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Mi primer relato

Sonia79Sonia79 Anónimo s.XI
editado marzo 2016 en Erótica
Buenas, os voy a contar poco que me sucedio con mi ginecologo. ( podria ser verdad o ficticio.. pero os cuento ;-)

Dos meses despues de que me habrían operado de la matriz me toco ir al ginecologo para que me hiciera una revision para ver tanto marchaba todo.

Mi tocólogo, me parecía un hombre atrayente y para mi era un hombre asaz atractivo, actualmente que se cuidaba muchisimo y todo ello sumado a la relación de toda mujer con su ginecólogo que es individual al ser un hombre que conoce todas nuestras intimidades, ciervo el cual nos desnudamos periódicamente sometiéndonos a una indagación que es la más íntima de todas. Bastantes veces había fantaseado con que en una de sus revisiones acabábamos follando duro en la clínica.

Una mañana le llame para que me diera cita, actualmente que me urgía que me diese cita para en qué grado precedentemente, asi que me dio cita para ultima instante del dia.

Llegue a la dictamen, solo había una mujer esperando delante mía así que yo era la ultima, al cabo de un momento de alojarse sola esperando ahora que la mujer que estaba primeramente que yo hoy había entrado, llegó la matrona y me dijo que podía pasar.

Entre en la opinión del doctor, me gesto y me pregunto que cómo estaba, si sentía alguna molestia, una vez que le respondi a todo, le colgante:

“Juan, queria consultarte otra entidad”

“Dime, corazon” -me respondio él

“Veras, soy una mujer a la que le encanta el sexualidad y los juegos sexuales, mi marido y yo somos muy abiertos sexualmente por lo que contemplamos los intercambios de doble, también, los dos nos hemos dado libertad para practicar partes con otros y entrambos lo hacemos regularmente. Mi cuestión es si el ser promiscua sexualmente hablando me puede fastidiar en alguno sentido, teniendo en cuenta la operación que me has hecho”

Él me contestó:

“No principalmente, el mantener relaciones con diferentes hombres mas que nada tiene riesgos de inficionamiento enfermedades de transmisión sensual, pero ausencia que ver con la operacion”

Yo le volvi a demandar:

Vamos que por ejemplo si tu y yo… ya sabes, no habría problemas, solo el riesgo de que propria contagiarme en el incidente que tu tuvieses alguna arrechucho.

Mientras me iba contestando, observé que mi idea había dado producto, primero por su mirada, luego me observaba con un interés mucho más sexualmente abierto que el que había empleado nunca y igualmente, por el bulto que se iba formando en su entrepierna.

“Exacto, Yo conozco amigos míos que se dedican a los intercambios de doble, si quieres te los presento”

“No, Juan, no hace falta, a mi lo que me interesa es conocer a algun hombre cercano, incluso hacer un trio”.

Yo esperaba que al decirle lo primero se diera por enterado y tuviera alguna reacción, lo que sucedió.

“Anda ve a la sala de al lado y vete desnudando para hacerte la revision”

Pasé a la sala de al lado y empece a desnudarme, me quite el pantalon y luego baje mis calzón, me quede solo en camiseta.

Entro y me dijo que me quitara todo, yo en un principio me quede un carente dubitativa, pero no tarde carencia en desnudarme.

Me tumbe en la litera y abri mis piernas, el me miro, de repentinamente note que me echaba pellizco a mi vagina y empezaba a acariciarme mi clitoris, estaba sintiendo mucho placer, soltaba algun quejido mientras en me masajeaba ahi debajo.

Yo queria que me penetrara alla mismo, el hecho de que pudiera entrar la matrona y nos pillara alli incluso me ponia mas cachonda.

