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Nunca te olvidare Recuerdos

Arabella SwannArabella Swann Anónimo s.XI
editado marzo 2014 en Romántica
Hola, esta es mi segunda historia y la he empezado a escribir hace poco, tiene una trama bastante interesante, en donde podeis indetificaros con las dos historias principales, espero que tambien les pueda gustar, saludos.
Sinopsis
Tristan y Pepa son una pareja que esta destinada a ser feliz, sin embargo el pasado de un familiar y la rivalidad de familias, causara que no solo nuestros protagonistas, si no tambien dos pequeños inocentes destinados a amarse, tengan que luchar por su felicidad, en medio del amor, la amistad, la envidia y la ambicion.

Comentarios

  • Arabella SwannArabella Swann Anónimo s.XI
    editado marzo 2014
    1 Recuerdos
    La hacienda de las azucenas era la propiedad mas rica de toda la comarca, de hecho todo el mundo envidiaba la prosperidad de los Ulloa Montenegro, aunque si hubieran conocido su historia, quizas esa envidia podia disminuir, Raimundo Ulloa se habia casado con la hija de un propietario que habia caido en la ruina, Francisca Montenegro, una mujer que se habia convertido en toda su felicidad, aunque ella no hiciera intentos para merecerla, ambos tuvieron a dos hijos, Tristan y Soledad, la menor de los hermanos tuvo un romance fugaz con Juan Castañeda, un jornalero, que se vio obligado a ir al ejercito, dejando a su amada embarazada, destrozada por el abandono, Soledad deja a su recien nacido, Gonzalo, bajo la custodia de su hermano Tristan, quien lo cria como si se tratara de su propio hijo, sin embargo la repentina aparicion de Leonardo Montenegro sobrino de los Ulloa, provoca una tragedia, la noche anterior al bautizo de Gonzalo, tiene una terrible disputa, con el pretencioso Severiano Castañeda, quien deja viuda a su esposa Emilia Martinez, quien se casa con Alfonso, y descubre al poco tiempo que esta embarazada, el secreto de aquella tragedia lo saben unos pocos y es mejor que se mantenga asi.
    Han pasado diez años desde lo sucedido, Tristan Ulloa ha dedicado su vida al pequeño Gonzalo, y su madre no ha conseguido que se casara, el joven no se ha visto interesado en el amor, mientras que su padre ha decidido viajar por el mundo, queriendo de alguna manera poder olvidar todos aquellos recuerdos.
    _ Tristan, mañana me ire a America.
    _ ¿Y no cambiara de parecer?
    _ No, y creo que es lo mas adecuado, el matrimonio con tu madre cada dia esta mas resquebrajado, apenas y nos sentamos en el comedor.
    _ Madre, deberia ser mas comprensiva con usted.
    _ Deberia serlo con todos, sobre todo con mi nieto.
    _ El pequeño Gonzalo, es una bendicion en mi vida.
    _ Francisca tiene razon, en que deberias enamorarte.
    _ En realidad quiere que me enamore de alguna rica.
    _ Jamas dejes de luchar por tus ideales.
    _ Si alguna vez encuentro el amor, no lo dejare escapar.
    Alfonso y Emilia Castañeda se habian casado y ahora tenian a la dulce Maria, aquella niña era la dicha que el matrimonio queria tener, sin embargo intentaban tener el mayor cuidado posible, para que la niña no supiera la terrible tragedia que habia sucedido antes de que viniera al mundo, ellos tenian una hosteria en la cual le brindaban hospedaje a todos los interesados, mientras que Maria siempre iba contenta a la hacienda de las azucenas, en donde la matrona de las cocineras, Rosario siempre le obsequiaba un pedazo de pastel, hasta el momento nadie se habia percatado de la presencia de la niña, mas que la amable Rosario, quien le acariciaba los cabellos y la mimaba tiernamente, Rosario habia perdido a sus hijos y se encariñada con los demas.
    _ Aquí tienes el pedazo de pastel. _ Le dijo acercandose a Maria.
    _ Gracias, esta delicioso. ¿Por qué estas triste?
    _ No es nada, dame un abrazo.
    _ Claro que si.
    _ Te quiero tanto, mi pequeño tesoro.
    Mientras dejamos algunos momentos nuestra historia en Puente Viejo, dirijamonos a San Felipe, un pueblito que queda al sur de Sevilla, en su plaza mas importante, aunque debemos decir que era la unica, podemos ver a una muchacha joven, de preciosos cabellos castaños y una mirada encantadora, su nombre es Pepa Castro, quien tenia tomada de sus manos a su hija Aurora, una pequeña criatura de unos siete años, que era la luz de sus ojos.
