¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

¿Quién eres?

LowenaLowena Pedro Abad s.XII
editado mayo 2015 en Erótica
-¿Quién eres?

Pregunto en la oscuridad. No hay respuesta.

-¿Quién eres?

-¿Quién quieres que sea?

…Me giro, pero no veo nada. Siento su presencia.

-Dime, ¿Quién quieres que sea?

-… em … no lo sé. ¿Quién crees que quiero que seas?

Silencio. Noto su respiración detrás de mí. Me giro, pero no puedo tocarle. Todo está muy oscuro.

-¿Qué sientes?

-¿Qué?

-¿Que qué sientes ahora mismo?

-No lo sé… ¿dónde estás? No puedo verte.

Más silencio, más oscuridad. Una mano roza mi espalda. Me giro de nuevo, pero no alcanzo a tocarle.

-¿Quién eres? – pregunto con ímpetu, con exigencia.

-Dímelo tú. Tú me has traído.

-¿Yo? Pero… ¿dónde estamos? Y ¿quién coño eres?

Me sujeta con fuerza por detrás. Me coge de las manos. Retira el pelo de mi cuello. Lo acaricia y, de repente, todo da vueltas. Un torbellino de sensaciones recorre mi cuerpo. Comienza a besarme y es peor que una tortura china. Baja lentamente por mi columna vertebral y soy incapaz de moverme.

-¿Quién eres?

No obtengo respuesta, y con la respiración entrecortada, un giró más y esta vez estoy contra la pared. Siento su cuerpo contra mi cuerpo, su cara contra la mía, y sigo sin ver nada. Me acaricia la mejilla y su contacto parece incendiar cada centímetro de mi piel.

Le toco. Al fin. Le toco. Es fuerte, alto y rápido. Sin darme cuenta estoy tumbada en una cama. Me quita la camiseta. Suspira. Dos segundos más tarde, su dedo índice se pasea entre mis pechos. De nuevo ese fuego que abrasa. No puedo ni hablar. Mi calentón es evidente y parece divertirle. Suelta una pequeña risa y… desaparece.

-¿Pero qué demonios…? ¿Dónde estás? – me levanto de la cama a ciegas y tropiezo con él. Me levanta en brazos y me besa como si no hubiera mañana. Me sujeta con fuerza, con fiereza. Una mesa. Me sienta en una mesa. Me quita el short y de repente parece estar degustando la comida de la última cena.
Madre mía creo morir. Este tío juega en otra liga. Se mueve como pez en el agua. Toca en el sitio exacto en el momento justo. Y justo cuando estoy a punto de llegar al orgasmo se detiene. Desaparece.

-¿Qué? ¿Será una broma no?- y a penas terminar la frase, me tumba hacia atrás, se abalanza sobre mí y devora mi boca. Una mano sujeta mi cabeza y la otra baja hasta la octava base. De nuevo comienza el juego. Recorro su espalda. Menuda espalda. Llego a su culo, duro y prieto. Estaría tocándolo todo el día. Consigo colarme en su entrepierna y... cumple con el pronóstico. Bien dotado sí señor. De nuevo comienzo a perder el sentido y… otra vez un orgasmo a medias… será capullo. Y sin tiempo de rechistar, me penetra con fuerza. Una y otra vez. Una y otra vez. No pares, por dios no pares, grito para mis adentros.

Mi espalda se arquea pidiendo más. Nota mi exigencia y me sujeta con más fuerza. El ritmo aumenta. Nuestras respiraciones galopan cual caballo salvaje. No lo puedo evitar. Mis uñas se clavan en su espalda sin control. Gruñe. Le gusta. Aprieto y su posesión aumenta. De nuevo una llamarada lo incendia todo y estallo en mil pedazos….
… … …

Poco a poco vamos recuperando el aliento. Poco a poco voy recuperando el sentido.

-¿Quién eres?- repito sin la esperanza de hallar respuesta.

-Soy un sueño.

-¿…Qué?

Abro los ojos de par en par. De repente hay luz. Estoy sentada en mi cama bañada en sudor. No… No puede ser. Miro el reloj. Las 03:28 horas. Venga ya. ¿Un sueño? No jodas…
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com