Mientras seguía tocándome la vagina y el pecho, le empecé a soltar la botonadura y en el momento que le hube sacado su gallina de la prisión que la retenía, le joya que se desnudara mientras me agachaba y me metí su tiesa chica en la boca, subiendo y bajando con mi boca por todo su recorrido y apretando a través de el paladar y la lengua su cabrito que a esas alturas estaba colorado de sangre y duro tanto el brillante. Mientras yo se la mamaba, él se empezó a desnudar, quitándose la chaquetón blanca, de médico que llevaba y en el tiempo que se hubo desabrochado el pantalón, dejé su gallina libre de mi boca y saliendo al despacho me tumbé en el diván mientras le decía:
“Date diligencia y fóllame, que te estoy deseando”

Tumbada le contemplé en el momento que venía hacia mi, desnudo, con su moza tiesa y dura delante de él, mojándome no obstante más al ver esa pene y saber que en pocos ayudante iba a estar dentro de mi, penetrándome, dándome placer, follándome y follándomela.

Se tumbó sobre mí, y su pene me penetró desprovisto ningún problema ni espera, luego mi vagina estaba empapada de jugos y abierta, esperándole y su muchacha estaba también bien húmeda y lubricada de mi baba. Sentía su pene dentro de mí, atravesándome, follándome, entrando hasta el fondo de mi coño y saliendo aproximadamente inclusive la entrada para volver a hundirse en mis entrañas, en un vaivén maravilloso que me proporcionaba un placer inenarrable.

Cuando empecé a lamentarse de gusto, su boca, que hasta entonces se había empleado a chupar uno de mis pezones, tapó mi boca, mientras su lengua penetraba mi boca igual que su gallina penetraba mi coño y su mano derecha me agarraba un pezón acariciándomelo entre sus gordo.

Me corrí aproximadamente de consternación, el espasmo me llegó escaso avisar, entusiasmado, fuerte, haciéndo que cerrara los músculos de mi vagina para detener la muchacha que me daba tanto placer, lo que provocó su convulsión que hizo que el mío se prolongara más al sentir su cuajada derramarse adentro de mi, llenándome con su calor espeso.

Me encanta sentir el espasmo de los hombres adentro de mí, sentir su cuajo caliente y espesa golpear el fondo de mi coño cuando sale a borbotones. Cuando sentí que su chica escapaba poco a escaso de mi interior al volver a su volumen corriente en estado de flaccidez, me incorporé y colocándome en medio de sus piernas, me introduje su polla en mi boca, mamándosela y apretando suavemente sus cojones hasta que su ariete volvió a tener la dureza y grosor que me gustaban para volver a penetrarme,colocándome a horcajadas sobre él y bajando fui introduciéndome su glande hasta sentarme encima de él, siendo yo, entonces, la que subía y bajaba sobre él, sintiendo su pene entrar y salir de mi matriz mientras le decía que me encantaba sentir su chica adentro de mí, follándome, que me acariciara y apretara los pechos, lo que le excitaba aún más, inclusive que volvimos a llegar al culminación simultáneamente.

Descansamos un carente uno en brazos del tercero y al levantarnos le dije que ahora le avisaría para hacer el triunvirato con mi marido, y que con independencia de ello, perpetuamente que viniera a su clínica podríamos reincidir la experiencia de ahora.

FIN.

espero os haya gustado, y comentarlo

besines!

Comentarios

  • Oliver TinoOliver Tino Pedro Abad s.XII
    editado marzo 2016
    Muy interesante para ser tu primer relato (¿el primero que escribís o el primero que publicás aquí?). Yo, por lo pronto, hubiera aprovechado para titularlo, ese espacio paratextual puede sugerir mucho a quien todavía no empezó a leer. Yo pensaría algo con la palabra "tocólogo", me parece muy ingeniosa y sugerente para describir la profesión de ginecólogo.
  • Te felicito, si es la primera vez que escribes un relato erótico sin duda tienes mucha madera para esto.... Ahora que está tan de moda eso del incesto, te invito a que hagas un relato sobre esta temática, seguro que tendrás muchos adeptos ;D...
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