    Pepa Castro era la hija de una familia modesta y honorable de San Felipe, era una muchacha demasiado despierta, y entusiasta, especialmente cuando se trataba de defender las injusticias, su padre Salvador Castro, la habia obligado a casarse con un hombre que no amaba, para salvar a su familia de la ruina, y tambien para que pudiera darle un padre a su hija, porque el hombre que le habia dado la vida a Aurora, habia desaparecido en extrañas circunstancias, el matrimonio forzado fue un fracaso, y Olmo Mesia, el hombre que habia sido destinado por don Salvador, no quiso tomar responsabilidades ajenas y se alejo de sus vidas, aunque tambien habia dejado unas terribles deuidas de juego, las mismas que don Salvador se habia visto obligado a pagar.
    _ ¿Cuándo nos iremos de aquí? Le pregunto la pequeña Aurora.
    _ Mañana, mi tesoro.
    _ El abuelo es muy malo.
    _ No digas eso, solo tiene un carácter dificil.
    _ Pues yo quiero quedarme siempre contigo.
    Aurora recibio el tierno abrazo de su madre, quien el dia anterior habia comprado dos pasajes para la diligencia del dia siguiente, su mejor amiga le habia dicho que viniera a visitarla, y que habia un puesto de institutriz, que bien podia ser suyo, Pepa habia visto una nueva oportunidad, aunque su padre habia intentado tenerla bajo sus dominios, porque esperaba casarla con otro.
    _ Tenemos que irnos para conseguir una nueva vida.
    _ ¿Me vais a despertar temprano?
    _ Claro que si, princesa.
    Pepa y su hija habian pasado la ultima noche en casa, y a la mañana siguiente, demasiado temprano, cuando ya tenian sus maletas listas, y aprovechando que don Salvador no habia regresado de sus lugares de esparcimiento, salieron y de inmediato se dirigieron a la plaza del pueblo, en donde las esperaba la diligencia, que las llevaria a su destino, la pequeña Aurora, pregunto amable:
    _ ¿Y ahora cual es nuestro destino?
    _ Nos iremos a Puente Viejo
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado marzo 2014
    y esta historia ya està terminada?:confused:
  • Arabella SwannArabella Swann Anónimo s.XI
    editado marzo 2014
    Hola, gracias por leerme, esta historia esta basada en el secreto de puente viejo, y aun no la tengo terminada, pero me gustaria compartir con ustedes lo avanzado.
  • Arabella SwannArabella Swann Anónimo s.XI
    editado marzo 2014
    2 Precioso destino
    Aurora miraba a su madre con aquellos ojos de la inocencia, en realidad no sabia porque su abuelo era tan malo, y en cierta manera las habia obligado a que tuvieran que irse de su hogar, sin embargo aquella niña, se sentia demasiado protegida por su madre, quien en el coche, la abrazaba tiernamente, debemos decir que era una de las relaciones entre madre e hija, que mas envidia podia causar, porque a pesar de la ausencia de un padre, la pequeña Aurora, sentia que no le faltaba nada mas en todo el mundo.
    _ Madre.
    _ Dime, mi princesa.
    _ ¿Y donde iremos a vivir?
    _ No tienes de que preocuparte, una amiga mia, nos ofrecera su hogar.
    _ Comprendo.
    La diligencia seguia avanzando su camino, aunque tambien habian otras personas que estaban viajando con ellos, un matrimonio de jovenes recien casados, y una mujer soltera, de cabellos recogidos, y que respondia al nombre de Flora, era una mujer demasiado amable, aunque escondia su rostro tras un velo de color azul, Aurora la miraba con curiosidad, al mismo tiempo que Flora no dejaba de lanzarle alguna que otra sonrisa, Pepa se dio cuenta, y entablo una conversacion, con aquella mujer, quien de inmediato le conto todas las aventuras que habia tenido durante su adolescencia, enseñandole al mismo tiempo todos los remedios caseros, que servian para salvar a alguien.
    _ ¿Entonces usted es una experta con las hierbas?
    _ Claro que si, muchacha, todas las plantas de alguna manera nos sirven, aunque siempre hay que tener cuidado, con aquellas que pueden ser venenosas, por decirte algo, la belladona, en grandes dosis, puede ser mortal.
    _ ¿Sabeis? Cuando era una chiquilla, gustaba de escuchar a las criadas, cuando mencionaban los remedios caseros a base de las plantas.
    _ ¿Y porque viajais sola?
    _ No tengo marido.
    _ ¿Esta muerto?
    Pepa asintio con un movimiento de cabeza, mientras que Aurora, abrazaba la muñeca que su madre le habia hecho, a base de pajas y rellenos de algodón, que tenia un vestido de color blanco, y ademas dos preciosas trenzas amarillas, que la niña no dejaba de acariciar, mientras miraba a su madre.
    Raimundo Ulloa se habia despedido de su hijo y de su nieto, antes de irse a América, sin embargo no menciono palabra alguna en relacion a su esposa, Francisca, ni siquiera se tomo la molestia, de desearle que tuviera un buen viaje, fue aspera en sus comentarios, y de inmediato se retiro de la estancia.
