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Wendy Williams (por Carlos Serrano)

CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
editado febrero 2015 en Narrativa
WENDY WILLIAMS

"El verdadero problema de las mujeres es que siempre deben seguir adelante en su intento de adaptarse a las teorías de los hombres sobre las mujeres." D.H. Lawrence.

"El problema de los hombres son los hombres. El problema de las mujeres son los hombres." Erica Jong.



La mirada azul y la piel nórdica. El cabello corto y rubio (tal como debía yo imaginar el vello de su pubis). Leía una novela de Erica Jong y se mordía el labio inferior. Y aunque cruzó sus ojos con los míos no me prestó atención. Había perdido a su perrita y su viejo coche ya no arrancaba. Lucía un pantalón corto (justo hasta por encima de la rodilla) y unas piernas flacas y pálidas. Camisa a cuadros, chaqueta deportiva con capucha y zapatillas de deporte grises y sucias. Calcetines blancos. No parecía tener mucho pecho y aún no había llegado a los treinta años. Y yo estaba allí, observándola (sin poder apartar la mirada).

Te invito a un refresco (¿Por qué no?), venga, aquí al lado. Ella sonríe como un chico adolescente ante un viejo degenerado pero acepta mi invitación. Nos tomamos los refrescos y ella se aplica un bocadillo de chorizo de cantimpalo (que también pago yo) y lo devora coquetamente.

Tiene la mirada profunda, tan profunda que apenas se ve. Los labios finos. La nariz breve y afilada. Tiene aún mucho de niña, salvo los ojos. Las manos escasean entre sus dedos finos y cremosos. De vez en cuando tengo el privilegio de que me mira como observándome. Ella es la chica rubia en apuros. Joven y en apuros. Me temo que piensa que estoy interesado en lo que los hombres siempre están interesados.

Se llama Wendy, Wendy Williams. Es Norteamericana y habla español con cierta gracia (esa gracia de haber pasado bastante tiempo entre nosotros). Se quiere marchar a su país. Volver a casa. Pero no tiene dinero, ni puede vender el coche, ni siquiera le queda el consuelo de su perrita (que dice que se llama Lucy). Dice que dormía en el coche, que tenía algo de dinero ahorrado (que ha tenido que gastar), que en casa le espera un trabajo. No habla de novio ni de hombres (tampoco de mujeres). Veo sus dientes como de leche. Imagino mi lengua recorriéndolos con ese olor siempre lujurioso que tiene la saliva humana. Puedo imaginar cada parte de su cuerpo que ahora no puedo ver y supongo que estaré eqiuvocado en casi todo.

Wendy, nombre de princesa de cuento, de fulana cara, de niña perdida.

Se viene a casa. Se ducha, se duerme en la cama. ha dejado los calcetines blancos dentro de las zapatillas sucias. Su ropa hace un extraño ruido en mi lavadora. Yo hojeo la novela de Erica Jong mientras ella suspira en sueños. Se asoma uno de sus pies desnudos por el borde de la cama. Contemplo fascinado la sonrosada carne del talón. Tiene los pies como una niña nórdica. Babea en mi almohada con la boca medio abierta. El pelo desordenado. El olor a jabón, champú y aliento joven llegan hasta mí. Pienso en lo delicioso que sería chupar sus pequeñas tetas, acariciar su pubis, morder sus nalgas, meter los dedos de dus pies en mi boca. Lo que todos los hombres pensamos (y casi nunca hacemos).

Hace rato que ha amanecido. Apenas he dormido. Wendy, perezosa, remolonea en la cama. Abre los ojos y confusa me sonríe misteriosamente. Nos levantamos, por fin, y desayunamos. Le doy un sobre con dinero. Podrá volver a casa. No ha rechazado el dinero, tampoco lo ha agradecido. Se lo ha guardado y luego ha sonreído.

¿No es verdad que esperabas algo? Tal vez "gracias", tal vez "eres un encanto" o quizá que ella te la chupara mientras te miraba a los ojos (¿qué hombre no lo hubiera pensado?). Pero no, te largas como si te lo merecieras todo. Te vas sin apenas despedirte. No he sacado nada de todo esto salvo sentirme, por unas horas, menos solo.

Estoy sentado junto al río, observando otro crepúsculo a solas. Pensando que Wendy Williams ya estará en un avión de regreso a casa. Y de ella lo que más recuerdo es el tono sonrosado de sus talones. Y la mirada, esa mirada profunda. ¿Quién era Wendy Williams?

