¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Conversación de fondo en el óvulo fecundado

LegendarioLegendario Fernando de Rojas s.XV
editado febrero 2015 en Otros
“Si me dejas participar, él será campeón olímpico”, gritaba desesperado un gen musculoso que se veía inseguro. “Te juro que será excelente deportista, muy fuerte y rápido”, insistía.

Otro, más atrás, decía: “Sí, ganará muchas medallas, pero será calvo y morirá joven de diabetes. En cambio, conmigo tendrá mucho pelo, será bien parecido y hábil para el comercio.”

“Nada, nada”, gritó un tercero. “Tú lo harás propenso al colesterol y al infarto. Yo en cambio le ofrezco mucha inteligencia. Conmigo podrá ganar un premio Nobel.”

“Pero sacará una nariz larga y torcida. Será muy feo y difícilmente logrará casarse. No tendrá descendencia. En cambio yo ofrezco talento para la pintura y la escultura. Podrá ser famoso con poco esfuerzo.”, dijo un gen que estaba al fondo del óvulo.

“Además de ser pintor y escultor, será negro y sufrirá de discriminaciones que lo harán fracasar y tal vez suicidarse”, gritó un gen muy rubio con pinta de presumido. “Mi raza sajona es muy apreciada entre los humanos.”

“Ja, ja”, rió fuerte un gen con ojos rasgados: la raza superior rubia, pero con obesidad es lo que ofreces. En cambio, mis facciones orientales estarán de moda cuando él sea adulto. Será bien aceptado en todo el mundo.”

Hasta atrás, recargado en un cromosoma, un gen regordete con hoyos en las mejillas, permanecía callado, sintiendo que poco tenía que ofrecer al niño por concebir ante tanta propuesta espectacular. Como sea, sonreía constantemente y apreciaba mucho a sus compañeros.

Al acabar la sesión, el responsable Azar, quien había convocado a esa complicada discusión en el óvulo fecundado, tomó su difícil decisión y seleccionó a los genes que consideró apropiados.

Nueve meses después nació un niño hermoso, sonriente y gordito, con hoyos en los cachetes. Sus padres enseguida notaron que era particularmente amoroso y le devolvieron mucho cariño.

Nunca fue relevante ni guapo ni musculoso ni rico, pero llevó la vida en paz y murió muchos años después, rodeado de mucha gente que lo había amado y apreciado en la vida, por su alegría, su enorme afectuosidad y su innegable bondad.
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com