo, el ver crecer las flores: gozar de la vida. Pero te engañas si por eso piensas que has sufrido y que puedes ver con seguridad tu futuro. Ahí te encuentras, Alex, trémulo de ansiedades, asomado apenas al umbral de la vida. Te sientes con un derecho que aún no sabes qué es, pero que ya te atreves a reivindicar: la felicidad. La sangre te salta en tus venas con un gozo y un sentimiento. Tienes las pupilas encendidas de ansiedad y el mundo se te ha quedado tan pequeño que a duras penas puedes contener la huella en tu piel. No te preocupes, no te voy a preguntar el motivo de esto. Aspiras a una vida mejor y te crees capaz de alcanzarla. Pero de ese mejor, apenas tienes conciencia, sólo sabes que es distinto. Y yo puedo decirte que no va a ser mejor. Pero es bueno soñar, y ahora quisiera dejarme llevar por tus sueños de la juventud. ¡Llévame de la mano, iluso muchacho! Tienes en tus manos el amuleto de la felicidad y lo estás ignorando. ¡Sueña! ¡Soñemos! ¡Lo necesitamos! Vamos a tropezar, pronto y juntos, de cara con el dolor. Recién terminaste el Bachiller y estás deseoso de iniciar una carrera. Serás médico. Lo deseas y crees que nada puede impedirlo. Serás un señor; tú, el hijo del marinero y 'la Franchuti', el peón de la fábrica de atún, el recadero de 'Chotis'. Te dirán señor doctor. No, si ya sé que no lo haces por figurar, que tú no eres vanidoso. Eres sencillo y te sientes así, y hasta ahora nada has hecho por lo que se pueda decir lo contrario. ¿Pero qué sabes tú de la vida? Eres tan bisoño que da ira ver tu cara erguida. ¿Qué sabes tú? Vas a conducirte como un rufián y lo estás ignorando. Resulta triste verte. Te ves con fuerza. ¡Mentira! ¡Mentira cochina! Las fuerzas se volverán contra ti. ¿Y para qué han de servirte si no puedes vencerte a ti mismo? ¡Respóndeme! ¡¿Para qué?! ¡No, no sujetes mi mano! ¡Déjame! ¡Quédate tú ahí con tus dieciocho años en flor, con tu aureola de ensueños!’.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]La buena nueva que recibí por entonces era que mi situación en 'Chotis' había cambiado nuevamente. Y esta vez de una manera sorprendente.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Don
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Isidro y don Teodoro me acompañaron a recoger la papeleta de mi último examen. Apenas cerramos la tienda, nos fuimos en busca de mi profesor, y luego los tres nos encaminamos hacia el Instituto. Cuando llegamos, pudimos ver que todavía no habían terminado los recuentos, por lo que debimos esperar una hora y pico. Me hallaba aturdido entre una marabunta de estudiantes, que atestaba el vestíbulo. [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Por fin, un bedel apareció con papeles sobre una bandeja. Era un vejete feliz. Sonreía mientras a punto estaba de caerle encima una masa humana. Oí mi nombre y me abrí paso entre el gentío. Después regresé junto a mis bienhechores, llevando en alto mis notas, con aire triunfal, cual antorcha. Don Isidro me las arrebató y él y el profesor me abrazaron, y, empero, no me emocioné. Mi entusiasmo se volvió deleznable cual pompa de jabón. Me sentía cerrado. Había sufrido en mis años estudiantiles, y en ese justo instante parecía como si un espíritu maligno estuviese riéndose y machacándome con esos: ‘¡esto es todo, Alex! ¡Esto es todo, Alex! ¡Esto es todo, Alex...!'.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Llegarás adonde yo no pude –dijo mi profesor, de pronto-. Tienes carácter, muchacho. Me percaté de ello apenas te conocí –añadió.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]Salimos hacia la calle y empezamos a caminar, sin rumbo fijo. Atrás quedó el Instituto, envuelto en una tremolina de risas, llantos, gritos…[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Es aún pronto para regresar –dijo, de pronto, Don Isidro-. Os propongo un paseo. ¿Te gustaría celebrarlo? ¿Echar un traguito? –me preguntó, mirándome.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____No –respondí, secamente.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Como quieras –me miró, frunciendo los párpados.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    E
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]staban felices y tenían ganas de celebración, pero se limitaban a hablar, y hablaban alegres. Se dirigían a mí, pero les respondía escueto, sin prestar atención, sin siquiera saber qué me habían preguntado. No se percataban, sobre todo Don Teodoro, que era un orador terrible, de esos que no escuchan a nadie y que sólo hablan de sí mismos. Oía su voz: ‘yo… yo… yo…’. Un sonsonete monótono, sin una nota más alta que la otra. Adormecedor.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    editado mayo 2016
    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Estábamos ya a finales de junio. Había un cielo indeciso, pero enseguida reventó en estrellas. Me sentía conmovido, sin saber por qué. ‘Ahí está mi cielo’, pensé. En ese instante cruzamos la Gran Vía. No sabía cómo habíamos llegado allí. El trasiego de gente era grande. El bullicio me llegaba, aturdiéndome. Pero en esta ocasión no me sentí, como en otras, desplazado. ‘Este es mi mundo’, pensé de nuevo y me dio alegría pensar eso. Nunca había sentido desapego por mi pueblo, ni tampoco por la gente de la clase baja, pero mi afán por cambiar de ambiente no debía tener más origen que un refinamiento en cuestión de higiene, de olfato, y acaso, acaso, de índole intelectual.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Los tres l
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]legamos a Lavapiés alrededor de las diez de la noche. Nos despedimos de don Teodoro, que nos había acompañado hasta la puerta de la tienda. Después, Don Isidro me precedía mientras subíamos hasta el piso.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    Una vez
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif] en el salón, Don Isidro anunció a su familia, con una voz excesivamente triunfal: [/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡¡Petra, Lupe, Veva!!... !!Ante ustedes tenéis a un nuevo bachiller!![/FONT]


    [FONT=Eras Medium ITC, serif]La esposa del tendero nos envolvió en una mirada de desprecio. Después, dijo:[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]

    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Ni que este pibe fuera de tu misma roja.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Bueno, lleva ya muchos años con nosotros y es natural que se le tenga cariño –dijo Veva, fulminando a su madre, y añadió-: con su Bachillerato terminado ha ratificado lo que decía papá. Además, todos, incluida la criada, estamos orgullosos de haberle dado nuestra protección.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____Papá es probable, pero tú… Este fervor y este entusiasmo tan súbito por Alex, es extraño. Ignoro lo que mamá y tú habéis estado tramando, pero, desde luego, afortunadamente para el propio Alex, no es tan tonto como habíais pensado –replicó Lupe, con acritud, pero en mi defensa.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]____¡Y a ti qué leche te importa! ¡Mira la que va a hablar! ¡Para ti el mundo se reduce a ese desecho que te he dejado! –respondió Veva.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
    [/FONT]

    [FONT=Eras Medium ITC, serif]Y en esa ocasión, sí llegaron a las manos, siendo separadas por su padre. Entonces yo aproveché el alboroto para escabullirme. Detestaba con todas mis fuerzas esas peleas barriobajeras. Pero antes de cruzar el umbral me detuvo un grito, que ya me era asquerosamente familiar, la voz de Petra.[/FONT][FONT=Eras Medium ITC, serif]
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