El resto de mujeres de mi vida lo tendrán difícil. No sé si Wendy era una princesa, una fulana o una niña. Será siempre un misterio en la distancia. Una chica pura y enigmática. La chica que no podrá decepcionar y que no envejecerá. La chica inalcanzable. Lo que uno nunca podrá tener. Por eso será la más deseada y añorada. Wendy Williams.



NOTA DEL AUTOR:

Hacía tiempo que quería escribir esta historia pero hasta ayer que empecé a leer la novela Miedo a Volar de Erica Jong (algo así como la versión femenina de Henry Miller:D) no me animé. Creo que es un relato muy desde el punto de vista masculino. :rolleyes: Y lamento utilizar un par de veces el término pubis que siempre me pareció muy cursi. Pero eso le pegaba más a Wendy.:D

Comentarios

  • SkarletSkarlet Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado febrero 2015
    Muy bueno, como siempre,
    pero yo pienso, humildemente, que el problema de los hombres son las mujeres, y tu relato lo demuestra, ;)
    un saludo.
  • CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
    editado febrero 2015
    Skarlet escribió : »
    Muy bueno, como siempre,
    pero yo pienso, humildemente, que el problema de los hombres son las mujeres, y tu relato lo demuestra, ;)
    un saludo.

    Gracias. Yo creo que como decía Henry Miller el problema es conseguir mujeres (y más aún solteras, que parece que no existen:D) Loquillo y los Trogloditas editaron un disco con el título Mis Problemas con las Mujeres, que gran título (aunque el mejor que editaron era ese de Morir en Primavera, para mi gusto):rolleyes:
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado febrero 2015
    Ahi quedaste como el perro de las dos tortas:):D
  • odmaldiodmaldi Fray Luis de León XVI
    editado febrero 2015
    Leí Wendy Williams y pensé que hablabas de esta diosa


    anigif_enhanced-29611-1411766601-1.gif
  • CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
    editado febrero 2015
    odmaldi escribió : »
    Leí Wendy Williams y pensé que hablabas de esta diosa


    anigif_enhanced-29611-1411766601-1.gif

    jajaja...ay, cuanto te he echado de menos, Odmaldi!:rolleyes2: Un honor que te pases por mi relato. Pues no, no es esa. ¿Aunque sería peor Wendy Carlos? No sé...:rolleyes::D

    Espero que no te esfumes como hicieron Francesca, Suina, Bar Imperio y tantos otros...que han dejado el foro un poco menos movidito, en mi opinión.:rolleyes:
  • XocasXocas Pedro Abad s.XII
    editado febrero 2015
    A veces creo que son las cosas poco habituales, o el hecho de realizarlas de la manera menos acostumbrada, lo que de verdad nos endulza la vida. Como en este caso lo es el hecho de obviar lo que sobrevuela cada linea del texto: el sexo. Algo muy masculino, iba a decir, aunque quizás es también muy femenino, ahora que lo pienso. ¡Sólo que ellas siempre lo entienden de otra manera! :D
    Esta vez me voy a permitir una pequeña aportación que no sé si llega a ser crítica. Si elimino los dos últimos párrafos no me falta nada. ;)

    Un abrazo
  • CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
    editado febrero 2015
    Xocas escribió : »
    A veces creo que son las cosas poco habituales, o el hecho de realizarlas de la manera menos acostumbrada, lo que de verdad nos endulza la vida. Como en este caso lo es el hecho de obviar lo que sobrevuela cada linea del texto: el sexo. Algo muy masculino, iba a decir, aunque quizás es también muy femenino, ahora que lo pienso. ¡Sólo que ellas siempre lo entienden de otra manera! :D
    Esta vez me voy a permitir una pequeña aportación que no sé si llega a ser crítica. Si elimino los dos últimos párrafos no me falta nada. ;)

    Un abrazo


    Pues creo que tienes razón, quitando los últimos dos párrafos creo que queda mejor el relato. me lo pensaré y veré si al final lo podo de esa manera para mi blog:D Muchas gracias por el comentario.

    Obviamente creo que tanto hombres como mujeres piensan muchísimo en el sexo. Pero claro, yo casi siempre tendré que aportar mi visión que inevitablemente es masculina. Pero por experiencia he conocido a mujeres que estaban tan obsesionadas con el sexo como yo.:D Los estereotipos sexuales han hecho siempre mucho daño:rolleyes:
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