LA POLÍTICA DE LA TERNURA
"No soy pesimista...es que he pensado más que otra personas" me susurra Elena con una sonrisa mefistofélica. Y se sienta junto a mí para abandonar las sandalias y poner sobre mi regazo sus pies desnudos y delicados, blancos como lirios y azucenas, tibios como el beso de un hermano. Ella piensa que ha sido mi primer amor pero se equivoca...ha sido el único.
Elena, primita mía, que me sedujo con caricias incestuosas a sus tiernos trece años (que eran mis ardientes y fantasiosos trece años) pero es ahora, rozando los treinta, cuando hemos acordado una política de ternura. Y es que no teníamos nada mejor que hacer que plantar juntos un jardín japonés lleno de crisantemos, nenúfares y libélulas azules. Un hogar para las ternuras, las caricias, los besos y un no sé qué en las miradas que nos hacía sonreir con la picardía de cuando éramos unos niños (aquella época en que todo era más grande e infinito).
La mirada cruda y bonita de Elena me escruta mientras mueve lentamente los pies sobre mi regazo. Como a todas las rubias una camiseta negra le sienta de fábula y entre los pequeños pechos pubescentes se lee su lema favorito (en letras blancas): "Sapere Aude" ("Atrévete a Saber").
Su sonrisa es, ahora, la de la niña juguetona, la que me reclama como un territorio invadido. Mi carne es suya, su carne es mía. Debemos mordernos y asegurarnos de que estamos despiertos, de que duele porque estás conmigo. Porque solo tu boca, y mi boca, tienen permiso para herirnos.
Menorca (y el Sol, y la brisa) está esperándonos. Que esperen. Que se cansen. Que aguanten. Quiero llenarme la boca con tu carne, mi carne con tu boca. Las lenguas que se arrastran arrastrando un deseo paciente, controlado. Tú y yo sabemos que lo bueno se hace esperar y que un beso tierno, húmedo, con ese ruido como de chapoteo, aviva ese carbúnculo tuyo que tú quieres que yo llegue a encontrar. Y cuando lo encuentro lo lleno de ternura que es como un llenar sin llenar, que hace que tus pies lancen requiebros mientras tus tobillos se retuercen y tus muslos se tensan entre mis manos aferrantes.
Y vencida, derrotada, te abres a mí como flor de jazmín a las noches de Mayo, como abrazo a una madre llorando, como tú siempre te dejas caer henchida de un deseo que solo yo he sabido prender con la chispa adecuada. Conozco yo mejor que tú tu cuerpo. Someto cada pliegue a la tiranía del Deseo y cuando crees que ya no puedes más sientes como te rompes por dentro, como cuando de niña te hacía cosquillas y tu gritabas que parase porque creías morir de risa...
Quién te va a querer como yo, primita mía, quién te hará tanto bien. Quién ha escondido en lo más hondo de tus entrañas el ángel que un día te dará la más profunda de las alegrías.
Dicen que el Amor es pura herida y dicen que cuando alguien es pura herida curarse es matarlo...
NOTA DEL AUTOR
Para este fin de semana pasado tenía varios argumentos para escribir vrios relatos (y de paso iba a terminar por fin la biografía sobre Ortega y Gasset) pero llegó mi sobrinita de 4 años con la tablet que le han regalado los Reyes y ya no pude hacer nada más que jugar con mi niña y mimarla. Eso sí, me sentí muy viejo y con pezuñas en vez de manos cuando la niña tuvo que explicarme como se usa la tablet...madre mía, que torpe estoy!
Y bueno tras repasar varias veces el relato no me quedo contento y lo dejo ya así. Es tremendamente imperfecto pero me encanta. Ya lo dećia Cortázar: insiste en tus errores pues son tu personalidad.:D
Comentarios
Yo solo he pasado por ahí una vez y media:D
Por cierto... las primas cuentan? Yo pensaba que eran sólo los familiares en primer grado. Lo mismo estoy empecatao...
Buenas letras!
Me encanta que me roben, sobre todo si son flores:D Anda que no he robado yo ni ná:D A ti te robo la inspiración cuando hace falta:rolleyes2:
Mi hermano dice que es un ejercicio masturbatorio...y tiene razón:D Lo de las primas hermanas siempre ha sido considerado incesto. Vamos, cuando yo me lié con una en mi familia saltó el escándalo...y aun no se han recuperado:D:rolleyes: A veces negamos la muerte así que fijate si negamos el final de las cosas. Pero normal, ¿es que acaso se podría vivir teniendo siempre presente que todo tiene un final (como dice la canción)?:rolleyes:
me encanta es pícara sensibilidad con que escribes,
Me gusta el adjetivo de pícaro...mola más que el de adolescente hiperhormonado como una vez describieron mis textos (o mejor dicho a mí):D