    _ ¿Cuáles son los regalos que quieres, Gonzalo? Pregunto el abuelo.
    _ Lo que tu quieras, solo espero que tengas un buen viaje.
    _ Niño de mi alma, me enorgullece, que seas tan bondadoso.
    _ A mi no me hacen faltas cosas materiales.
    _ Cuando se tiene una vida de lujos, no hace falta nada.
    El comentario de Tristan, aunque no habia tenido la menor de las intenciones, habia lastimado la sensibilidad de Gonzalo, quien en sus pensamientos infantiles, se preguntaba porque su madre no estaba a su lado, le habian dicho que se habia ido de viaje, y que pronto regresaria, pero el tiempo siempre pasaba, y no habia noticias de ella, ni siquiera habia mandado una carta.
    Alfonso Castañeda vivia una plena vida matrimonial con su esposa Emilia, aunque su esposa algunas veces no dejaba de recordar lo sucedido con Severiano, y en medio de aquellos recuerdos, sentia un poco de tristeza, sin embargo todo eso desaparecia cuando tenia todos sus deseos en su hija Maria, esperaba que la providencia, le permitiera que estudiara en un colegio de categoria, sus deseos de ambicion, no eran egoistas, si no mas bien maternales, la niña habia regresado con un pedazo de pastel en las manos.
    _ ¿Dónde estuviste?
    _ En la hacienda de las azucenas.
    _ ¿Y que hacias ahí?
    _ Queria ver a Rosario.
    _ Maria, sabes muy bien que a los Ulloa no les gusta que los visiten.
    _ ¿Por qué?
    _ No lo se, esa familia tiene tantos secretos, no debes acercarte.
    _ Es un poco dificil.
    _ Maria.
    La niña sonrio amablemente, mientras le ofrecia a su madre un pedazo de pastel, que Emilia recibio, aunque seguia advirtiendole que no se acercara a la hacienda de las azucenas, y que si lo hacia a escondias se iba a enterar.
    Tristan y Gonzalo fueron a despedir a Raimundo, quien le dio un abrazo demasiado efusivo a su nieto, el chiquillo recibio de manos de su abuelo, una medalla de oro, que tenia la imagen de la virgen de la misericordia, era un regalo de la madre del niño, aunque casi nadie lo habia querido mencionar.
    _ ¿Piensa regresar pronto? Le pregunto Tristan.
    _ No lo se, es mejor dejarlo a la providencia.
    _ De todas maneras, que tengais un buen viaje.
    _ Gracias.
    Al fin despues de varias horas de viaje, Pepa y su hija Aurora llegaron a Puente Viejo, eran casi las seis de la tarde, cuando bajaron de la diligencia, Pepa tomo las dos maletas, mientras que Aurora, tenia en sus manos a su muñeca, el pueblo era bonito, aunque por supuesto, no se parecia en nada al que habian dejado atrás, hacia ya demasiadas horas, la niña no se soltaba de su madre.
    Salvador Castro habia regresado hacia algunas horas a la hacienda, cuando una de las criadas le dijo que su hija y su nieta, se habian ido para siempre, la expresion en los ojos de el hacendado, no era tristeza, mas bien de furia.
    _ ¿Y cuando se fue?
    _ Al mediodia.
    _ ¿Y lo habeis permitido? ¡Eres una insensata!
    Salvador de inmediato le dio una fuerte cachetada a la doncella, salio de prisa de la estancia, y juro que haria regresar a su hija, asi fuera con una paliza, no le gustaba de ninguna manera, que alguien pudiera desobedecer sus deseos.
    Tristan estaba demasiado ensimismado en sus pensamientos, y de inmediato fue a buscar refugio en la iglesia, no habia casi nadie, por lo que de sin pensarlo siquiera subio por las escaleras, hasta llegar al ultimo piso, la desesperacion que habia sentido por la tragedia sucedida hace diez años, provoco que de inmediato, mirase hacia abajo, con una terrible angustia.
    _ ¿Por qué tuvisteis que abandonarnos, hermana?
    Cuando Pepa y Aurora, llegaron al pueblo, lo primero que vieron fue la iglesia, la muchacha no era catolica, sin embargo cuando a aquel hombre joven, que miraba hacia abajo, de inmediato supo que tenia que darse prisa, seguida de su hija, subio de inmediato aquellas escaleras, mientras que la niña, no dejaba de estar pendiente de todo lo que estaba pasando en aquellos momentos.
    Tristan seguia demasiado entristecido, y al parecer la angustia estaba nublando sus pensamientos, cuando de repente sintio que una mujer lo habia jalado de inmediato por la cintura, hasta que ambos cayeron al suelo, cuando el joven se dio la vuelta, miro a aquella muchacha, que lo miraba seriamente.
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